Cuando la estulticia y el nacionalismo rancio se juntan

México es un país lleno de cosas maravillosas y hermosas. Una de ellas es que tenemos muchos vestigios históricos y arqueológicos que sirven para dar una explicación de lo que somos como país hoy en día.
Infortunadamente, este legado ha sufrido los embates de una política austericida de parte del gobierno actual, donde se han disminuido los presupuestos en materia cultural y de investigación de manera alarmante, en pro de “canalizarlos” de mejor manera y para evitar “corrupción”.
Este sofisma solo ha provocado que los que nos dedicamos a este campo de estudio llamado humanidades, donde se necesitan recursos constantes para poder emprender investigaciones, veamos con zozobra el futuro y que no hay un buen porvenir. Hablando a título profesional y personal, el haberme desempeñado como curador en un museo es una tarea gratificante, titánica, hermosa y que trae una gran enseñanza en cuanto al trato material y discursivo de piezas y montajes. Por estos motivos, el ver la obstinación en sustraer diferentes objetos que se encuentran en Europa me parece poco menos que absurda.
El contexto.
Andrés López, Presidente de México, encargó a su esposa, Beatriz Gutiérrez, ir en un viaje a Europa a platicar con distintos jefes de Estado para solicitar el préstamo de piezas históricas de diversa relevancia. ¿Con qué motivo? Para traerlos a México en el marco del festejo del Bicentenario de la Consumación de la Independencia de México, 500 años de la llegada de los Castellanos a lo que es hoy nuestro país y, por último, 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán. Este último dato es una mentira, porque la ciudad tiene registrada su fundación en 1325, por lo que es un acto de manipulación histórica lo que está promoviendo en principio.

Beatriz Gutiérrez realizó distintas escalas de su tour europeo, siendo una de las más sonadas la que realizó con el Papa Francisco, a quien le extendió una carta donde, además de pedir tesoros históricos como si fueran cosa pequeña, le pide que se disculpe con el pueblo mexicano por la conquista.

Aparte de la sin razón de la exigencia de disculpas, me parece necesario señalar algo: la solicitud de préstamos es un ardid, pues la legislación mexicana menciona que todo lo que sea de la “nación” y regrese, debe quedarse en el país, quitándole a la mala a diferentes países objetos que por diversas razones se encuentran con ellos. Para que quede bien asentado este punto, me permito citar La Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, promulgada el 6 de mayo de 1972. En sus artículos 35 y 36, establece lo siguiente:
ARTICULO 35.- Son monumentos históricos los bienes vinculados con la historia de la nación, a partir
del establecimiento de la cultura hispánica en el país, en los términos de la declaratoria respectiva o por
determinación de la Ley.
ARTICULO 36.- Por determinación de esta Ley son monumentos históricos:
I.- Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos;
arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la
administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la
enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades
civiles y militares. Los muebles que se encuentren o se hayan encontrado en dichos inmuebles y las
obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX inclusive.
II.- Los documentos y expedientes que pertenezcan o hayan pertenecido a las oficinas y archivos de
la Federación, de las entidades federativas o de los Municipios y de las casas curiales.
Fracción reformada DOF 19-01-2018
III.- Los documentos originales manuscritos relacionados con la historia de México y los libros, folletos y otros impresos en México o en el extranjero, durante los siglos XVI al XIX que por su rareza e importancia para la historia mexicana, merezcan ser conservados en el país.IV.- Las colecciones científicas y técnicas podrán elevarse a esta categoría, mediante la declaratoria
correspondiente.1Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. 6/5/1972
Pero el mayor objeto del fetichismo presidencial sin duda es el mencionado “Penacho de Moctezuma” el cual, por cierto, usted puede ver en réplica en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México. Pero hay que ahondar un poco más en la historia de nuestra parte para explicarle mejor al lector lo que ocurre.

¿Qué es el Penacho de Moctezuma?
Según el periódico El Universal, esta pieza
El Penacho de Moctezuma es un imponente tocado que fue elaborado con materiales como plumas de ave y adornos hechos de oro. Es de un color verde intenso, aunque también tiene plumas marrones, rojas y azules. Las plumas en el penacho provienen de cuatro especies de aves: el macho de cotinga amabilis o azulejo; la espátula platalea rosada; el pájaro vaquero o pájaro ardilla, y quetzal.
Los artesanos usaron hilos de agave y algodón para darle flexibilidad al penacho, así como tzauhtli, un pegamento que se elaboraba usando una sustancia proveniente de las orquídeas.
Según expertos, este penacho es en realidad un quetzalapanecáyotl, también conocido como tocado de plumas de quetzal. 2¿Qué es el penacho de Moctezuma y por qué no podría regresar a México? En El Universal. México. 12 de octubre de 2020.
¿Por qué resulta este objeto de importancia? Pues realmente solo lo saben aquellos que insisten en defender “a nuestra nación” con objetos antiquísimos de los cuáles ni siquiera sabemos bien su origen. Se comenta que desde 1974, el entonces Presidente Luis Echeverría Álvarez, patriotero y con un ego enorme, envalentonado por estar forjando un “cuarto movimiento” de nuestra sinfonía histórica (sic)3Quirino Moreno Quiza. “El Cuarto Movimiento” o la “4T” ¿es de Echeverría?… en Formato Siete. 17 de febrero de 2020, decidió solicitar de vuelta el “penacho” a las autoridades austríacas.

A fuerza de ser honestos, este acto de “gran nacionalismo” se ha repetido en administraciones no solo priistas, sino panistas, pues los gobiernos de los Presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón hicieron la misma solicitud, topándose con la negativa de parte del país europeo.
Y es que, siendo sinceros, ¿por qué habrían de “regresarlo“? Para empezar, nadie sabe a ciencia cierta si es un penacho, un tocado o incluso una falda. La historia detrás de su redescubrimiento en Austria es digna de un libro y muestra el respeto que han tenido respecto a la pieza. Se mantiene exhibida y es un atractivo del Museo de Etnología de Viena. De hecho, si usted viaja a este país y visita la institución, lleve su pasaporte mexicano y obtendrá una entrada gratuita.
En esta década se realizó una investigación en conjunto con la UNAM y el antes mencionado museo para estudiar esta pieza. Esto dio como resultado el documental El Penacho de Moctezuma: Plumaria del México Antiguo, donde se explica lo mejor posible su origen, sus condiciones, sus características y algo MUY importante:
Después de enseñar la exposición especial que el museo de Viena le dedica al penacho como la gran atracción del momento, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma afirma que no hay duda de el penacho es patrimonio cultural de México. Sin embargo, el grupo de especialistas que lo estudió y restauró opina que las vibraciones al que los materiales y la estructura estarían sometidos en un viaje en avión o barco, acelerarían el envejecimiento del penacho que, recién restaurado, podría conservarse quizás medio siglo más. 4Anne Marie Meier. El Penacho de Moctezuma. En Milenio. 17 de octubre de 2020.

Pero el Presidente Andrés López encargó mucho a su esposa traer el dicho penacho. Una de las preguntas que más me salta es la siguiente: suponiendo que se traiga de vuelta, ¿en qué ayudará a México como nación su estancia en este país? Máxime cuando en este año de pandemia hubo un recorte brutal al 75% del gasto operativo del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Me suena a que es una institución que podría velar por el bienestar del artilugio que se quisieran traer- pero que no podrán-
Y la cultura, bien gracias.
Al momento de escribir esta entrada, el recorte presupuestal prevalece y distintos intelectuales y académicos se encuentran peleando porque esto no se mantenga así, pues hará de la actividad cultural un acto más de valentía y amor al arte que una profesión remunerada -que tampoco fingiremos que ha sido de lo mejor en el pasado-
Entonces, ¿el Ejecutivo Nacional “ama la historia”? ¿O cuál es su postura respecto a este conocimiento? Porque, como mencioné en la parte superior, está manipulando fechas para acomodarse a su gusto. Anteriormente ha dado muestras de una visión limitada de la Historia, con acciones francamente vergonzosas como la exigencia de disculpas a España por la Conquista, el realizar un desfile de la Revolución Mexicana, cambiar de nombre la Decena Trágica como si fuera por su gusto o, como mencionan algunos periodistas e historiadores, ver al pasado como “buenos y malos“.
¿De qué serviría recibir el penacho-si es que llega- si no hay recursos no solo para alojarlo, sino para que haya expertos en su cuidado para evitar que se desintegre? Resulta paradójico que se quieran hacer celebraciones -sin sentido- de la historia y por el otro lado se le den patadas en el suelo a este sector, que en la pandemia ha visto destruido su mercado y cualquier posibilidad de recuperarse en el futuro inmediato.
Lamentablemente este objeto solo sirve para distraer la atención de los graves problemas que padece este país, desde hace décadas, pero que se han acentuado en la actual administración. Donde se promueven e improvisan proyectos sin un atisbo de planeación en pro de decir que se está haciendo algo, pero sin hacerlo. La idea es que se vea bonito y parezca que se defiende a la nación. ¿Y qué mejor que un conjunto de plumas de centurias que sirven para nada, salvo para alegrar el ego de una persona que cree conocer todo de la historia?

Al final, los mexicanos ganaremos absolutamente nada con esto. Pero los invito a que reflexionemos y critiquemos que se nos quiera desviar el enfoque de la desgracia que estamos viviendo, sin dejar de entender que la historia no es para evitar cometer los mismos errores, sino para entender nuestro presente y, de ser posible, mejorarlo. Y créanme que las plumas esas no lo harán.
-Hal Jordan.
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2 comentarios sobre “Réquiem por un Penacho”