17 de julio de 1918, Ejecución de la familia Romanov por parte de las fuerzas comunistas.

La familia Romanov fue la última dinastía imperial de Rusia, la cual gobernó el país desde 1613 hasta la Revolución Rusa en 1917. La ejecución de la familia Romanov ocurrió en un contexto político de conflicto, marcado por la caída de la monarquía y el surgimiento del gobierno bolchevique liderado por Vladímir Lenin.

Tras la Revolución Rusa de 1917, la situación política en Rusia se volvió extremadamente inestable, lo que ocasiono que el 15 de marzo de 1917, el zar Nicolás II abdicara al trono debido a las crecientes protestas y la descontento generalizado con el régimen, inmediatamente después la familia Romanov fue puesta bajo arresto domiciliario en el Palacio de Alejandro en Tsárskoye Seló, una ciudad cercana a San Petersburgo (ahora conocida como Pushkin).

En octubre de 1917, los bolcheviques liderados por Lenin tomaron el poder en un golpe de Estado, estableciendo el primer gobierno socialista en Rusia, ya con el control del país en manos de los bolcheviques, se desató una guerra civil entre las fuerzas que apoyaban a los bolcheviques y aquellas que se oponían a ellos, como los blancos (antibolcheviques) y los ejércitos extranjeros que intentaban intervenir en Rusia.

La situación en el país se volvió cada vez más peligrosa para la familia Romanov, y los bolcheviques temían que el zar y su familia pudieran convertirse en un símbolo de resistencia contra el nuevo régimen, y a medida que los bolcheviques perdían territorios frente a las fuerzas blancas y la intervención extranjera, surgió la preocupación de que los enemigos del régimen pudieran intentar liberar o rescatar a la familia imperial.

El 17 de julio de 1918, durante la guerra civil rusa, en la ciudad de Ekaterimburgo, los miembros de la familia Romanov, incluido el zar Nicolás II, la zarina Alexandra y sus cinco hijos (Olga, Tatiana, María, Anastasia y Alexei), junto con algunos de sus sirvientes, fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento, La orden para ejecutar a la familia provino del líder bolchevique Yakov Sverdlov, y la ejecución fue llevada a cabo por la Guardia Roja, bajo la dirección del comandante Yakov Yurovsky.

Los restos de la familia Romanov fueron enterrados inicialmente en una fosa común, pero su ubicación exacta permaneció desconocida durante muchos años. En 1991, después del colapso de la Unión Soviética, se descubrieron e identificaron los restos de la familia imperial, y finalmente fueron enterrados en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo en 1998.

Fuentes:

Rappaport, H. (2016). The Romanov Sisters: The Lost Lives of the Daughters of Nicholas and Alexandra. St. Martin’s Griffin.

Egorova, L. Y., & Schimpfössl, E. (2017). The ‘Russian Soul’at War: The Mystical War Writings of Anastasia, the Last Grand Duchess of Russia. Europe-Asia Studies, 69(10).

17 de julio de 1918, Ejecución de la familia Romanov por parte de las fuerzas comunistas.

La familia Romanov fue la última dinastía que gobernó Rusia monárquicamente desde 1613 hasta su caída en 1917. La ejecución de la familia Romanov tuvo lugar durante la Revolución Rusa, específicamente durante la Guerra Civil Rusa, en un evento que marcó un hito en la historia del país y llevó a la formación de la Unión Soviética.

La Revolución Rusa comenzó en febrero de 1917 con una serie de protestas y disturbios que finalmente llevaron al derrocamiento del zar Nicolás II, el último gobernante de la dinastía Romanov, en marzo del mismo año, ya que Nicolás II abdicó en favor de su hermano, el gran duque Miguel Alexandrovich, pero este rechazó el trono después de solo un día de reinado.

Tras la abdicación de Nicolás II, la familia Romanov fue puesta bajo arresto domiciliario en la ciudad de Tobolsk, en Siberia, pero al ser la situación política en Rusia incierta y la Guerra Civil Rusa intensificarse entre el Ejército Rojo (bolcheviques) y el Ejército Blanco (antibolcheviques) su situación se agravo.

En julio de 1918, debido a la preocupación de que los bolcheviques fueran derrotados por las fuerzas del Ejército Blanco y que la familia Romanov se convirtiera en un símbolo para un posible gobierno en el exilio, la decisión de ejecutarlos fue tomada por el líder bolchevique Vladimir Lenin.

El 17 de julio de 1918, la familia Romanov, junto con algunos de sus sirvientes más cercanos, fue llevada a Ekaterimburgo, donde fueron encerrados en la Casa Ipátiev, una residencia que funcionaba como una prisión, y en la noche del 16 al 17 de julio, un grupo de ejecutores bolcheviques llevó a la familia a un sótano y los fusiló.

La ejecución incluyó al zar Nicolás II, su esposa Alejandra, sus hijos Olga, Tatiana, María, Anastasia y Aleksei, así como a sus sirvientes personales, el médico y la criada. La ejecución fue llevada a cabo por un grupo de hombres, entre ellos Yákov Yurovski, quien fue el líder que ejecutó la orden.

Durante muchos años, la Unión Soviética mantuvo en secreto los detalles y la ubicación exacta de la ejecución. Sin embargo, en 1991, después del colapso de la Unión Soviética, se encontraron los restos de la familia Romanov en un área cercana a Ekaterimburgo.

Fuente:

Rappaport, H. (2016). The Romanov Sisters: The Lost Lives of the Daughters of Nicholas and Alexandra. St. Martin’s Griffin.

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