“Toda obra de arte es hija de su tiempo y madre de nuestros sentimientos.”
Wassily Kandinsky, De lo espiritual en el arte
Rusia nos ha dejado grandes atribuciones de las cuáles agradecer como el vodka, la montaña rusa (chiste) y por supuesto, relevantes figuras del arte como es Wassily Vasilyevich Kandinsky, pionero del arte abstracto en Occidente. Para quien no lo conozca, puede revisar la exposición que el Museo de Guggenheim de Bilbao tiene sobre este artista en el 2020.
Si bien ya es de varios conocido el nombre de Hilma af Kint como la verdadera iniciadora del estilo abstracto, lo cierto es que la fama de Kandinsky radica en su mezcla de la tradición de las comunidades indígenas rusas con las nuevas vanguardias, su desapego político y el gusto que tuvo su obra en el mercado americano y parisino.
Contar la historia de Kandinsky es también relatar la evolución del estado figurativo del arte hacia una introspección sobre el color, la forma y sus implicaciones cognitivas en el espectador.
Para conocer cómo logró esto, aquí te presento los cinco momentos de Wassily Kandinsky:
1.- Un artista tardío
Para el arte no hay edad, y Kandinsky es ejemplo claro de ello. Inicialmente su formación rondaba en el terreno de las leyes, hasta que en 1889 realizó un viaje a la región de Vólogda para estudiar el estilo de vida de la comunidad komi-ziriana.
Desde los coloridos paisajes, hasta la particular forma de sus artesanías y la espiritualidad que coexistía dentro de ellas, convenció a Wassily para dejar la abogacía (en 1896, casi a sus treinta años) y dedicarse de lleno a este camino de búsqueda de lo “interno” del arte plástico.

2.- El color cómo forma de expresión
Una vez encontrada su vocación, Kandinsky decidió instruirse en la pintura, asistiendo a la ciudad de Múnich ya que era la capital de educación artística en Europa, por lo menos en el siglo XX. No obstante, su estancia no fue larga ya que tenía conflictos con sus profesores pues los consideraba bastante estrictos y ellos pensaban que su paleta de colores era “exuberante”, por no decir chillona.
De tal suerte que el artista ruso decidió formarse de manera autodidacta y llevó un estilo de vida nómada, lo que marcó profundamente la temática y estilo de su obra. Sus constantes viajes no sólo fueron una fuente de inspiración para la producción pictórica de los paisajes naturales, sino que también le permitieron acercarse y asimilar las últimas tendencias plásticas de los más importantes
centros artísticos de Europa.

3.- De lo espiritual en el arte
De lo espiritual en el arte es uno de los dos libros que Kandinsky escribió para concretar sus teorías artísticas y postulados estéticos. El libro es un sumario de sus ideas y experiencias de su primera década como pintor, durante su estancia en Múnich, por lo que el libro fue escrito originalmente en
alemán y se publicó en diciembre de 1911.
El libro contiene las teorías del pintor ruso en torno al color, las formas, los efectos psicológicos del arte y sus ideas para realizar un nuevo tipo de arte abstracto, todo ello asentó su lenguaje pictórico hasta la década de los veinte.
Kandinsky formuló un escrito esquemático el cual pretendía encontrar un equilibrio entre un nuevo tipo de arte que fuese racional pero sentimental. No sólo incluyó, dentro sentó sus postulados, teorías de color y psicoanálisis sino también una concepción mítica del arte por medio del ocultismo y la teosofía.

4.- Descubriendo la sinestesia
Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, Kandinsky se vio obligado a huir de Alemania y partir a su natal Moscú, luego de veinte años de ausencia. A pesar de estas dificultades, su retorno a Rusia le permitió materializar un viejo anhelo pictórico: capturar con su pincel los paisajes policromáticos de Moscú. La acuarela y el dibujo se convirtieron en medios importantes para continuar su búsqueda en el terreno de la abstracción.
Es en este regreso a su país cuando tiene contacto con la música de Wagner, Schiabin y Schönberg con los cuáles incorporará las cualidades de la música en sus piezas. El pintor poseía una característica cerebral muy particular: la sinestesia. La cual consiste en el despertar de dos o más sentido con un sólo estímulo, de tal suerte que las personas sinestésicas pueden ver colores al escuchar música o degustar un cuadro al óleo. Kandinsky profundizó en este terreno sensorial para llevar a cabo sus famosas “Composiciones” abstractas que lo llevaron a la fama.

5.- Profesor de la Abstracción
A inicios de la década de los veinte, Kandinsky recibió una invitación para trabajar en la Bauhaus, escuela fundada en 1919. Durante este periodo, escribió una serie de artículos teóricos y didácticos como fundamento del arte abstracto. Uno de ellos, Punto y línea sobre el plano, publicado en 1926, se convirtió en la base para sus labores artísticas, científicas y pedagógicas. El trabajo de Kandinsky en este periodo dio continuidad a los postulados de la teosofía, y a partir de ello recurrió al tema de espacio exterior como el orden absoluto del universo; creó una abstracción geométrica basada en un nuevo lenguaje pictórico predominantemente formal.
Durante sus días en la Bauhaus, Kandinsky, produjo más de 200 notas escritas a mano relacionadas a sus clases. Dichas notas fueron realizadas entre 1925 y 1933, las cuales contienen apuntes de literatura, teorías pedagógicas, esquemas y estudios de formas y colores.
Frecuentemente, el artista empleaba abreviaturas en sus notas, las cuales son una constante en las que se tienen presentes en la exposición: G. es gelb (amarillo), R. es rot (rojo), B. es blau (azul), W. es warm (cálido), K. es kalt (frío), etc.
En las piezas de este artista ruso no veremos nada más que a él, su búsqueda espiritual, su necesidad interior. Ahora, acerca de su relevancia en la historia del arte, eso es algo que ustedes mismos tendrán, ahora que me leyeron, que responderse.
-Momo
Si quieres conocer más trabajos de este autor, visita los siguientes enlaces.
Un comentario sobre “Los cinco momentos de Wassily Kandinsky”