#Efemérides, 31 de agosto de 1997. Fallecimiento de Diana Spencer, antes Diana de Gales.

31 de agosto de 1997, el fallecimiento de una mujer que era muy querida por las personas y que su deceso causó una conmoción sin precedentes tanto en el Reino Unido como en todo el mundo, siendo su funeral presenciado por una audiencia estimada de 2,5 mil millones de personas.

Diana Princesa de Gales (Diana Frances Spencer o Lady Di) era una activista, filántropa y aristócrata británica, primera esposa de Carlos, príncipe de Gales, heredero de la Corona británica. Con el príncipe Carlos, tuvo dos hijos, Guillermo y Enrique.

Nacida en Sandringham (pueblo al noroeste de Norwich), el día 1 de julio de 1961, se casó con el Príncipe Carlos de Gales, el día 29 de julio de 1981, en la catedral de San Pablo de Londres.

Fue un mediodía de un 30 de agosto, en el año 1997, Diana había abordado un jet privado en compañía de Dodi Al-Fayed en Cerdeña (Italia) hacia su destino que era París (Francia), aterrizaron a las 15:15 hrs del mismo día, y llegaron a hospedarse en la capital francesa a las 16:30 hrs. Salieron del hotel alrededor de las 00:30 hrs del día 31 de agosto, por la parte trasera del recinto para evitar a los paparazzis, sin embargo la idea no funcionó de la manera que esperaban, y fueron seguidos hasta que el conductor del vehículo perdió el control del auto y se estrelló contra una columna de concreto, Diana tras el impacto aún se encontraba con vida, aunque con múltiples heridas superficiales y un shock circulatorio, inmediatamente al llegar los paramédicos fue sacada del vehículo y trasladada al Hospital de la Pitié-Salpêtrière a las 2:06 hrs.

Sin embargo, tras complicarse su situación, Diana Frances Spencer falleció a las 04:00 horas el 31 de agosto de 1997, a la edad de 36 años.

 

Tonatiuh León García Cortés.

#Efemérides, 24 de agosto de 1821. Firma de los Tratados de Córdoba, que acuerdan la independencia de México.

Los Tratados de Córdoba, aquellos que le dieron a la entonces Nueva España la independencia del Imperio Español.
Se conmemoran ya 201 años desde aquel día en que se firmaron en la Villa de Córdoba los Tratados de Córdoba, firmados por el primer jefe del Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías don Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu (Agustín de Iturbide) y por el teniente general de los ejércitos de España don Juan José Rafael Teodomiro de O’Donojú y O’Ryan​ (Juan O’Donojú).
Los Tratados de Córdoba son los primeros manuscritos legales por los cuales se pronunció públicamente la independencia de México. Constaban de 17 preceptos, los cuales fueron aprobados por decreto de Agustín de Iturbide, y para México entró en vigor justo al día siguiente de su firma, el 25 de agosto. Sin embargo, la voluntad de O’Donojú fue denegada por los reyes de España, por lo que no reconocieron la independencia de México. Afortunadamente, el hecho no impidió que en nuestro país los acontecimientos que ya se tenían previstos siguieran su curso.
En los Tratados de Córdoba se reconocieron los territorios que pertenecieron anteriormente a la monarquía y se instauró una nación soberana e independiente como “Imperio Mexicano” con la condición monárquica constitucional moderada, donde se podría situar a las cortes en la misma capital.
El nuevo imperio fue ofrecido a Fernando VII, Rey Católico de España; en segundo caso debido a su renuncia o no admisión, a su hermano o a uno de sus infantes, así como a un elemento de la Corte Peninsular que el Rey designaría y, en caso de que ninguno de éstos aceptase el nombramiento, las propias Cortes Imperiales de México lo designarían. La Corona Española no aceptó y los españoles más leales a la Corona, aquellos que rechazaron el documento y mantuvieron ocupadas las plazas de México, Veracruz, San Carlos de Perote y el Castillo de San Diego en Acapulco. Estas discordias entre los Realistas y el Ejército Trigarante, finalmente terminaron cuando el General Francisco Novella se desempeñaba como Jefe Interino Superior de la Nueva España, quien encontrándose en una situación insostenible fue obligado a retirarse, y tras su retiro, el 27 septiembre de 1821 se ejecutó un evento que conocemos como la entrada triunfal del Ejército Trigarante.
Y fue así, como se inició el Primer Imperio Mexicano, que comprende desde la ascensión al trono del Agustín de Iturbide I el 21 de julio de 1922.

Tonatiuh León García Cortés.

#Efemérides: 22 de agosto de 1864: Primera adopción de la Convención de Ginebra

El Primer Convenio de Ginebra se instituyó en un período crítico en la historia política y militar de Europa política. Entre la caída de Napoleón I en la Batalla de Waterloo en 1815 y el ascenso de su sobrino en la campaña de Italia de 1859, las potencias habían mantenido la paz en el oeste de Europa. Sin embargo, con el conflicto en la península de Crimea, la guerra había vuelto a Europa, y mientras que los problemas estaban en una región distante y de difícil acceso, el norte de Italia se convirtió en un modo de acceder desde todas partes de Europa occidental, que al instante se llenó de curiosos y de observadores, mientras el derramamiento de sangre que, hasta entonces no era excesivo a la vista, resultó algo extraño y sorprendente.

A pesar de su intención de aminorar los estragos de la guerra el inicio de la Primera Convención de Ginebra inauguró una renovación de la actividad militar a gran escala, a la que el pueblo de Europa occidental no estaba acostumbrado desde que Napoleón había sido eliminado.

El movimiento por un conjunto internacional de las leyes para regir el tratamiento y la atención a los heridos y prisioneros de guerra comenzó cuando el activista de socorro Henri Dunant fue testigo de la batalla de Solferino en 1859, combate entre los ejércitos de franceses – piamonteses y el Ejército austriaco en el norte de Italia.​ El posterior sufrimiento de los 40 000 soldados heridos que quedaron en el campo debido a la falta de instalaciones, personal, y treguas para darles la asistencia médica motivó a Dunant entrar en acción. Al regresar a Ginebra, Dunant publicó sus experiencias en Un souvenir de Solferino y, a través de su membresía en la Sociedad de Ginebra para el Bienestar Público, instó a convocar a una conferencia internacional, ayudando después a crear el Comité Internacional de la Cruz Roja en 1863.

El Comité Internacional de la Cruz Roja, al tiempo que reconoce que sobre todo, el deber y la responsabilidad de una nación, es salvaguardar la salud y el bienestar físico de su propio pueblo, sabía que siempre, sobre todo en tiempos de guerra, serían una necesidad las agencias voluntarias para complementar los organismos oficiales encargadas de estas responsabilidades en todos los países.​ Para asegurarse de que su misión fuera ampliamente aceptada, se requería un conjunto de normas para regir sus propias actividades y las de las partes beligerantes implicadas.

El 22 de agosto de 1864, varios países europeos se congregaron en Ginebra, Suiza donde se firmó el Primer Convenio de Ginebra:

  • Gran Ducado de Baden (hoy Alemania)
  • Reino de Bélgica
  • Dinamarca
  • Imperio Francés
  • Hesse-Darmstadt (hoy Alemania)
  • Reino de Italia
  • Reino de los Países Bajos
  • Reino de Portugal
  • Reino de Prusia (hoy Alemania)
  • Reino de España
  • Confederación Suiza
  • Reino de Wurtemberg (hoy Alemania)
  • Noruega y Suecia firmaron en el mes de diciembre.

 

No sólo fue el primero, sino que fue también el más básico y su fuerza obligatoria deriva desde el consentimiento implícito de los Estados que lo han aceptado y aplicado en la realización de sus operaciones militares.​ Este primer esfuerzo previene sólo para:

  • la inmunidad de captura y destrucción de todos los centros para el tratamiento de soldados heridos y enfermos.
  • La recepción y tratamiento médico imparcial de todos los combatientes heridos o enfermos.
  • La protección de los civiles que prestan ayuda a los heridos.
  • El reconocimiento del símbolo de la Cruz Roja como medio de identificación de personas y equipos cubiertos por el acuerdo.

A pesar de sus mandatos básicos fue un éxito en la rápida ejecución de importantes reformas.

Debido a las ambigüedades significativas en los artículos de ciertos términos y conceptos, y más aún a la rápida evolución de la guerra y la tecnología militar, los artículos originales tuvieron que ser revisados y ampliados, en gran parte en el Segundo Convenio de Ginebra en 1906 y en el Convenio de La Haya de 1899 que amplió los artículos a la guerra marítima.7​ Fue actualizado de nuevo en 1929 cuando se hicieron pequeñas modificaciones al mismo. Sin embargo, como Jean S. Pictet, Director del Comité Internacional de la Cruz Roja, señaló en 1951, la ley, sin embargo, siempre va a la zaga de la caridad, sino que además llega tarde en la conformación de las realidades de la vida y la necesidades de la humanidad, como tal, es deber de la Cruz Roja ayudar en la ampliación del ámbito de la aplicación de la ley, en el supuesto de que… la ley conservará su valor, principalmente a través de la revisión y ampliación de estos principios básicos del Primer Convenio de Ginebra.

#Efemérides, 17 de agosto de 1945. Publicación en el Reino Unido de Rebelión en la Granja, de George Orwell.

George Orwell, un hombre que ha sido muy importante para la literatura de tonos futuristas y distopicas, en cuyas obras plasma de manera increíble el panorama de un mundo diferente y quizás prometedor.

Y justamente, hablaremos de una de sus obras cuyo trasfondo es más allá de lo que la mente podría imaginar, La Rebelión En La Granja (Animal Farm en inglés), es una novela satírica escrita por George Orwell (cuyo nombre real es Eric Arthur Blair) un novelista, periodista, ensayista y crítico británico que nació en la India.

George Orwell nació el 25 de junio de 1903 en la India, hijo de Richard Walmsley Blair (administrador del ministerio del opio del gobierno colonial de la India) y de Ida Mabel Limouzin.

Fue trasladado en 1905 a Inglaterra y no volvió a ver a su padre hasta 1907.

Dentro de sus más importantes obras destacan 1984 y de la que hablaremos ahora, Rebelión En La Granja.

Esta obra es satírica fue publicadael 17 de agosto de 1945, la obra es una fábula mordaz sobre cómo el régimen soviético de Iósif Stalin corrompe el socialismo. En la ficción de la novela un grupo de animales de una granja expulsa a los humanos tiranos y crean un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en otra tiranía brutal.

El argumento de esta obra de consta de 86 páginas, en las cuales se narra la historia de como los animales, hartos de la tiranía del hombre, deciden rebelarse y exiliar al granjero Howard Jones mientras ellos crean sus propias reglas dentro de la granja. Todo va de maravilla al principio, hasta que los cerdos quienes fueron los que se erigieron por encima de los demás animales como especie dominante gracias a su inteligencia, empiezan a tener discrepancias entre ellos, sobretodo entre los dirigentes Napoleón y Snowball, siendo Snowball quien es exiliado por Napoleón.

Tras exiliar a Snowball, Napoleón se autoproclama como el único líder de la granja, y a lo largo de esta obra literaria se va dejando en claro cómo poco a poco va tomando ciertas actitudes muy “humanas”.

 

Tonatiuh León García Cortés.

#Efemérides: 15 de agosto de 1950: Kusno Sosrodihardjo “Sukarno” declara la independencia de Indonesia y se convierte en su primer presidente

Kusno Sosrodihardjo “Sukarno” político indonesio. Hijo de un maestro de escuela, cursó estudios de ingeniería y de idiomas, llegando a dominar diez lenguas. A partir de 1927 entró en contacto con movimientos independentistas de corte marxista y, debido a sus actividades políticas, fue encarcelado por las autoridades holandesas en dos ocasiones (1929-1931 y 1933-1942).

Aliado con los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, Ahmed Sukarno se erigió en portavoz del movimiento independentista, al cual dotó de contenido político. Su mensaje reposó en cinco pilares fundamentales: nacionalismo, internacionalismo, democracia, prosperidad social y religión musulmana. En 1949 proclamó la independencia del país, del que se convirtió en su primer presidente.

En una primera etapa de su mandato, Ahmed Sukarno aceptó los principios parlamentarios y trató de impulsar los principios de su programa. En la práctica su gobierno, que hubo de buscar un difícil equilibrio entre el poderoso Partido Comunista Indonesio y el ejército, se tornó cada vez más autoritario.

En 1956 disolvió el parlamento y estableció una «democracia dirigida» de corte dictatorial y ambiguos postulados socialistas, impulsando una política izquierdista y convirtiéndose en portavoz del Tercer Mundo. Su nacionalismo y antiimperialismo le valieron el apoyo incondicional del pueblo, acrecentado tras la retirada del país en 1965 de la Organización de las Naciones Unidas como protesta por la admisión de la Federación de Malasia, cuya creación en 1963 fue considerada por Sukarno una maniobra neocolonialista.

No obstante, y tras unos primeros años de estabilidad política y económica, acabó por implantar una dictadura y llevar a su país a la ruina económica. Fue destituido por un golpe militar en 1966 y, al año siguiente, obligado a ceder todos sus poderes al general Suharto. Durante sus últimos años se mantuvo alejado de toda actividad pública.

-Crespo Jama Edri Alexander

Efemerides: 8 de agosto de 1945: el presidente Harry S. Truman firma la Carta de las Naciones Unidas

Cuando la Carta de las Naciones Unidas fue firmada el 26 de junio de 1945, sentó las bases para una era posterior a la Segunda Guerra Mundial dedicada a la resolución de disputas internacionales por medios pacíficos.

Cincuenta de los cincuenta y un países miembros originales de la ONU firmaron la carta en la Conferencia de San Francisco (Polonia firmó la carta dos meses después).

La carta proclamaba el compromiso de la ONU de mantener la paz y la seguridad internacional y de apoyar los derechos humanos.

Es significativo que la Carta de las Naciones Unidas, que entró en vigor el 24 de octubre de 1945, fue el primer documento con apoyo mundial que se ocupó de los derechos humanos. Sus disposiciones sobre derechos humanos se reforzaron tres años más tarde, en 1948.

Antes de que se firmara la carta de la ONU, hubo discusiones preliminares en la finca de Dumbarton Oaks en Washington. Las ideas iniciales para una organización de paz fueron elaboradas por un grupo de legisladores de EE. UU. y funcionarios del Departamento de Estado, pero el presidente Harry Truman también quería que participaran los ciudadanos comunes.

En un telegrama a Clark Eichelberger, director de una organización de base, Truman dijo que sólo si el pueblo estadounidense “entiende lo que la carta es y lo que puede significar para la paz del mundo, el documento se convertirá en una realidad humana viva”. En respuesta, Eichelberger lanzó una campaña educativa en la que participaron las escuelas, así como grupos empresariales, laborales y agrícolas.

La crítica pública impulsó cambios en las propuestas de Dumbarton Oaks, cambios hechos en San Francisco antes de la firma. Varios miembros del Congreso también ofrecieron su aportación, y se tuvieron que hacer compromisos para satisfacer a otros países. La carta refleja así un verdadero encuentro de mentes a través de procesos democráticos.

-Crespo Jama Edri Alexander

#Efemeride: 05 de agosto de 1914: Batalla de Lieja: Erich Ludendorff comanda a las fuerzas alemanas en el ataque a Bélgica.

05 de agosto de 1914: Batalla de Lieja: Erich Ludendorff comanda a las fuerzas alemanas en el ataque a Bélgica

Si bien se considera el incidente de Sarajevo (la muerte del archiduque austro-húngaro Francisco Fernando el 28 de junio de 1914) el acontecimiento que causó el estallido de la I Guerra Mundial, lo cierto es que el inicio formal de la misma se dio un día como hoy pero de 1914, cuando las tropas alemanas al mando de Erich Ludendorff iniciaran la campaña en contra de Bélgica, con el objetivo de invadirla y controlar su territorio como un primer paso en la campaña militar de las potencias centrales, el llamado Plan Schlieffen.

La invasión a Bélgica, que se dio el 5 de agosto en la ciudad de Lieja, obligó al Reino Unido, aliado histórico de los belgas y con quienes tenían un acuerdo de neutralidad y protección (Tratado de Londres), a declarar inmediatamente la guerra a Alemania, razón por la que este hecho se considera el detonante final de la Gran Guerra. El Plan Schlieffen planteaba la inmediata invasión y dominio del territorio belga a fin de avanzar al verdadero objetivo que era Francia y trasladar las tropas por el territorio ocupado belga, sin embargo, el ejército belga enfrentó gran resistencia y aunque finalmente sucumbió ante las fuerzas de Ludendorff, le dio tiempo suficiente a los franceses y británicos de organizar la defensa contra los alemanes en su frente.

Parte de este éxito se dio por la instalación de 12 fuertes belgas a las afueras de la ciudad de Lieja, mismos que estaban construidos de manera subterránea y, pese a estar incomunicados y no haber sido construidos con la mejor calidad para resistir a la artillería alemana, resistieron lo suficiente para extender la defensa y prolongar el avance la infantería alemana que no esperaba encontrar resistencia en Lieja. Como parte de la batalla, Ludendorff ordenó el bombardeo aéreo de la ciudad a través de globos aerostáticos, (Zeppelins), uno de los primeros hechos bélicos de este tipo en la historia.

La batalla culminó el 16 de agosto de 1914, cuando el último fuerte ubicado en Boncelles capituló y los alemanes ocuparon Lieja, obligaron a los defensores a huir y capturaron Bruselas el 20 de agosto, sólo para seguir su camino rumbo a Paris como parte del Plan Schlieffen.

#Efeméride: 29 de julio de 1954: Publicación del primer libro de la saga El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, de J. R. R. Tolkien

29 de julio de 1954

Publicación del primer libro de la saga El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, de J. R. R. Tolkien

El 29 de julio de 1954, la editorial británica George Allen & Unwin publicó la primera de las tres novelas de El Señor de los Anillos, obra del filólogo británico John Ronald Reuel Tolkien y que es considerada la mejor o cuando menos la más amplia de las sagas de fantasia épica que creó todo un mundo que después se fue ampliando y que no ha perdido vigencia, más aún después de que fue convertida en una reconocida y ganadora trilogia cinematográfica dirigida por Peter Jackson.

De hecho, Tolkien escribió El Señor de los Anillos como un único libro, sin embargo, fue la editorial la que por fines de edición y de mercado decidió venderla en 3 volumenes. El primero, La Comunidad del Anillo, vió la luz el 29 de julio de 1954 y a finales del mismo año, resultado del éxito editorial y las críticas (no todas positivas, pero si las suficientes), se publicó la segunda, Las Dos Torres. La tercera parte, El Retorno del Rey, se publicó el año sigiente (1955) para completar la trilogia original.

Curiosamente, la historia narrada en la trilogía es de hecho la parte final del mundo y la mitología que Tolkien había ido creando desde 1917, cuando estaba postrado tras sus lesiones sufridas en la I Guerra Mundial. El Señor de los Anillos era el épico final a una saga que Tolkien fue definiendo y escribiendo, por lo que tras la publicación en 1954-1955 de la trilogía y antes en 1937 de El Hobbit, el mundo al que había abierto la puerta (y bautizado por Tolkien como el legendarium) pidió más y eso permitió que las demás obras de Tolkien que narraban la épica previa y detrás de El Señor de los Anillos, empezaran a ser publicadas poco a poco.

 

#Efemérides: 1 de agosto de 1914: el emperador Guillermo II de Alemania le declara la guerra a su primo el zar Nicolas II de Rusia

El 1 de agosto de 1914, el emperador Guillermo II ordena servir vino espumoso a su entorno civil y militar: le acaba de declarar la guerra a Rusia, está a punto de atacar a Francia y su embajador en Londres le ha asegurado que Gran Bretaña se mantendrá neutral.

El ejército germano confía en que el conflicto será un paseo de unas pocas semanas. Pero se trata apenas de las primicias de la Primera Guerra Mundial, que durará cuatro años, le costará dos millones de muertos y provocará la caída del Imperio alemán.

Horas antes, el káiser había ordenado la movilización general, en respuesta a la decretada el 30 de julio por el zar Nicolás II para intimidar a Austria-Hungría, que acababa de atacar a la pequeña Serbia.

Desde hacía dos días, la guerra se anunciaba inminente en Alemania, obsesionada por un posible cerco por parte de Rusia, Francia y Gran Bretaña, aliadas en el seno de la Triple Entente.

Por miedo a penurias, los ciudadanos hacen acopio de reservas de alimentos, y los precios se disparan.

El emperador firma la declaración de guerra bajo la mirada satisfecha de sus estrategas militares, algunos de ellos llorando de alegría al ver llegar por fin el conflicto para el que tanto se han preparado.

Guillermo II se dirige entonces a la muchedumbre entusiasta, congregada frente al balcón del castillo de los Reyes de Prusia en Berlín, joya de la arquitectura barroca, diciendo: “si nuestro vecino no acepta la paz, espero que el pueblo alemán y el imperio unido salgan victoriosos de este conflicto, con la ayuda de Dios”.

“No conozco partidos, sólo conozco alemanes”, agrega el káiser, prusiano y protestante, llamando a la unidad a los socialdemócratas y católicos, reticentes a la guerra.

Con la orden de movilización contra Rusia, se activa la maquinaria de guerra alemana, pero, paradójicamente, la mayoría de los soldados deben dirigirse hacia el oeste.

Y es que el “plan Schlieffen”, preparado con minuciosidad durante años ante un posible conflicto con Rusia, prevé empezar por atacar a Francia, aliada del Imperio de los zares.

El objetivo es aplastar al ejército francés en unas semanas, atacando masivamente desde el norte tras invadir Bélgica, para luego enviar las tropas contra el ejército ruso.

Berlín piensa que así evitará librar una guerra de dos frentes, convencido además de la neutralidad de Gran Bretaña.

Pero un telegrama del príncipe Lichnowsky, embajador de Alemania en Londres, recibido hacia las cinco de la tarde, ensombrece repentinamente el clima de optimismo, dice Roehl.

Según el diplomático, Gran Bretaña podría mantenerse neutral sólo si Alemania atacara únicamente Rusia y no Francia.

Guillermo II sugiere entonces al jefe del ejército Helmuth von Moltke lanzar todas sus tropas contra Rusia. Pero éste no tiene alternativa al “plan Schlieffen” y protesta.

Estima que cambiar de estrategia en el último momento para atacar primeramente el este pone en riesgo al dispositivo militar germano en su conjunto y subraya que los rusos no constituyen un peligro tan inmediato como los franceses.

Llevado por la ira, según testigos, von Moltke clama que está perfectamente preparado para combatir al enemigo, pero no a semejante emperador.

Un poco más tarde, llega un segundo telegrama de Lichnowsky: Gran Bretaña permanecerá probablemente neutral, incluso si Alemania ataca a Francia. Berlín respira aliviada: la guerra puede llevarse a cabo según lo previsto. Guillermo II ordena servir el vino espumoso.

Pero el rey Jorge V aclara definitivamente la postura británica, comunicando al emperador que su embajador no lo ha entendido bien: Gran Bretaña no puede quedarse de brazos cruzados mientras Alemania destruye a Francia.

Guillermo II, en pijama, ordena resignado a Moltke: “Haced lo que os plazca”.

Un siglo más tarde, la memoria colectiva alemana habrá prácticamente olvidado este primer conflicto mundial, pese a los dos millones de soldados muertos en el campo de batalla y el sufrimiento de la población, que conocerá la hambruna.

El recuerdo de esta guerra perdida, librada sobre todo fuera de territorio alemán, quedará aún más diluido después de 1945 por el trauma infinitamente mayor del nazismo y de la Segunda Guerra Mundial.

Para evocarla, los alemanes no hablan de la Gran Guerra como en Francia o Gran Bretaña, sino de la “Catástrofe original”, que llevará en 1933 a Hitler al poder.

  • Crespo Jama Edri Alexander