El 20 de febrero de 1919 Emile Cottin intentó asesinar al entonces primer ministro francés Georges Clemenceau, este provenía de un colectivo anarquista que vio en Clemenceau una amenaza al proyecto de la 3era república, el cual había cambiado su ideología de una visión socialista a una nacionalista.
Este cambio incomodó a muchos colectivos, ya que se creía que la 3era república seguiría el camino de transformación social que sus predecesoras, pero al incursionar Clemenceau en la política trajo consigo una visión científica ya que estaba influenciado por autores como Comte y Darwin, buscando una reforma en vez de una revolución.
Lo único que tuvo en común Clemenceau con sus opositores fue la necesidad de imponer un nuevo sistema político, el cual no fuera monárquico, ya que, aunque la identidad política se había construido desde una elite, esta no siempre representaba los intereses del pueblo francés, descontento del cual surgieron primero el socialismo, después el anarquismo y al ultimo el nacionalismo, como posturas contrarias a lo establecido.
El nacionalismo francés que estaba representado en Clemenceau se caracterizaba por poner al esto sobre todo interés, pero no olvidando la visión moral de la política, ya que la búsqueda de esta nueva “gran Francia”, debía sostenerse con la reconstrucción de un estado ordenado, funcional e involucrado activamente en resolver los problemas internos siempre cambiantes en esta nación.
Este intento de asesinato hacia Clemenceau no sería la única vez que este político se viera amenazado activamente por sus rivales, ya que hubo 2 intentos fallidos anteriores a este, generalmente esto mostraba no solo la resistencia del cambio político hacia el nacionalismo, también que por muy disminuido que estuviera el poder de los anarquistas, estos seguían participando en la política francesa.
Este acto solo afianzó la política de búsqueda del orden político-social que proponía Clemenceau, uno en el que se intentará conciliar al estado existente con la realidad social en el que se vivía, no para mantener a una persona en el poder, sino para mantener la integridad institucional del estado.
Fuentes:
Jean-Noël Jeanneney, (2005). Clemenceau, portrait d’un homme libre, Mengès, colección Destins.
Peláez, Manuel J. (2010). Clemenceau, Georges, Correspondance. Revista de estudios histórico-jurídicos, (32), 547-549. https://dx.doi.org/10.4067/S0716-54552010000100033