Schneider CA1: El primer tanque francés

A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batalla.

Napoleón Bonaparte.

 

La primera Guerra Mundial ha costado millones de vidas y, en el Frente Occidental, es un punto muerto que bien puede asemejarse a una trituradora de carne por la cantidad de soldados y vidas que se han perdido en ella. Por ello, es necesario crear un arma que permita avanzar las posiciones y tomar por asalto al enemigo, protegido del inclemente fuego y poder pasar con vida la tierra de nadie. La respuesta: El Schneider CA1, el primer tanque francés.

 

Bienvenidos historiadores a una nueva entrega de Máquinas de Guerra,hoy viajaremos un siglo atrás para conocer la interesante historia del ya mencionado Schneider CA1, el que es reconocido como el primer tanque francés y que tuvo acción en varias batallas. Sin mayor preámbulo, entremos al tanque del día de hoy 1

Producción.

Los planes para crear vehículos que atravesaran el frente empezaron desde 1914, cuando la Gran Guerra pasó a ser un estancamiento de trincheras y combates sin una clara victoria. Es por esta razón, que la compañía Schneider a partir de enero de 1915 encomendó al ingeniero Eugenio Brillié para  estudiar los tractores mecanizados estadounidenses  de la compañía Holt con la finalidad de crear artillería con tracción. De este modo, en mayo de ese año, empezaron a experimentar con estas orugas de tractores, siendo elegido el modelo Baby Holt, con sus 45 caballos de fuerza. Fue entonces que se decidió armar 10 de estos vehículos con una cubierta blindada que pudiera cortar los alambres de las trincheras. El 9 de diciembre de 1915 se desarrolló el experimento Souain, donde un prototipo Schneider fue demostrado al ejército francés, teniendo presentes a figuras de la talla del General Phillippe Petáin. 2

El Coronel Estienne, un ingeniero de artillería muy apreciado de las fuerzas galas, vio satisfecho esta demostración, aunque notó que la oruga se quedaba corta de las posibles zanjas que se encontraría el vehículo, proponiendo el 12 de diciembre una idea para mejorar este vehículo, que debía pesar, según sus indicaciones, 12 toneladas, con un blindaje de 15 a 20 milímetros de ancho y 4 metros de largo, 2.6 de ancho y 1.6 de alto. Además, se indicaba que debía poder cruzar trincheras de dos metros de ancho, equipado con dos metralletas y un cañón de 37 mm, con una tripulación de 4 hombres.

Algunas de sus indicaciones se tomaron en cuenta cuando la compañía Schneider anunció el 22 de diciembre que empezaría la producción del blindado, buscando hacer un vehículo de diez toneladas, 7 km por hora de velocidad, motor de 50 caballos de fuerzas, un cañón de 75 mm y blindaje de acero de 10 mm. Se realizaron pruebas y correcciones con la colaboración del coronel Estienne, aprobadas por el general Joffre. 3

En febrero de 1916 se hicieron nuevas pruebas y, tras comprobar que se podría enfrentar a los retos de las trincheras, se ordenaron 400 unidades de los tractores blindados Schneider, con un precio de más de 50000 francos de la época por vehículo. Se le dio un diseño muy similar a los barcos, de hecho, asemejaban demasiado a los acorazados británicos, siendo denominados acorazados terrestres por Joffre. Se le puso una caja de velocidades con tres cambios y una reversa, aunque el principal problema de este diseño era que la tripulación podía abordar el vehículo con muchos problemas.

En sentido práctico, el Schneider es una caja blindada de acero encima de una oruga de tractor. Esto no lo hace un mal diseño, ni algo inferior a su contraparte contemporánea, el tanque británico de la época, sino que fue creado con la idea de ser un vehículo que abriera paso a la infantería en la tierra de nadie y protegiera a los soldados del fuego enemigo. El diseño final fue un poco distinto a la idea original: 13.6 toneladas de peso, 6.32 m de largo, 2.05 de ancho, 2.30 de alto y 6 tripulantes para manejarlo, con un oficial que fungía de conductor, un artillero, dos encargados de la metralletas, un cargador para asistir con la recarga de las armas y un mecánico que también fungía como cargador de las metralletas. Tenían que acomodarse 4 en un espacio reducido de 1.5 metros entre el techo y el piso del tanque. El blindaje alrededor era de 11.4 mm. 4

Se le adaptó un cañón de 75 mm Blockhaus Schneider como arma principal y 2 metralletas de 8 mm Hotchkiss M1914. Su motor fue un Schneider de 4 cilindros y 60 caballos de fuerza, con una velocidad máxima de 8 km por hora. Su autonomía, dependiendo del terreno… y que no se descompusiera, era de hasta 80 km, pero debido a la naturaleza misma de la guerra, fue rara la ocasión que llegara a tal distancia. El estilo de punta que, como dijimos, asemejaba un barco, estaba pensado para destruir el alambrado alemán para permitir a la infantería francesa pasar hacia el enemigo.

Aunque la compañía Schneider tenía el compromiso de crear 400 de estos blindados en 1916, no tenía experiencia real en construir no digamos el tanque, sino la oruga necesaria para moverlo, así que las primeras entregas fueron realmente escuetas. En noviembre de ese año, solo había 8 vehículos disponibles y en enero de 1917, 32 en total, que ni siquiera eran la versión de combate, sino la de entrenamiento. Fueron tales los problemas de producción, que la producción comprometida de 400 no fue completada hasta agosto de 1918, cuando el interés por el tanque se había disipado e incluso, ya se trabajaba en ideas superiores a la del barco de tierra. 5

Como dato curioso, uno de estos Schneider fue enviado a Italia en 1917. Había despertado el interés del ejército italiano en 1916 y se probó en la zona de combate, dejando satisfechos a los militares. Sin embargo, la Batalla de Caporetto enterró este proyecto y, aunque se tenía la intención de pedir 1500 Schneider, vieron la imposibilidad de la industria francesa de producirlos, por lo que mejor encargaron un Renault FT y copiarlo,para crear el Fiat 3000, del cual ya hablamos en un video pasado.

Otro de sus usuarios fue España, primero como reino y luego como república, teniendo acción en distintos escenarios. Actualmente está el último Schneider en funciones en el Museo de los Blindados en Saumur, Francia. Es el tanque funcional más viejo del mundo y fue restaurado totalmente en el museo francés por los estadounidenses en 1985.  A continuación veremos su acción en el campo de batalla. 6

Combate.

En la Primera Guerra Mundial, entró formalmente en combate el 16 de abril de 1917 en la Ofensiva Nivelle, con los 132 tanques disponibles listos para la batalla. Aunque tuvieron un éxito inicial en alcanzar las trincheras alemanas, el factor sorpresa se había disipado con el uso anterior de los ingleses en 1916 y los germanos simplemente lo esperaron y se dieron cuenta que era un perfecto objetivo para su artillería, así como para sus fusiles, pudiendo alcanzar con cierta facilidad su depósito de combustible, convirtiéndolo en un espectáculo en llamas cuando eso pasaba. Para los soldados franceses, esto resultó en una otra amarga experiencia, llamando amargamente a su vehículo el crematorio móvil. El ataque, como fue evidente, fue un fracaso, perdiendo 76 de sus vehículos. No solo fueron víctimas del fuego enemigo, sino de las fallas propias de su diseño y que el terreno resultaba demasiado para el pesado blindado, quedando expuesto ante sus enemigos. 7

Siguió combatiendo en distintos escenarios, aunque el mejor resultado fue en mayo de 1917, cuando solo perdieron 3 de sus 30 tanques. La buena noticia dentro de estos enfrentamientos es que sí se pudieron rescatar varios del campo de batalla, permitiéndoles combatir otro día. Lamentablemente, el Schneider, que fue una innovación en su momento, para 1918 era un tanque francamente obsoleto. El Renault FT lo había superado y por mucho, pero no había los números suficientes para sustituir al barco de tierra, por lo que siguieron apoyando el esfuerzo bélico, siendo la novedad la cooperación de la infantería estadounidense con tanques, un hito en la historia bélica del país norteamericano. En octubre, debido al daño sufrido durante las constantes ofensivas francesas, se necesitaba reparar los tanques, por lo cual no vieron nuevos combates, dejando sus números en 308 pérdidas en el transcurso de la guerra. 8

España le dio un uso considerable a los seis Schneider que compró en su colonia africana. Primero, en la guerra del Rif, los designaron como Carro de Asalto Schneider M16 y los modificaron lo suficiente para permitirle una mejor vista al conductor. En 1922 vieron el primer choque con los nativos, apoyando a la infantería española y siendo usado como artillería móvil por los oficiales. También tomaron parte del desembarco anfibio en Al Hoceima, destacándose en el combate y retirándose del frente en 1926 donde, curiosamente, no se perdió ni uno de estos tanques. Aunque cumplieron su cometido, estaban en malas condiciones y fueron retornados a España, relegados a reserva y para entrenamiento. Su último combate fue en la Guerra Civil Española, donde tomaron parte en los combates del Cuartel de la Montaña, siendo algunos manejados por las milicias republicanas de la Unión General de Trabajadores y la Unión de Hermanos Proletarios. Se estima que fueron destruidos en los combates de 1936. 9

Aunque fue un proyecto creativo en su origen, debido a su diseño y lento andar, quedó obsoleto en un relativo corto tiempo, pero esto se puede deber también a que los cambios tecnológicos de la época en cuestiones militares crecían a pasos agigantados, encontrándose en la incómoda posición de ser superado por ideas más prácticas y debido a la experiencia proporcionada por el combate en las trincheras. Sin duda queda para la historia como el primer tanque francés que, aunque de manera limitada, tuvo éxito en enfrentar al enemigo y cumplir sus objetivos de traspasar la fatídica tierra de nadie.

Ricardo Rodríguez

Fuentes:

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