El 26 Diciembre 1776 en Trento, Nueva Jersey, comenzó un enfrentamiento entre las tropas del general George Washington y las tropas del general Johann Rall, un enfrentamiento que traería las primeras victorias del ejército continental contra un ejército de mercenarios alemanes. Pero, ¿qué hacían alemanes peleando en las colonias inglesas?
En esta entrada hablaremos de los hessianos.
Primero debemos de saber de dónde surgen estas tropas del sacro Imperio Romano Germánico y para eso nos remontaremos a 1568, a la muerte del landgrave Felipe I de Hesse, cuando su Langraviato se dividió en 4 partes para sus 4 hijos: Hesse-Kassel, Hesse-Marburgo, Hesse-Rheinfels y Hesse-Darmstadt. De estos 4 nos enfocaremos en Hesse- Kaseel, heredado a su hijo mayor Guillermo IV.
Durante este tiempo Europa se caracterizó por una guerra constante, y la mano de obra militar tenía una gran demanda. Alemania todavía no era una nación unificada y la necesidad de defenderse contra Estados preparados y bien armados condujo a la creación de ejércitos profesionales, que en consecuencia fueron experimentados y bien entrenados. Muchas sociedades alemanas se militarizaron, con la mayoría de los hombres recibiendo capacitación anual desde la adolescencia hasta la edad adulta. Los Estados alemanes variaron considerablemente en tamaño y riqueza, y varios llegaron a confiar en sus tropas como un recurso económico, especialmente porque mantener un ejército permanente era costoso.
Con esta premisa los Estados alemanes prestaban tropas durante las guerras que se suscitaban en Europa. Hesse-Kassel pronto surgió como la fuente más prominente de soldados convirtiéndose en el Estado más militarizado de Europa, teniendo uno de cada cuatro hogares un integrante en el ejército. Todos los hombres de Hesse se registraban para el servicio militar a la edad de siete años, y desde los 16 hasta los 30 años, tenían que presentarse anualmente a un oficial para un posible reclutamiento.
El servicio militar era notablemente estricto y exigente, enfatizando la disciplina de hierro a través del castigo draconiano. Sin embargo, la moral en general era alta, y se decía que los soldados se enorgullecían de su servicio. Los oficiales generalmente tenían una buena educación y eran promovidos por méritos. A los soldados se les pagaban salarios relativamente altos y sus familias estaban exentas de ciertos impuestos.
En las guerras que participaba Hesse-Kassel nunca tuvieron ningún interés en el conflicto, llegando a participar en la guerra de Suecia contra Rusia, la guerra de sucesión de Austria y la Guerra de los siete años.
En 1760 sube al poder el Landgrave Federico II, quien se encontraba emparentado con Jorge III de Gran Bretaña. Cuando comenzó el movimiento independentista de las 13 colonias, Gran Bretaña recurrió a los Estados alemanes para buscar los militares que le hacían falta. Después de la guerra de los Siete Años, Gran Bretaña desmovilizó su ejército para aliviar la deuda masiva causada por la guerra. Muchos de estos recortes presupuestarios provienen del ejército para mantener la poderosa armada en la que Gran Bretaña confiaba para proteger su imperio. Cuando comenzó la revolución, Gran Bretaña necesitaba soldados entrenados para luchar no solo en América del Norte, sino también en todo su imperio.
Así que durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, Federico II y otros príncipes alemanes ofrecieron algunas de las unidades de sus ejércitos regulares a Gran Bretaña para su uso en la lucha contra los rebeldes. Unos 30 000 de estos hombres sirvieron en las colonias de América, donde a menudo el ejército continental denominaba a estos auxiliares de los Estados alemanes hessianos.
Las tropas alemanas sirvieron durante toda la revolución, y fueron temidas y admiradas por su disciplina y ferocidad. Jugaron papeles importantes en muchas batallas, pero son más famosas por su servicio en las batallas del norte. En White Plains, los hessianos bajo el mando de Leopold Philip de Heister golpearon las líneas americanas hasta que se rompieron. En el fuerte Washington, los hessianos bajo Wilhelm von Knyphausen vencieron a los defensores estadounidenses.
De 1776 en adelante los soldados de Hesse pelearon en la mayoría de las batallas más importantes, incluyendo los de Nueva York y la campaña de Nueva Jersey, de la cual destaca la batalla de Trenton por haber sido tomadas sorpresivamente las tropas hessianas y recibir una derrota que ayudaría a avivar la esperanza de los independentistas; la batalla de Germantown, el cerco de Charleston y el Sitio de Yorktown.
A lo largo de la guerra, los colonos trataron de atraer a los hessianos a abandonar a los británicos, haciendo hincapié en la gran y próspera comunidad germano-estadounidense. El Congreso de los Estados Unidos autorizó la oferta de tierras de hasta 20 hectáreas a soldados de Hesse que cambiaron de bando.
Muchos de los alemanes que fueron capturados durante la guerra fueron retenidos en Lancaster, Pennsylvania. La zona era ideal debido a su distancia de los combates y la gran población de habla alemana. Entre el 40 y el 50 por ciento de las tropas alemanas no regresaron a casa. Muchos de estos fueron víctimas, pero algunos optaron por quedarse en los Estados Unidos, atraídos por la oportunidad y la libertad que ofrece la nueva nación.
-Barbarella
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