El 16 de enero de 1917 la inteligencia británica interceptó un telegrama enviado desde la oficina de asuntos exteriores de la Cancillería alemana, con destino a su institución homóloga en México, el fin de esto era aliviar la presión ejercida por la entente en el frente occidental, por medio de interrumpir el apoyo estadounidense a los aliados de la entente.
En esta decisión influyó que el presidente derrocado por Carranza (Huerta), fue apoyado por Alemania con la venta de equipo, armamento y municiones, esto recordando que Huerta mantuvo las relaciones con Von Papen, funcionario que influía en la política exterior alemana.
Al ver las políticas de no intervención y de autodeterminación de los pueblos, que había propuesto carranza, se pensó que el nacionalismo y la centralización en México obedecía a una postura ideológica que necesitaba reafirmarse ante su pueblo.
Esto se ve muy claro en este fragmento del telegrama:
“Tenemos la intención de comenzar la guerra submarina sin restricciones a partir del primero de febrero. Se intentará, no obstante, que los Estados Unidos se mantengan neutrales. Para el caso de que no sea posible lograrlo, ofrecemos a México una alianza sobre las siguientes bases: guerra conjunta, tratado de paz conjunto, generosa ayuda financiera y acuerdo por nuestra parte de que México podrá reconquistar los territorios de Texas, Nuevo México y Arizona. Dejo los detalles a su excelencia. Sírvase usted comunicar lo anteriormente dicho al presidente, en el más absoluto secreto,” (Zimmermann, 1917)
La intercepción de este documento se dio mediante un trabajo conjunto de la inteligencia británica y la marina, ya que el cable trasatlántico de telégrafos estaba custodiado por la marina alemana, el telegrama se mostró al presidente Wilson como prueba de que necesitaba abandonar la neutralidad que tanto había defendido y hasta fue un lema de su campaña de reelección, ante la amenaza inminente de una posible adhesión de México a las potencias centrales.
El presidente Carranza rechazó la oferta alemana ya que necesitaba no interferir en la guerra europea, así como el apoyo estadounidense para construir mejores relaciones diplomáticas, sumando a esto que a su rival político Huerta lo habían apoyado los alemanes.
Fuentes:
- Boghardt. The Zimmermann Telegram: Intelligence, Diplomacy, and Americas Entry into World War I. Naval Institute Press, 2012.
W.F. Friedman and C.J. Mendelsohn. The Zimmermann Telegram of January 16, 1917 and Its Cryptographic Background. Cryptographic Series. Aegean Park Press, 1976.