La compleja situación internacional pesa sobre la sucesión de Tito. En la primera declaración explícita desde hace años, Estados Unidos se comprometió a garantizar en el futuro la independencia de Yugoslavia.
El presidente Jimmy Carter, afirmó en la Casa Blanca que «si Yugoslavia lo solicita», Estados Unidos tomará cualquier acción que sea necesaria para atender esa petición.
En un lenguaje muy claro y en respuesta a la última pregunta de una rueda de prensa, el presidente norteamericano manifestó que mantiene conversaciones con los yugoslavos y con los aliados europeos como consecuencia de la deteriorada salud del mariscal Tito.
Sin referirse a una eventual invasión soviética, Carter dijo que Yugoslavia es un país «fuerte, bien equipado, independiente, no alineado y capaz de defenderse por sí mismo», pero -añadió-, si los yugoslavos solicitan nuestra ayuda «tomaremos cualquier acción que sea necesaria para atender la petición».
Esta declaración de Carter -informa la agencia France Presse desde Belgrado- no recibió ayer una reacción oficial en la capital yugoslava, donde fue suspendida la habitual rueda de prensa que mantiene semanalmente con los periodistas el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
A finales del mes de enero, fuentes gubernamentales subrayaron que el país es «capaz de salvaguardar su independencia» y añadió que Yugoslavia «rehúsa cualquier tutela, venga de donde venga». Esta toma de posición respondía a declaraciones de apoyo procedentes de países occidentales que Belgrado hubiera deseado más discretas.
En este mismo sentido, el jefe del Gobierno yugoslavo, Veselin Djuranovic, condenó en Berlín Oriental «cualquier forma de expansionismo y ocupación extranjera»
Djuranovic declaró en el brindis de la cena que ofreció en su honor su homólogo germanoriental, Willi Stopti, que Yugoslavia ha defendido siempre la garantía de la paz y el desarrollo libre e independiente de todos los pueblos constituye la meta más alta de toda la comunidad internacional.
«En el momento presente somos testigos de cada vez más frecuentes y peligrosos conflictos armados, así como también de injerencias extranjeras en los asuntos internos de muchos Estados, ante todo no alineados», señaló Djuranovic.
En las conversaciones que sostuvieron antes de esta cena Djuranovic y Stoph habían expresado su preocupación en vista del empeoramiento de la situación internacional.
Ambos políticos estuvieron de acuerdo en que no existe una alternativa razonable que pueda sustituir a la política de coexistencia pacífica.