19 de junio de 1867., Fusilamiento de Tomas Mejía, Miguel Miramón y Maximiliano de Habsburgo.

En 1861, México estaba sumido en una crisis económica y política, por lo tanto el presidente Benito Juárez suspendió los pagos de la deuda externa del país por un período de dos años, lo que resulto en que Francia, España y el Reino Unido enviaran una fuerza conjunta para reclamar los pagos adeudados, sin embargo, mientras que España y el Reino Unido retiraron sus tropas después de llegar a un acuerdo diplomático con México, Francia aprovechó la situación para intentar establecer un imperio en el país.

En 1864, el emperador francés Napoleón III envió a México una expedición militar encabezada por el archiduque Maximiliano de Habsburgo, miembro de la casa imperial austriaca, al ser proclamado Maximiliano emperador de México, estableció el segundo imperio mexicano, con el apoyo de grupos conservadores monárquicos mexicanos.

Sin embargo, la resistencia al gobierno de Maximiliano se mantuvo en diversas partes del país, liderada por el presidente Juárez y sus seguidores, que se habían reorganizado en el norte de México, y a medida que las fuerzas republicanas ganaban terreno, el imperio comenzó a debilitarse, al perdre el control del norte y el sur del país.

En 1867, el general republicano mexicano Porfirio Díaz lideró una exitosa ofensiva contra las tropas imperiales, derrotando al general Miguel Miramón en la batalla de san jacinto, y poco después, Maximiliano fue capturado en Querétaro, donde se había refugiado junto con Miramón y Mejía.

El 19 de junio de 1867, después de un consejo de guerra, Tomás Mejía, Miguel Miramón y Maximiliano de Habsburgo fueron condenados a muerte por un tribunal militar republicano, lo que se dio el 19 de junio de 1867, cuando Maximiliano y sus dos generales fueron fusilados en el Cerro de las Campanas en Querétaro.

El fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo fue ampliamente debatido y tuvo repercusiones internacionales, ya que muchos países europeos, incluida Austria, se opusieron al acto y buscaron intervenir en su favor, pero México se mantuvo firme en su decisión, este hecho marcó el fin del Segundo Imperio Mexicano y el triunfo definitivo de la República restaurada.

Fuentes:

Castañeda, C. G. (2005). La República Restaurada y la consolidación del Estado mexicano, 1867-1880. Fondo de Cultura Económica.

Riva Palacio, V. (1905). “El Fusilamiento del Emperador Maximiliano.” México a través de los siglos: historia general y completa del desenvolvimiento social, político, religioso, militar, artístico, científico y literario de México desde la antigüedad más remota hasta la época actual. Fondo de Cultura Económica.

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