El estudio de la Edad Media
Al aproximarse al estudio una etapa histórica, la decisión de qué hechos, acontecimientos o procesos son relevantes y cuáles no, es algo completamente subjetivo. En el caso de los estudiosos de la Historia, todo depende del tema que estén desarrollando y el enfoque que le estén dando a su estudio, de forma que personajes tan importantes como Carlomagno y Saladino, o procesos como las Cruzadas o las Invasiones Normandas, podrían considerarse irrelevantes si lo que se estudia es la gastronomía del Imperio Bizantino en el siglo VII.
En el caso de los aficionados a la Historia, la cosa es aún más sencilla, ya que el parámetro para determinar si un tema es relevante o no, dependerá principalmente de su interés y sus gustos personales. En pocas palabras, cualquier hecho histórico puede resultar de extrema importancia, o bien, ser descartado sin mayores consecuencias, todo dependiendo del cristal con que se mire.
Es por esta razón que presentaremos algunos de los hechos históricos que suelen considerarse como altamente relevantes para el estudio de la Edad Media, ya sea por razones del tipo político, económico, social o cultural, o bien, porque han sido ampliamente estudiados desde diferentes enfoques y suelen ser tomados como un punto de partida para muchos investigadores.
1. La Caída del Imperio Romano de Occidente
Mucho se ha hablado ya sobre cuál es la fecha en que termina la Antigüedad y comienza la Edad Media y, aunque es prácticamente imposible y hasta cierto punto innecesario fijar una fecha exacta, son muchas las propuestas que se han hecho. No obstante, tradicionalmente la más aceptada y por la que generalmente comienzan los estudios medievales es el año 476 d.C. con la caída oficial del Imperio Romano de Occidente, pero… ¿Qué pasó realmente en ese año y por qué se considera tan relevante?
Pues bien, el Imperio Occidental vivía una crisis de la que jamás se pudo recuperar, los números de su ejército se encontraban por los suelos, su economía se había derrumbado, no era posible obtener ayuda del Imperio de Oriente y, por si fuera poco, varias oleadas de pueblos germanos realizaban constantes invasiones por diferentes flancos, llegando a conquistar Roma y a ser ellos mismos quienes decidían quién sería el emperador. Fue entonces cuando Odoacro destituyó a Rómulo Augústulo de la silla imperial y nunca más se nombró a su sucesor, terminando así con la sucesión imperial y, según algunas corrientes historiográficas, la Edad Antigua.
Si bien esta ya no siempre se considera como la fecha oficial del inicio de la Edad Media, lo cierto es que la deposición de Rómulo Augústulo sí trajo grandes consecuencias, ya que dejó de existir un imperio cristiano en tierras occidentales, por lo que el Imperio Bizantino no tendría un contrapeso sino hasta la llegada de Carlomagno.
Los diferentes pueblos germanos se asentaron en antiguas provincias romanas y fundaron los primeros reinos teutónicos, en los cuales tuvieron que convivir los romanos, católicos en su mayoría, con los germanos, quienes habían sido evangelizados por arrianos, e incluso con algunos pueblos paganos, quienes se negaban a abrazar el cristianismo, dando como resultado una época de grandes movimientos sociales, políticos y religiosos que nos permite marcar un posible final para la Edad Antigua.

2. El nacimiento del islam y su vertiginosa expansión.
Mientras que las tierras de Europa Occidental vivían uno de los momentos decisivos para el nacimiento de la cultura occidental, en la Península Arábiga nacía una nueva religión, el islam. A mediados del siglo VII, Mahoma consiguió una enorme cantidad de seguidores que se islamizaron rápidamente, comenzando por su esposa Jadiya y expandiéndose a las ciudades más importantes de la península, como eran La Meca y Medina.
Tras la muerte de Mahoma, sus sucesores, conocidos como los califas, comenzaron una agresiva expansión del islam, ya no sólo en tierras árabes, sino aventurándose más allá, entrando así en contacto con otros pueblos, otras religiones e incluso con potencias como el Imperio Bizantino. En tiempos de los 4 califas, el Imperio Islámico anexó a sus dominios Damasco y Egipto, y más adelante comenzaron a invadir la Península Ibérica. Este proceso resulta de extrema relevancia para el estudio de la Edad Media.
Por un lado, marca el nacimiento del islam y los primeros contactos que tuvo con el cristianismo y el judaísmo; por otro lado, la dominación islámica de África del Norte y del Sur de España arrebata a los cristianos la posibilidad de navegar por el Mediterráneo, el cual representaba una gigantesca fuente de ingresos, por lo cual la economía occidental sufrió una enorme recesión y se transformó en un sistema basado esencialmente en la producción agraria y de autoconsumo, tomando así aún más distancia de lo que fue el sistema de la Antigüedad.
Aunado a esto, la expansión islámica ocasionaría, siglos más adelante, que Oriente y Occidente formen alianzas y coaliciones para tratar de recuperar lugares de gran importancia para el cristianismo, dando como resultado movimientos de la altura de las Cruzadas, pero ése es un tema que se abordará más adelante.
Finalmente, es importante destacar que el contacto entre cristianos y musulmanes no siempre dio como resultado la violencia, sino que en muchos casos podemos apreciar hermosas expresiones artísticas que surgen como resultado del contacto entre ambas ideologías, no solamente en el plano arquitectónico, sino también en el pictórico y literario.

3. El nacimiento del Imperio Carolingio.
El nacimiento de este imperio es, al igual que muchos otros, un largo y complicado proceso, el cual resulta sin duda alguna, uno de los más relevantes para el estudio y la comprensión de la Edad Media, ya que marca un antes y después en una infinidad de aspectos que poco a poco se volverían inherentes en la cultura occidental.
La historia comienza con Carlos Martel, mayordomo del palacio real de la dinastía Merovingia. Carlos Martel logró conseguir el apoyo de importantes familias nobiliarias, quienes se unieron bajo su liderazgo para frenar el avance musulmán en Poitiers en el año 732 d.C. La batalla fue un rotundo éxito, y Carlos Martel comenzó una ambiciosa campaña para hacerse con el poder del Reino Franco, lo cual finalmente sucedería luego de que el último rey de los Merovingios fuera depuesto de su poder.
Además de esto, logró que el Papa reconociera a Pipino, hijo de Carlos, como el legítimo gobernante de los francos, luego de que éste le ayudara a resolver un problema de invasiones lombardas a la Santa Sede. Aunque la historia de Caros Martel es asombrosa, suele ser opacada por la de su nieto, Carlomagno, quien terminó de consolidar su poder como rey de los francos, pero también conquistó a los ávaros, a los lombardos y a los sajones, para ser finalmente coronado por el Papa como emperador de los romanos el 800 d.C.
El reinado de Carlomagno y su alianza con el Papa eran vistos como un sistema en el que la religión y el gobierno actuaban en completa sintonía, siendo uno el máximo gobernante espiritual, y el otro, el brazo armado de la Iglesia Católica, dispuesto a defenderla de posibles invasores y de cristianizar a los pueblos circundantes. En tiempos de Carlomagno surgió también la Escuela Palatina, en la cual un reducido porcentaje de la población tenía la posibilidad de aprender a leer y a escribir, aritmética, música, geometría, astronomía e incluso lenguas extranjeras, lo cual representaba un enorme avance para la época y paulatinamente se convertiría en un modelo a seguir por otras regiones occidentales.
Aunado a esto, es destacable la enorme producción literaria que inspiró la dinastía Carolingia, ya que es durante en ese tiempo donde se sitúan historias épicas como el Cantar de Roldán y la historia de los paladines, pero también surgieron leyendas en torno a la figura de Carlomagno, como por ejemplo, que blandía una espada mágica, cuyo brillo era tal, que podía cegar a sus enemigos en el campo de batalla; o bien, aún en nuestros días se dice que la ascendencia de algunas casas nobiliarias puede ser rastreada incluso hasta el mismísimo Carlomagno.

4. Las Invasiones Normandas.
Los normandos, también conocidos como nórdicos o escandinavos, iniciaron una serie de incursiones por todo el norte de Europa a finales del siglo VIII. Al principio se trató de viajes de exploración y saqueo, sin embargo, unos años más tarde comenzaron a asentarse en tierras europeas, iniciando guerras con otros pueblos que ya vivían ahí, pero también creando nuevas rutas de comercio, importando bienes de tierras muy lejanas y, principalmente, logrando grandes cambios en la navegación de occidente, con lo cual se pudo reactivar el comercio marítimo, la exploración de tierras hasta entonces desconocidas y un desarrollo considerable en las técnicas de navegación y elaboración de barcos.
Debido a las constantes invasiones y saqueos realizadas por los escandinavos, los europeos se vieron en la necesidad de crear, copiar e implementar estrategias de combate, lo cual sirvió para revolucionar el arte de la guerra en la Edad Media; por otro lado, sabemos que el comercio realizado con los normandos fue muy fructífero, y llevaron productos como el cuerno de narval, pieles y ámbar a tierras en donde estos bienes eran desconocidos y cuya demanda fue altísima. Por otro lado, luego de que muchos pueblos escandinavos se convirtieran al cristianismo, serían también poderosos aliados en contra de los enemigos religiosos de occidente, llegando a participar incluso en las Cruzadas.

5. La creación de los monasterios y su difusión por toda Europa.
A lo largo de la historia han surgido innumerables órdenes religiosas, algunas monásticas, otras mendicantes e incluso algunas militares. Sin embargo, todo comenzó en el siglo VI con San Benito de Nurcia, quien fundó el primer monasterio cristiano oficial en Montecassino, y cuya orden lleva el nombre de Orden Benedictina, en honor de su fundador.
La fundación de esta orden fue de vital importancia durante la Edad Media, no solamente porque institucionalizaba a los grupos de cenobitas que querían dedicar su vida a Dios, sino también porque se convirtieron en el bastión cultural de cristiandad, ya que una de las principales actividades de los monjes era resguardar, recopilar, traducir y en algunos casos difundir todo tipo de obras, desde los filósofos clásicos hasta los grandes teólogos cristianos de su época. Aunado a esto, la Orden Benedictina sirvió de inspiración para crear otras órdenes que de igual manera fueron muy relevantes en la Edad Media, como lo fueron Cluny, el Císter, los Templarios y los Franciscanos.

6. Invención y uso del fuego griego por parte de los bizantinos.
El choque cultural que se dio entre cristianos y musulmanes durante gran parte de la Edad Media fue indudablemente violento y, como siempre ya sea para bien o para mal, la guerra suele traer importantes avances tanto en técnicas y estrategias, como en armamento y tecnología.
Si bien Bizancio era una de las grandes potencias de la cristiandad, lo cierto es que estaba teniendo serias dificultades para defender su territorio de los invasores árabes, quienes cada vez eran más fuertes y se expandían por tierras anteriormente cristianas. No obstante esto, los bizantinos desarrollaron una nueva arma que les otorgó la victoria en una serie de enfrentamientos y que les confería la ventaja durante las batallas navales, se trataba del fuego griego.
Esta arma permitía incendiar rápidamente las naves de los contrincantes y, de acuerdo con la leyenda, el agua no podía apagar las flamas, sino que solamente las avivaba, lo cual resultaba aterrador al tratarse de un combate en medio del mar.
Hasta el día de hoy, nadie ha logrado replicar el fuego griego ni dar con su fórmula. Sin embargo, gracias a las crónicas que nos llegaron de aquella época, sabemos que esa arma fue sin duda alguna, uno de los avances más relevantes para los territorios cristianos, con lo cual lograron que Constantinopla resistiera varios siglos más.
7. La consolidación y estructuración de la Iglesia Católica.
La Iglesia Católica nació como institución desde mucho antes de que comenzara la Edad Media, sin embargo, fue durante esta época que definió gran parte de la estructura y tradiciones que hasta hoy en día conserva. En primer lugar, fue a finales del siglo VI cuando el Obispo de Roma fue declarado formalmente como la cabeza de la Iglesia Católica, ostentando así su supremacía por sobre sus homólogos de otras regiones igualmente importantes para la cristiandad, como lo fueron Constantinopla, Jerusalén o Alejandría.
Unos siglos más adelante, debido a un serio conflicto que existió entre el Papa y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, la Iglesia se vio en la necesidad de crear un método institucional que concerniera únicamente a los miembros más destacados de la jerarquía eclesiástica para nombrar al nuevo Papa. Esto dio como resultado dos cosas de gran importancia que han llegado hasta nuestros días: se trata del título de cardenal y del cónclave.
Los cardenales son altos jerarcas que pueden distinguirse a simple vista por su llamativo ropaje color rojo, siendo una de sus principales funciones votar por el sucesor de San Pedro, el cual generalmente es elegido de entre ellos. El cónclave, por su parte, es el proceso mediante el cual estos jerarcas se reúnen en una habitación cerrada y completamente aislada del mundo exterior y de cualquier influencia ajena a ellos para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
La capacidad para evolucionar y adaptarse de la Iglesia fueron extremadamente relevantes durante la Edad Media, ya que no solamente le ayudaron a sobrevivir a las constantes dificultades que se presentaban, sino también imponerse como la institución hegemónica de la época.

8. Las Cruzadas
Mucho se ha hablado ya de las Cruzadas, es común escuchar que se trata de grandes batallas entre cristianos y musulmanes por el dominio de Tierra Santa y algunas regiones cercanas de gran importancia. Pero, ¿qué relevancia tuvieron para la Edad Media, o para su estudio en nuestros días?
Pues les comento que las Cruzadas no solamente representan una de las pocas situaciones en las que muchos habitantes que solían diferir entre ellos lograron unirse con único fin, aliándose así franceses con alemanes, españoles e ingleses, ricos y nobles con siervos, católicos con ortodoxos y occidentales con orientales; también se tratan del primer contacto en gran escala entre oriente y occidente desde la Caída del Imperio Romano.
Por un lado, mientras muchos iban a pelear y tratar de reconquistar territorios, muchos otros optaron por viajar y explorar regiones anteriormente desconocidas para ellos, y fue durante estos viajes que muchos europeos encontraron productos que les parecieron enormemente llamativos, como fueron las especias, los pigmentos, las telas preciosas, animales exóticos, etc.; cosas que en Europa eran prácticamente imposibles de conseguir y que podían alcanzar precios elevadísimos.
Fue así como los primeros comerciantes y mercaderes comenzaron a importar mercancía para revenderla en su país natal y amasar una pequeña fortuna. Los más aventureros comenzaron a crear las primeras inversiones, en las cuales pedían el apoyo económico de algún patrocinador para emprender el viaje a Medio Oriente en busca de costosos productos, a cambio de la promesa de devolver el dinero invertido más una nada desdeñable cantidad extra. Para proteger a los inversionistas de una gran pérdida en caso de accidentes o pillaje, nacieron los primeros seguros, y para realizar grandes transacciones con clientes importantes nació el crédito. Paulatinamente fue tomando forma un incipiente capitalismo comercial.
La reactivación del comercio como consecuencia de las Cruzadas trajo consigo el nacimiento de una nueva clase social: la burguesía, la cual era económicamente mucho más poderosa que la gente común, pero que no gozaba de los mismos privilegios que la nobleza… o por lo menos no por el momento, ya que poco a poco la burguesía se fue acercando más y más a la monarquía, entrando en serios conflictos con la nobleza, los cuales muchos siglos más adelante terminarían por desembocar en grandes revoluciones que cambiarían el curso de la historia.

9. El Final de la Edad Media.
Como explicamos al inicio del presente artículo, las fechas que delimitan una edad suelen estar sujetas a la interpretación de quien las estudia; sin embargo, los diferentes hechos que se toman para marcar el final de la Edad Media son en verdad relevantes, tanto para el medievo como para la historia en general, por lo que a continuación presentaremos algunos de los acontecimientos más relevantes que se han utilizado para finalizar la Edad Media y comenzar la Modernidad.
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Caída del Imperio Romano de Oriente
La Caída del Imperio Romano de Oriente, o Constantinopla, en el año 1453 d.C. es posiblemente el acontecimiento que más se utiliza para dar fin a la Edad Media, ¿la razón? al caer Constantinopla y ser tomada por los turcos, las grandes rutas de comercio que conectaban Oriente y Occidente se ven bloqueadas, por lo que los europeos se ven en la desesperada necesidad de buscar nuevas formas de conectar con los países asiáticos, lo cual genera grandes cambios económicos, avances en la geografía, la navegación y otras áreas del conocimiento. Por si fuera poco, resulta casi poético que la Edad Media se encuentre delimitada por la caída de las dos partes del Imperio Romano.

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Invención de la Imprenta
La invención de la imprenta en Occidente se sitúa alrededor del año 1440 d.C. y se atribuye al invento alemán Gutenberg. Este avance tecnológico fue, sin duda, uno de los más revolucionarios que se dieron durante el Medievo, y es que antes de que existiera la imprenta, los libros eran copiados a mano en su totalidad, a veces por monjes eruditos que dominaban el tema del que se hablaba en el libro, pero otras veces por copistas que en realidad no sabían leer, sino que únicamente copiaban los signos que veían, por lo que era posible adquirir un libro cuya caligrafía no era del todo agradable o comprensible, pero lo que era aún más trágico, es que los libros, al ser escritos, copiados, encuadernados y empastados a mano, tenían un precio excesivamente alto, por lo que únicamente los monasterios, altos mandatarios eclesiásticos, nobles y burgueses eran capaces de comprar uno o varios volúmenes. Pero todo esto cambiaría con la invención de la imprenta, ya que esta máquina facilitaría el trabajo de los copistas, permitiendo así que una obra fuera copiada cientos de veces en tan solo una fracción del tiempo que un amanuense utilizaba; por lo que los precios de los libros se vieron enormemente rebajados, así como la velocidad de su distribución, permitiendo así que una gran parte de la población fuera capaz de conseguir libros y generando toda una revolución cultural sin precedentes.

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Gramática de Nebrija
La impresión de la Gramática de Nebrija es un acontecimiento mucho menos utilizado que los anteriores para marcar el final de la Edad Media, sin embargo, existen razones para que sea tomado en consideración y aunque es menos frecuente, no es raro encontrar estudiosos que aún lo utilizan. La relevancia de esta obra radica en que fue la primera gramática que explicaba el funcionamiento de una lengua que no fuera el latín, es decir, se trataba de una gramática española, lo cual indirectamente mostraba cómo se había tomado distancia de los cánones medievales, hasta llegar al punto en que el latín caía cada vez más en el desuso y la lengua española se convertía en un nuevo idioma para un incipiente imperio.
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Descubrimiento de América
Si América fue descubierta o no, no es lo importante en esta sección y la discusión será guardada para otra ocasión; lo que realmente importa de este acontecimiento es que la llegada de los europeos al continente americano representó una completa ruptura con el esquema medieval del mundo, y es que durante la Edad Media se tenía una concepción tripartita de prácticamente todo, el universo se dividía en tres niveles (Cielo, Tierra e Infierno), tres eran las clases sociales (oratores, bellatores, laboratores), tres eran los tiempos y las etapas de la vida humana, tres eran los regalos que el Niño Dios recibió de los Reyes Magos, los cuales representaban a las tres partes del mundo que fueron habitadas por los tres hijos de Noé respectivamente; por lo que resultó en algo inaudito que apareciera una cuarta parte del mundo, totalmente desconocida e inexplorada para los europeos, quienes comenzaron a desarrollar todo tipo de teorías y explicaciones para comprender la existencia de este continente. Si bien, todas estas teorías son en extremo interesantes de estudiar, lo cierto es que no fueron del todo exitosas, y poco a poco se fueron buscando nuevas alternativas para comprender la situación que vivían.
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Revolución Francesa
Al llegar a este apartado posiblemente te preguntarás cómo es posible que la Revolución Francesa, acontecida en el siglo XVIII pueda ser utilizada como acontecimiento que pone fin a la Edad Media, a diferencia de los acontecimientos anteriormente explorados que rondan el siglo XV. Pues bien, de acuerdo con el marxismo, la historia funciona a través de la lucha de clases, y el cambio en los sistemas de producción lo que diferencia a una etapa de otra, por lo que los historiadores marxistas más radicales proponen que el feudalismo en realidad no fue erradicado tras la Caída de Constantinopla, ni con la invención de la imprenta y mucho menos con el Descubrimiento de América, sino hasta la Revolución Francesa, en la cual el poder le es arrebatado a los nobles y pasa a manos de los burgueses, comenzando así una nueva era. Estemos de acuerdo o no con esta propuesta, es digna de ser mencionada, ya que ha sido utilizada en algunas ocasiones y claro, destaca por ser muy diferente de todas las demás.
Como hemos explicado anteriormente, el presente texto no busca argumentar que estos acontecimientos fueron los más relevantes, sino únicamente dar a conocer algunos de los más estudiados y representados de la Edad Media, ¿Conocías estos datos? ¿Crees que deberíamos agregar o cambiar alguno? Cuéntanos qué opinas en los comentarios.
-El Erudito
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