Unas semanas después del ataque japonés a Pearl Harbor, el Secretario de Marina, Knox, le nombra Comandante en Jefe de la Flota del Pacífico al Teniente Chester William Nimitz, con el rango de almirante, en sustitución del almirante Kimmel, el cual cargó con la culpa del ataque por sorpresa a Hawái.
El empieza a organizar sus fuerzas para intentar parar la expansión japonesa, en el período más crítico de la guerra, debido a las numerosas bajas sufridas y a la escasez de todo. Evitar el pesimismo, apuntando sobre el desastre de Pearl Harbor, se concentró en aspectos positivos como el hecho de que la base de submarinos de Pearl Harbor se salvó, y los portaaviones sobrevivieron al ataque por estar estos de maniobras en alta mar.
En una reunión de los Jefes de los Estados Mayores de EE. UU. y Gran Bretaña, se divide la zona del Pacífico en tres áreas, correspondiéndole a él una de ellas, asumiendo el mando de todas las tropas aliadas del mar, aire y tierra.
A medida que la guerra se desarrollaba, Nimitz se convirtió en comandante en jefe del Océano Pacífico, mientras que mantiene su mando en la Flota del Pacífico. Esa promoción le dio el mando de todo el teatro del Pacífico, excepto para la sección del Suroeste del Pacífico y el Sureste, del que era Comandante en Jefe el general Douglas MacArthur.
Cuando Estados Unidos empieza a reponerse de material y hombres, de reconstruir una Flota desmoralizada y de proteger los intereses estadounidenses en el Pacífico, empieza sus acciones ofensivas, basándose en el ataque de los portaaviones, apoyado por el máximo responsable de estos, el almirante Halsey. Estos ayudaron muy poco en términos estratégicos, pero fueron extremadamente importantes para levantar la moral de la flota, otorgar experiencia a sus miembros y probar y desarrollar tácticas. Fue ganando reconocimiento por su estrategia y brillante conducción, por las victorias en las Batallas del Mar del Coral, las islas Salomón y sobre todo, la Batalla de Midway.
El ataque fue llevado a cabo por el Almirante Isoroku Yamamoto, cuyo principal objetivo estratégico era la eliminación de los portaaviones estadounidenses, considerados la principal amenaza durante la campaña del Pacífico. No obstante, el servicio de inteligencia de los Estados Unidos había logrado descifrar un mensaje secreto nipón en el que se daba a entender que el Almirante Yamamoto iniciaría una nueva ofensiva hacia E.E.U.U. en un punto en el Pacífico nombrado con el código AF, que luego identificaron como la base de Midway. Así, EE. UU. envió un falso mensaje a los Aliados, comunicando que las reservas de agua dulce de la isla se agotarían a causa de una falla en los sistemas de desalinización. La emboscada resultó exitosa. El supuesto ataque sorpresa a Midway fue descubierto antes de haberse concretado.
Mientras los japoneses planeaban su ofensiva con 4 portaaviones, 14 cruceros, 32 caza-torpedos, 9 acorazados y cerca de 433 aviones de combate, los estadounidenses los esperaban con 3 portaaviones (Enterprise, Hornet y Yorktown), 8 cruceros, 15 caza-torpedos, 19 submarinos y cerca de 373 aviones de combate. El Almirante Nagumo lanzó el primer ataque a la isla a las 4:30 horas del 4 de junio de 1942, con un total de 108 aviones de combate iniciando un conflicto aeronaval que se extendió hasta el 7 de junio de ese año.
El 10 de junio, en una Conferencia del Alto Mando japonés, destinada a planear la continuación de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, la Marina Imperial disimuló la envergadura real de sus pérdidas en la batalla de Midway. Cuando el emperador Hirohito fue informado de lo acontecido, prefirió mantener el secreto ante el resto del Ejército y la opinión pública, y ordenó que los responsables militares de la planificación de la guerra continuasen por algún tiempo organizando sus ataques bajo la premisa de que la flota aeronaval japonesa seguía siendo poderosa. Así, la Marina Japonesa continuó luchando con ferocidad incluso frente a la supremacía naval de los Estados Unidos hasta el final de la guerra. Sin embargo, la victoria americana infligió daños irreparables a los portaaviones nipones y acortó el tiempo del conflicto en el Pacífico.
En 1943, aprueba la operación contra el almirante Yamamoto (Operation Vengeance), previa aprobación del Presidente Roosevelt.
En octubre de 1944, es designado nuevamente comandante de la Flota, y en diciembre, el Congreso estadounidense le nombra Almirante de Flota, el más alto rango de la Marina. Tiene a su mando dos millones de soldados, 1000 embarcaciones y 2000 acciones.
Dirige el ataque en las islas Marianas, derrotando decisivamente a la Flota japonesa en el Mar de Filipinas, y posteriormente, Okinawa e Iwo Jima.
Fue conocido en la campaña del Pacífico, como el “saltador de islas”, debido a su estrategia de atacar sólo a las más importante, dejando atrás las secundarias. Es elegido para dirigir la invasión de Japón.
El 2 de septiembre de 1945, estampó su firma, en el acorazado “USS Missouri”, en la rendición incondicional de Japón, en la bahía de Tokio, aunque en principio, manifestó su intención de no asistir, ya que creía que se minimizaba la participación de la Marina en la guerra, ya que el general McArthur, era el que iba a dirigir la ceremonia, teniendo que intervenir el mismo presidente Truman.
Edri Alexander Crespo Jama
Bibliografía
- Chester W. Nimitz. (s. f.). La Segunda Guerra Mundial. Recuperado 5 de junio de 2021, de https://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=14861
- Gavaldà, J. (2021, 30 enero). Historia National Geographic. historia.nationalgeographic.com.es. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/batalla-midway-japoneses-contra-norteamericanos-segunda-guerra-mundial_15370
- Ventosa, J. R. (2020, 26 enero). El arrogante general MacArthur, un héroe incómodo para Washington. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200126/473096655132/douglas-macarthur-eeuu-iigm-japon-corea.html