Muerte del Zar Nicolás II

Nicolás II fue el último zar de Rusia, y su muerte es un hecho histórico importante debido al cambio no solo de régimen, sino también de ideología, de un imperio a una república socialista.

En 1917, Rusia estaba inmersa en la Primera Guerra Mundial y sufría graves problemas económicos y políticos. La población estaba descontenta con el gobierno zarista y había estallado la Revolución Rusa en febrero de ese año, que llevó a la abdicación de Nicolás II y al fin de la monarquía en Rusia.

Después de su abdicación, Nicolás II y su familia fueron detenidos y trasladados a diferentes lugares. En julio de 1918, fueron llevados a Ekaterimburgo, en los Urales, donde fueron alojados en una casa llamada la Casa Ipatiev, que había sido confiscada por el gobierno soviético.

El 17 de julio de 1918, en la madrugada, los miembros de la familia real fueron llevados a un sótano de la casa Ipatiev y ejecutados por un pelotón de fusilamiento. Junto a Nicolás II fueron asesinados su esposa, Alejandra Fiódorovna, sus hijos Olga, Tatiana, María, Anastasia y Alexei, así como su médico y tres sirvientes leales.

El asesinato fue ordenado por el gobierno soviético liderado por Vladimir Lenin, quien consideraba a la familia real como una amenaza para el nuevo régimen comunista y quería eliminar cualquier posible intento de restauración de la monarquía.

Los restos de la familia real fueron descubiertos en 1979 y exhumados en 1991. Fueron enterrados en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo en 1998, y en 2000, la Iglesia Ortodoxa Rusa los canonizó como mártires y santos.

Fuentes:

Massie, Robert K. (1995). The Romanovs: The Final Chapter . Random House

Vyrubova, Anna (1923). Memories of the Russian Court Londres: Macmillan