O cómo hacer tu propia trilogía de superhéroes

Este año salió la última parte de la inesperada trilogía de la que hemos hablando con anterioridad en las siguientes entradas:
- ¿Qué tiene de interesante… la trilogía de superhéroes de M. Night Shyamalan? Parte I de III: UNBREAKABLE (2000).
- ¿Qué tiene de interesante… la trilogía de superhéroes de M. Night Shyamalan? Parte II de III. Split (2016)
Y me parece que es necesario cerrar ese ciclo. Antes de continuar, pido una disculpa por la tardanza, pero tuve una serie de circunstancias que me impidieron concluirlo en el tiempo que yo tenía previsto. Ahora, a lo que nos interesa.

¿Qué nos ofrece esta entrega fílmica? Una conclusión para una historia que se fue enlazando por casi 4 lustros y que, al final, resultó en un cierre agradable pero que pudo haber sido mejor.
En este cierre, vemos que David Dunn se ha vuelto un justiciero (vigilante) en Filadelfia-porque M. Night Shyamalan es quien hace esta película- y se entera de que la Bestia -James McAvoy repitiendo el papel de Kevin Wendell Crumb– ha secuestrado a unas porristas, por lo que tras toparse con él-con ayuda de su hijo Joseph Dunn, que funge como Oráculo de Batman- salva a las chicas secuestradas. Tras esto, se da una muy intensa pelea, la cual lleva a que ambos sean apresados e internados en un hospital psiquiátrico por la doctora Ellie Staple-Sarah Paulson- quien, además, tiene en sus instalaciones al enigmático psicópata Elijah Price, mejor conocido como Mr. Glass.


Tras este resumen, quisiera destacar varios puntos de la película:
- La actuación de Samuel L. Jackson me encanta. Esa parte de él como alguien catatónico que fingía me recuerda mucho al estado de El Guasón-The Joker- en The Dark Knight Returns, quien reacciona al ver al encapuchado en la televisión.
- Kevin es un personaje muy divertido que ayuda a sobrellevar una trama un poco lenta.
- Las peleas de David con Kevin son muy vistosas, tomando en cuenta el limitado presupuesto del filme.
- La noción de los superhéroes como un fenómeno de masas que puede provocar delirios mentales me pareció muy interesante y, en mi opinión, mejor llevada que lo que planteó en su momento Kick Ass.
- Los cómics se vuelven uno de los elementos centrales del filme, porque, como nos mostró la primera película en Active Comics, entran en juego las fuerzas de la portada y los colores verde, morado y amarillo llegan al enfrentamiento final.
- La revelación típica de Shyamalan A MÍ me agradó, porque mostró que hay una noción de que hay seres superdotados que escapan a la comprensión de la humanidad-y de la fe– por lo que es hasta cierto punto lógico que haya una facción que busque eliminarlos.
- El uso de una escena eliminada de Unbreakable me pareció muy buena idea, pues resultó en un aporte interesante para el filme.
- La escena final me dio mucha tristeza y a la vez alegría. Te odio, Shyamalan.





Ahora, pasaré a enunciar lo que en mi opinión no funcionó:
- La presencia de Casey Cooke es virtualmente irrelevante.
- La muerte de David Dunn es muy mala. Pudo haber sido más vistosa.
- Por momentos es demasiado lenta, por la manía de Shyamalan de querer relatar todo lo que ocurre dentro de la trama.
- El hospital a veces parece manejado por personajes con deficiencias mentales.
- Por momentos Kevin puede resultar un personaje un tanto odioso.



¿Qué puedo concluir? En mi opinión el director logró un cierre digno para su saga lo cual resulta sorprendente, sobre todo si tomamos en cuenta los desastres que tuvo este cineasta con cintas como The Happening.
¿Es la mejor saga fílmica? NO.
Pero sin duda es muy entretenida y me encanta encontrar referencias e inspiraciones del director para su obra y, hay que ser honestos, en este mercado saturado de adaptaciones de cómics, es refrescante encontrar a alguien que se arriesgó con una historia original y que la llevó a buen puerto, sin necesidad de un presupuesto multimillonario.

Espero sus comentarios y agradezco su paciencia al leer estas palabras. Pronto hablaremos de otras películas, cómics y demás temas que se puedan enmarcar dentro de Historia Contemporánea.
Escrito por Ricardo S. Rodríguez G.