El fútbol, uno de los deportes más importantes en la historia del mundo, aquel por el cual la gente ríe o llora, se frustra o implora. Ese bello deporte tiene muy buenos pasajes en su historia, y ahora hemos de recordar el nacimiento de una potencia futbolistica y también de uno de sus más grandes exponentes.
Brasil, actualmente llamada como la verdeamarella y también como el país de joga bonito, tuvo una de sus más tristes y dolorosas derrotas mundialistas en Maracanã, en aquel conocido Maracanazo donde perdería la final del mundial de 1950, aquel 19 de julio Brasil caía derrotada 2-1 contra la garra charrua, y eso marcaría su historia en los mundiales.
Corría el año de 1958, Brasil clasificó al mundial de Suecia 58, Brasil no era favorita en este mundial, pues el juego de los equipos europeos se presumía ser superior al de los demás continentes, sin embargo, con jugadores como Garrincha, Vavá, Zagallo y un joven Pelé, daban esperanza al país carioca, una esperanza de levantar la ansiada Copa Jules Rimet (antiguo nombre para la Copa del Mundo).
Como había dicho, la verdeamarella no era fiel favorita, sin embargo, con un juego vistoso y habilidoso de la mano de jugadores como Vavá, Garrincha y Pelé, comenzaron a posicionarse como favoritos al título, hasta llegar a la final, en donde se encontrarían contra una ostentosa y poderosa Suecia, basada en el juego físico y de desgaste, era la favorita por ser local y por arrollar a sus rivales en partidos previos a la final.
La final inició a las 15:00 hrs local, el 29 de junio de 1958, el poder sueco se adueñaba del campo al marcar el primer tanto del partido, sin embargo, con una fuerte reacción de la escuadra carioca, conseguirían el empate algunos minutos después, con un 1-1 parejo, el partido se enardecio al minuto 32, cuando Vavá anotaba su doblete poniendo el 2-1 parcial, mientras que Pelé y Zagallo colocaban el 4-1 en el marcador y una reacción sueca reanimaria al equipo nórdico con un 4-2, sin embargo, Pelé liquidó la tanda en 5-2, un brutal golpe de autoridad del equipo brasileño, adueñandose de su primer copa del mundo y colocando al joven Pelé como su jugador revelación.
Ese fue el inicio de la poderosa verdeamarella máxima campeona de Copas del Mundo y de la estrella más grande del fútbol, don Edson Arantes do Nascimento, o para que lo reconozcan, PELÉ.
Tonatiuh León García Cortés.