Una frase que encierra una historia muy peculiar de Estados Unidos
El conocimiento histórico se encierra en múltiples fuentes y medios, muchos de los cuales nos pueden sorprender por la facilidad con la que podemos acceder a ellos. Y el día de hoy elegí uno que de seguro a muchas personas de 30 y tantos años les puede agradar: That 70’s show.
Ante ello, Red se la pasa pensando en su pregunta, siendo increpado por su esposa diciéndole: pero sí tú votaste por Ford. Y es cuando él responde que NADIE votó por él… lo cuál es totalmente cierto.
Gerald Ford sonriente. Yo también lo estaría si nadie hubiera votado por mí y ganara la Presidencia.
¿Por qué sucedió esto?
Pues en 1972, el entonces Presidente Richard Nixon logró la reelección con su compañero de fórmula Spiro Agnew, siendo obligado a renunciar este último en 1973 por un escándalo. Para cubrir su vacante, el mandatario nominó al republicano Gerald Ford, entonces Congresista líder de la minoría, por su carácter amable y buen entendimiento entre ambos partidos. La nominación fue aprobada por el Congreso de Estados Unidos y así, Ford se convirtió en vicepresidente el 6 de diciembre de 1973.
Gerald Ford jurando como vicepresidente.
A la par de esta situación, Nixon se enfrentó al escándalo de Watergate, en el cual se demostró que estaba involucrado. Tras iniciarse los procedimientos para enjuiciarle, decidió renunciar a su puesto, siendo efectivo el 9 de agosto de 1974, dejando a Ford como el primer Presidente en no haber sido votado ni como Vicepresidente ni para el puesto que ostentó a partir de ese momento.
La renuncia de Nixon.
Gerald Ford tomando posesión como presidente
Él mismo reconoció esta peculiaridad, pidiendo comprensión y apoyo de parte de la ciudadanía pues, a pesar de todo el escándalo que sufrió Nixon en su administración, Ford no era el responsable y había llegado de manera legal y constitucional al poder.
Aunque tal vez no pase a la historia como uno de los mejores presidentes de EUA, se debe reconocer que, ante la grave crisis política que le legó su antecesor, buscó la manera de unir al país bajo su mandato. Una de sus medidas más criticadas fue haber otorgado el perdón presidencial a Nixon, pero me comentaba una de mis profesoras más apreciadas que hay que entenderlo: no hacerlo implicaba manchar y exponer a la figura presidencial. Puede que estemos o no de acuerdo, pero él tuvo que tomar esa decisión a pesar del daño que le podría provocar a su administración.
Ford anunciando el perdón a Nixon.
Y de esta manera, historiadores, pudimos relatar una historia a partir de una frase de una comedia televisiva.
Cuando era niño, recuerdo muy bien que en la escuela nos enseñaban las grandes obras de los héroes de la Revolución que lucharon para derrumbar la tiranía de Porfirio Díaz y dar justicia social a la población mexicana…
Ese discurso hoy en día me parece de menos cuestionable, por distintas razones:
Aunque Porfirio Díaz era un dictador, eso no quiere decir que él fuera el único responsable de la situación, pues varios de los caudillos habían participado de alguna manera en su régimen de gobierno-entiéndase Venustiano Carranza, por citar un ejemplo.
Las condiciones del campesinado del país no eran iguales en todas partes. Aunque hoy en día sabemos que la situación era difícil en las plantas henequeras de Yucatán o en los latifundios del centro del país, en el norte no era ni de cerca el mismo entorno para las personas que se dedicaban a la tierra.
Porfirio Díaz se fue del país en 1911 y los ánimos no se calmaron con ello. Esto se explica debido al sistema imperante de la época, donde no hubo una transición de poder institucional y porque la población no tenía satisfechas sus necesidades. Aunado a eso, sobrevino un fenómeno que marcó la vida política del país…
El caudillismo se acentuó de manera increíble tras el estallido del conflicto. Pascual Orozco, Doroteo Arango, Emiliano Zapata, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, entre otros. Muchos de estos personajes crearon auténticos reinos dentro del Estado Mexicano, siendo tal vez uno de los más prominentes Gonzalo N. Santos, de San Luis Potosí.
Es indudable que la Reforma Constitucional ejecutada en 1917 sirvió para atender muchas de las demandas sociales. ¿Pero cuál fue su alcance real?
El ejido fue una de las “conquistas” de la Revolución. No obstante, ¿no fueron clientes del gobierno los campesinos al recibir estas tierras?
El Partido de la Revolución es de vital importancia para explicar el desarrollo histórico del país… pero es preocupante que solo haya habido dos presidentes no salidos de sus filas en los últimos 90 años.
Su discurso me parece más que agotado, teniendo como evidencia las graves desigualdades que persisten en nuestro país… ¿y de dónde surgió esa clase política dominante y adinerada?
Tal vez habla el hastío como ciudadano, pero me parece aburrido siquiera hablar de un personaje como Francisco I. Madero. Reitero que hablo como ciudadano, no como historiador en este punto.
El corporativismo surgido de la institucionalización de la Revolución es uno de los grandes lastres que aqueja a nuestro país. Tan solo ver a la CTM, al SNTE o a la CNTE muestra que en materia laboral hemos avanzado NADA.
El PRI en sus tiempos de gloria
Son solo algunos puntos de reflexión que me permití en una tarde frente a la computadora. No son un análisis histórico a profundidad, sino más bien un pensamiento en torno al hito de la Revolución Mexicana. No niego su relevancia, pero no considero sano para el país que una persona dicte la manera en que deba verse ese movimiento: sin capacidad crítica y totalmente desconectado de la historiografía que ha surgido del estudio de ese periodo histórico.
Hay una calle que se encuentra a unos metros del Palacio Legislativo de San Lázaro en la Ciudad de México llamada “Héroe de Nacozari” y, para fines de información y cultura general, resulta menesteroso mencionar el origen de su denominación.
El 7 de noviembre de 1907, un maquinista llamado Jesús García Corona, que entonces tenía 25 años, suplió a su compañero Alberto Biel, quien se encontraba enfermo desde el día anterior. Aparentemente, la locomotora tenía un problema en la rejilla que contenía las chispas y no funcionaba apropiadamente. Esto no hubiera pasado de un incidente menor de no ser porque en el viaje ferroviario, se cargaron contenedores de dinamita de Nacozari a la mina de Pilares.
Al arrancar la máquina, las chispas volaron hacia la carga explosiva y, para infortunio del maquinista, se esparcieron con rapidez e incendiaron los explosivos. Al notar esto, decidió pasar de largo del pueblo de Nacozari y llevarlo al campo abierto, alentando a su tripulación que saltara del tren en movimiento. Minutos después, a las 14:20 horas, hubo una gran explosión que cimbró la población, muriendo al instante Jesús García Corona junto con otras trece personas del caserío llamado “El Seis”; en cambio, se salvaron cientos al evitar la detonación en la zona más poblada.
Tras este evento el sacrificio del “Héroe de Nacozari” empezó a ser reconocido. El congreso del Estado de Sonora cambió el nombre del asentamiento a Nacozari de García en 1909 y, 3 años después, se volvió la cabecera municipal del mismo nombre. Años más tarde, en honor a los maquinistas ferroviarios y a este héroe civil, desde el 7 de noviembre de 1944 se estableció la conmemoración del Día del Ferrocarrilero en nuestro país.
Fuentes:
Gutiérrez Ruelas, Ulises. “Hace cien años, Jesús García, el Héroe de Nacozari, salvó un pueblo a costa de su vida.” En La Jornada. [Consultado el 15 de octubre de 2018. Disponible en: https://bit.ly/2IYIQPf ]
Hernández, Bertha. “El héroe de Nacozari: su vida por la de miles.” La Crónica. [Consultado el 15 de octubre de 2018. Disponible en: https://bit.ly/2QUiNM9 ]
Virgen, Lucy. “7 de noviembre. Día del Ferrocarrilero.” Universidad de Guadalajara. [Consultado el 15 de octubre de 2018. Disponible en: https://bit.ly/10yk8gz ]
Pedro y Eugenio. Personajes juntados por la Historia.
La labor de historiador es un vaivén constante de fechas, datos, fuentes, interpretaciones, dolores de cabeza y luchas con el sistema establecido. Por ello, me pareció muy sorprendente la actitud tomada por Pedro Salmerón hace unas semanas respecto al tema de la Guerra Sucia en nuestro país.
Quien suscribe estas letras está CONVENCIDO de que la libertad de expresión es un derecho que JAMÁS debe estar supeditado a los gobernantes o intereses de los mismos. Empero, también es necesario saber los límites de nuestras PALABRAS U OPINIONES. Dicho esto, debo señalar que una de las máximas que tenemos quienes nos dedicamos a esta profesión es dejar de lado nuestro sentir, nuestros sentimientos respecto a los eventos históricos. Es algo CASI imposible, porque tenemos una subjetividad de origen al elegir los temas históricos que analizamos; sin embargo, sí se puede lograr un discurso acertado y centrado en la interpretación de las fuentes, buscando darle claridad a la narrativa que escribimos.
Si yo dijera que las personas que desaparecieron a 43 individuos en Iguala en el año de 2014 son VALIENTES, como mínimo sufriría el escarnio público. Y esto evidentemente no es mi sentir ni la postura de esta página.
Si yo dijera que los rebeldes nacionalistas durante la Guerra Civil Española fueron VALIENTES al matar a civiles republicanos o a Federico García Lorca, sería motivo suficiente para que alguien quisiera cerrar mi página. Por ello, a pesar de encontrarse en un espectro político distinto, las palabras que Pedro Salmerón escribió el 17 de septiembre de 2019 fueron tan inapropiadas en el contexto en que las dijo.
El pasado 20 de septiembre del presente año, Pedro Salmerón publicó un texto en el portal de Facebook del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas -INEHRM-, en el cual se refirió al asesinato de Eugenio Garza Sada. Cabe señalar que días antes se había conmemorado el aniversario luctuoso del empresario regiomontano. En dicho texto, expuso lo siguiente:
Imagen de las palabras de Pedro Salmerón
Esta situación provocó una reacción de indignación de varios sectores de la población que exigieron una disculpa de parte del académico, pues al ser DIRECTOR de la institución esto parecía más una postura de la misma que del señor Salmerón. Tras una serie de críticas y señalamientos, la Secretaría de Cultura anunció que la visión del pasado de ellos no era la que tenía Salmerón -primera señal de alarma para el futuro laboral, por cierto- y , además, el INEHRM envió otro comunicado -segunda señal de alarma- donde se disculpaba por las palabras de su aun director y otras palabras que pueden ver en el siguiente enlace.
La explicación…
Como dato adicional de esta historia, es menester señalar que Salmerón cerró sus redes sociales debido a la presión mediática a la cual se vio sometido. Esto solo duró un día, pues el historiador decidió redactar una carta de renuncia, de la cual comparto dos cuartillas para que las puedan leer:
Carta de Renuncia de Pedro Salmerón.
Quisiera enunciar algunos puntos de esta carta, pues merece un análisis bastante más profundo:
El Partido Acción Nacional nació en un momento muy convulso de la historia de la humanidad, donde hubo distintas posturas políticas que hoy en día son cuestionadas. Habría que recordarle al Señor Salmerón ya que él, como yo, estudió en la Facultad de Filosofía y Letras y sabe que los actos de otro tiempo no se juzgan con nuestra visión. Por ello, les proporciono el acceso al artículo que menciona de Rafael Barajas El Fisgón en este enlace. Por tanto, el primer argumento de Pedro es pueril y falaz, puesto que nada tiene que ver con su cuestionado acto; es un distractor y como tal, debe ser ignorado.
Citar a su jefe Andrés Manuel López Obrador fue un intento desesperado de obtener el apoyo de su persona y autoridad. A su vez, mencionar el sinsentido enunciado de “moralmente derrotados” solo sirve para llenar espacio en su carta. Y obviamente no me detendré en su referencia a la Inquisición. Ahí solo demuestra su incapacidad como historiadory su enojo y frustración con la situación que vivió.
Respecto a las redes sociales, no se debe dejar de señalar que tanto le molestaron las menciones en Twitter que lo cerró. Eso fue un acto más de cobardía que de otra cosa. Mencionaron en otro medio que cerró su Facebook, pero yo no lo pude presenciar en ese momento.
La cita de ejemplos donde se utilizó la palabra VALIENTE no significan que sea válida su postura. ¿Por qué? Porque él era el titular de una institución, que está muy por encima de su persona, lo que lleva a uno de los puntos de este texto: sus opiniones personales debería habérselas guardado. Por cierto, ¿ya mencioné que utilizó su blog y de ahí lo difundió a través del portal de Facebook del INEHRM? Ignoro si eso viola alguna ley mexicana.
Mencionar a los cristeros no ayudó en su caso. Recordemos que estas personas se rebelaron como consecuencia de las acciones de Plutarco Elías Calles y la Iglesia Católica de México. Nada justifica las matanzas de uno u otro bando. Y eso no hace que sean valientes unos u otros. Lo que hizo Pedro fue una falacia de falsa asociación y, si se puede agregar, una de falsa dicotomía.
Yo, que reprobé su actitud, he estudiado durante varios años el tema de la Guerra Sucia y conozco nombres de los muertos y reprimidos por el Estado Mexicano. ¿Porque no comparto su pensamiento no puedo averiguar y conocer acerca de los movimientos sociales? Las falacias del Señor Salmerón son una constante en su carta y francamente solo muestran su pobre inteligencia emocional y su incapacidad de reconocer su error.
Para sorpresa de muchos-y de seguro de sus colaboradores- procedió a anunciar en sus redes sociales que realmente no había renunciado, sino que la carta la había puesto a disposición del Presidente. Aclaro en este espacio que hay dos cuartillas adicionales de la carta que no pude encontrar en imagen, pero que vienen resumidas en el siguiente recuadro.
¿Sólo la puso sobre la mesa?
¿El resultado? Que el 22 de septiembre del presente año fue designado como titular del INEHRM el Dr. Felipe Ávila, sustituyendo a Pedro Salmerón. Supongo que sí la vio en la mesa Andrés Manuel López Obrador y le decidió tomar la palabra.
Dr. Felipe Ávila, director del INEHRM
Aquí me es imperativo señalar que hubo muchos historiadores que se exaltaron con la renuncia de Pedro, al cual consideraron que se le estaba reprimiendo y censurando. De hecho, llegué a leer posturas donde se defendía la memoria histórica de la clase trabajadora (¿?) por encima de la memoria de la burguesía oligárquica (¿?) Estos posicionamientos me provocaron una inquietud intelectual porque me di cuenta que la concepción de la memoria es muy maniquea por parte de mis colegas, ya sea por su ideología política o por su incapacidad de razonar más allá de un momento de exaltación. Busqué una definición de memoria histórica que me permito compartirles a continuación:
La memoria histórica es un concepto historiográfico de desarrollo relativamente reciente, que puede atribuirse en su formulación más común a Pierre Nora, y que vendría a designar el esfuerzo consciente de los grupos humanos por entroncar con su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo con especial respeto. Ese esfuerzo consiente de los grupos humanos daría como resultado una memoria histórica colectiva, mientras que, podríamos hablar de otra memoria individual o particular propia de cada individuo. Realizado este planteamiento, no tendremos otro remedio que reconocer la existencia de tantas memorias como personas existen.
¿Qué implica ésto? Que no hay una sola memoria histórica, sino tantas como individuos y, por tanto, hay tantas versiones del pasado como humanos existen. Por ello es que se debe enfocar el estudio de los historiadores en el suceso y de cómo lo percibieron los protagonistas del mismo, así como en el cronotopo del hecho que analizamos. Para ejemplificar este último punto, el 28 de septiembre de este año el Semanario Proceso publicó una interesante entrevista a Elías Orozco Salazar, uno de los perpetradores del fallido secuestro de Eugenio Garza Sada, quien entre otras cosas mencionó lo siguiente:
El martes 17, al cumplirse 46 años del homicidio del empresario Eugenio Garza Sada, Pedro Salmerón, entonces director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, calificó de “jóvenes valientes” a los miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre que participaron en el intento de secuestro y subsecuente muerte del industrial. En medio de la controversia detonada por dichas declaraciones, el exguerrillero Elías Orozco Salazar, quien participó en aquellos hechos, agradece los señalamientos de Salmerón, “fue un acto sincero de reconocimiento”, pero reflexiona sobre el “suicidio” de su lucha armada: “Éramos jóvenes arrinconados ante tanta injusticia (…) Hoy el país debe elegir la reconciliación”.
Recomiendo ampliamente leer esa entrevista, donde el ex guerrillero menciona que no le pide perdón a la familia Garza Sada, por unas cuestiones que él CREE que hacía el empresario. ¿Es válida su postura? Sí, pero la dijo él, como protagonista, como un ex combatiente y que no tiene ningún puesto dentro del gobierno. Por último, si una memoria se ha rescatado ha sido la visión de los guerrilleros y reprimidos por el régimen presidencialista mexicano del siglo XX. Solo hace falta buscar en google bibliografía de la Guerra Sucia y podremos ver que el material disponible es bastante extenso. Y como último ejemplo: existe el Museo de Memoria Indómita que relata estos sucesos a manera de denuncia. No es perfecto, pero sirve para ilustrar el punto de que no hay una sola visión “burguesa o fascista” de la represión.
Silla dentro del Museo de Memoria Indómita. En lo personal y profesional, me parece IMPRESIONANTE esta parte del museo.
¿Qué nos deja esta situación como lección? En mi opinión, lo siguiente:
Que Pedro Salmerón SIEMPRE se verá a sí mismo como un paladín de la historia y nunca reconocerá su error.
Personas-historiadores como Luis Fernando Granados tienen todo el derecho a expresarse, pero que sigan utilizando términos como derecha fascista cada que algo/alguien los contradice o que va contra su forma de pensar resta mucho al debate. De hecho, no aporta algo significativo.
Insisto: la libertad de expresión es un derecho constitucional y como ciudadano Pedro Salmerón debe expresar lo que quiera. Como titular del INEHRM… se debió moderar y no usar la institución para difundir su pensamiento.
El tema de la Guerra Sucia/Terrorismo de Estado que se ejerció en México debe ser realizado por investigadores competentes y sin filiaciones políticas. ¿Por qué? Porque hay un inherente conflicto de interés al momento de realizar las investigaciones. Nada justifica el actuar del Estado Mexicano hacia los guerrilleros y las poblaciones que fueron reprimidas, así como tampoco justifica el matar a otras personas para obtener beneficios económicos. Es por esto que el hecho de que Salmerón fuera director del INEHRM y que esté tan inmiscuido en la mal llamada 4T solo permitió ver el punto de vista del gobierno, sin capacidad de debate con personas no afines al mismo.
Para dar más peso al último punto del listado anterior, quisiera citar un extracto de su libro Falsificadores de la Historia y otros Extremos:
“La historia, conciencia viva y conciencia colectiva, elemento de cohesión e identidad, poderoso refugio ante la adversidad, ha sido usada siempre con fines políticos muchas veces aviesos. La historia, que permite la comprensión del presente y la resolución de problemas, es también instrumento de opresión y manipulación Cuando una camarilla, cuando los representantes de una clase social se adueñan del poder público en beneficio de los suyos construyen discursos ideológicos utilizando argumentos históricos que justifican su ejercicio del poder en contra de las mayorías despojándolos de esta característica fundamental de conciencia colectiva y presentándose como representantes de todo el pueblo de su mayoría, de los intereses generales o del bien común.”
Pedro Salmerón Sanginés. Los falsificadores de la historia y otros extremos. 2014