Renunciaré gustosamente a las tropas siempre que sepa que se utilizarán en el lugar correcto para lograr la victoria.
Erich Ludendorff.
Septiembre de 1914, tras la batalla de Tannenberg los germanos lograron darle un poderoso revés al ejército ruso, cubriendo las armas alemanas de gloria al detener en seco al invasor eslavo. El II Ejército ruso ha sido destruido y las tropas del káiser avanzan para chocar nuevamente con el enemigo. Enfrente están los Lagos Masurianos, una zona de Prusia Oriental que es de vital importancia conservar.
Los lagos masurianos representan un último punto de resistencia ruso, expulsarlos representará el golpe que tal vez tenga la fuerza para hacer avanzar al ejército alemán por inercia hasta alcanzar la rendición de sus enemigos, y solo tal vez, parar la guerra en el frente oriental, o al menos, eso es lo que los soldados teutones creyeron en un primer momento.
Como consecuencia de lo sucedido en Tannenberg, el general Paul von Rennenkampf del ejército Ruso lleva al Primer Ejército que tiene a su mando a posiciones defensivas cerca de Königsberg, cancelando el avance que había emprendido sobre Prusia Oriental y buscando conservar las ganancias que habían obtenido semanas antes. Paul colocó a distintos cuerpos de su ejército para cubrir los flancos, como fue el caso del X ejército que tuvo que llenar el vacío dejado por el II ejército del General Samsonov que fue devastado por los alemanes unos días antes. Estaba compuesto por fineses, tropas del Cáucaso, de Turkestán y otras tantas partes del Imperio Ruso.
Hindenburg era consciente de buena parte de los movimientos de su rival, por lo que recibió con gusto dos cuerpos de ejércitos enviados por von Moltke desde el frente Occidental, permitiéndole tener una ventaja numérica sobre Rennenkampf. Sus generales, Ludendorff y Hermann von François, quienes habían combatido en Tannenberg, tenían sus cuerpos del ejército listos por el norte y sur del flanco ruso, respectivamente.2
La situación de Rennenkampf no era la ideal, sobre todo si tomamos en cuenta que los soldados tenían como estándar el rifle de 7.62 mm Mosin-Nagant, de 1891. Si bien no era una arma deficiente en manos de veteranos, dado que la mayoría de la tropa no tenía tanta experiencia, resultaba de poca utilidad para combatir con eficacia, aunque posteriormente sería perfeccionado durante los primeros años de la Rusia soviética. Aunado a eso, los problemas de provisiones eran una constante, pero la unidad de caballería a su disposición era eficaz en los amplios terrenos de Prusia Oriental. La problemática radicaba en pelear enmedio de cuerpos de agua tan grandes como los lagos.
El 4 de septiembre iniciaron los combates preparativos de la ofensiva principal, cuando se capturó la ciudad de Mlawa por la 1.ª División Landwehr y la 35.ª División de Infantería de Reserva, el 5 de septiembre.
Al día siguiente, cayeron de nuevo en manos alemanas Arys, y la 2.ª División de Infantería capturó Nikolaiken, mientras que su 1.ª División de Infantería capturó Johannisburg y su 3.ª División de Infantería de Reserva capturó Biała Piska el 7 de septiembre. 3
La Primera Batalla de los Lagos Masurianos, se libró entre el 7 y el 14 de septiembre, iniciando con un ataque de artillería alemana de 105 mm, quienes bombardearon las posiciones defensivas rusas. Aunque Rennenkampf esperaba el ataque, la fuerza del combate no fue menos intensa.
Francois marchó con su cuerpo 113 km en cuatro días para ubicarse en el sur de Rennenkampf, atacándolos el 7 de septiembre. Esto provocó que el general ruso tuviera que mover sus tropas hacia esa posición, pero teniendo cuidado de no quedar expuesto ante las formidables defensas que se encontraban en Königsberg; además, quería evitar el mismo destino de su colega Samsonov. La infantería alemana trituraba a las tropas con el uso de la ametralladora Spandau de 7.62 mm y no es porque no conocieran esta arma, sino por lo bien utilizada que era por los germanos. Los rusos usaban la Maxim, pero los problemas de provisiones que eran una constante en su frente, impedían hacer uso efectivo de su artillería y ametralladoras gracias a la escasez de munición.4
Mientras tanto, Ludendorff dio la vuelta con sus tropas y las dirigió contra el I Ejército ruso, que había tomado posiciones al este de la región de los lagos. Por otro lado, François arremetió contra el flanco izquierdo ruso,logrando abrirse paso detrás de ellos. Sin embargo, Ludendorff no logró llevar a cabo otra maniobra de envolvimiento completa, dándole a Rennenkampf la oportunidad de retirarse a tiempo, pero no sin considerables bajas. Mientras que los teutones contaron aproximadamente 10,000 unidades perdidas, heridas o desaparecidas, por el lado ruso el número rondó los 100,000 soldados abatidos, heridos o capturados, además de que los alemanes hicieron 30.000 prisioneros.
Debido a la decisión de retirarse, Rennenkampf pudo huir con 45,000 soldados aún en estado de combatir otro día. Tras la victoria en los Lagos Masurianos, los vencedores emprendieron la persecución al otro lado de la frontera, sufriendo por las provisiones y, en consecuencia, quedando mal parados ante el contraataque ruso iniciado el 25 de septiembre, haciendo retroceder a los alemanes hacia Prusia Oriental de nuevo, siendo víctimas de su propio éxito, aunque no fue un resultado desastroso ni decisivo. 5
La situación parecía ser relativamente estable para el ejército alemán en el frente oriental, pero había unos problemas más allá de los Lagos: Austria-Hungría estaba siendo exhibida por Rusia en Galitzia, corriendo peligro la estabilidad del Frente Oriental en ese momento. Aunado a eso, Helmuth von Moltke sufrió un colapso nervioso por el resultado de la Batalla de Marne y dejó de ser Jefe del Estado Mayor Alemán, siendo reemplazado el 14 de septiembre por Erich von Falkenhayn, el cual tuvo serios desencuentros con Hindenburg y Ludendorff.
El teatro bélico no se quedó estático en este escenario. Hubo diversos choques y enfrentamientos, los cuales analizaremos en otros videos, historiadores, pero es importante señalar que Hindenburg y Ludendorff planearon en el invierno cómo, una vez más, sacar a los rusos de Prusia Oriental. Y, mientras tanto, en enero de 1915, Bethmann Hollweg, Hindenburg y Ludendorff hicieron una conspiración palaciega para destituir a Falkenhayn como consecuencia del decepcionante resultado de la primera batalla de Ypres. Esto trajo graves problemas en la organización, puesto que Hindenburg amenazó con presentar su dimisión si no se atendían sus demandas de tropa y de suministros. 6
Las cosas se calmaron mediante un compromiso en virtud del cual Falkenhayn debía dejar su puesto como ministro de la Guerra en manos de su lugarteniente, Adolph Wild von Hohenborn, pero continuaría como Jefe de Estado Mayor. Siguió gozando del apoyo del emperador y de su entorno, y durante 1915 acordó con otros líderes alemanes que el Frente Oriental debía tener prioridad, al contrario de la idea generalizada de que la guerra se ganaría en Francia.
Falkenhayn adoptó esta postura a regañadientes, pues sus preferencias se encontraban en el occidente, pero debido a la amenaza de la conspiración de sus “colegas” y al eterno problema de Austria-Hungría, decidió acceder a los deseos de los generales.
Quitó un regimiento a cada división del frente occidental y dos cañones por cada 6 de los grupos de artillería, dejando más ametralladoras y munición para compensar. Del lado ruso, la situación era delicada, aunque no del todo desesperada. Se habían logrado importantes victorias frente a los austríacos, y estaban de nuevo sobre Prusia Oriental. Nikolai Ruzsky, Thadeus von Sievers y Pavel Plehve eran los generales de la fuerza rusa, que contaba en ese momento con 16 batallones, que se enfrentarían a 12 de los germanos. Ya sabían de los movimientos de la tropa contraria, pero no tenían los pertrechos necesarios.7
Como parte de los preparativos, Hindenburg alentó el rumor de que Varsovia sería capturada como regalo de cumpleaños para el Káiser el 27 de enero, además ordenando al General Augusto Von Mackensen que moviera sus tropas hacia la zona de la Polonia rusa, además de apoyar a su aliado Austria-Hungría para desviar un poco la atención de su frente de guerra. 600 unidades de artillería bombardearon las posiciones rusas el 4 de febrero y durante una tormenta de nieve, lograron avanzar 8 km hacia Varsovia, yendo a paso lento pero seguro. Hindenburg vio complacido que los rusos se tragaron el cebo, por lo que movilizó 300,000 hombres a Prusia Oriental y los dividió en dos Ejércitos, usando como base Tilsit, cerca de Königsberg. Como detalle curioso, el mismísimo Káiser Guillermo II fue a ver cómo sus ejércitos se batían con el enemigo eslavo. 8
La llamada segunda batalla o batalla invernal de los lagos Masurianos, ocurrió del 7 al 21 de febrero, tomando por sorpresa a los rusos, quienes creían que la acción se centraría en Varsovia y no en la zona donde ya habían sido derrotados anteriormente. El flanco del general Sievers estaba mal protegido y con poco alambre de púas, porque las provisiones no habían llegado a tiempo para consolidar las posiciones defensivas del ejército ruso. A pesar de las intensas nevadas y de que la nieve casi cubría a los hombres, los alemanes fueron capaces de expulsar de Stallupönen hacia Luck a los invasores rusos. El Décimo Ejército Alemán atacó el día 8 el flanco norte e infligió más pérdidas al enemigo, logrando una y otra vez hacer retroceder hasta que, tras una semana de intensos combates, los alemanes recuperaron 113 km de territorio. La intención era, como en Tannenberg y en la Primera Batalla de los Lagos Masurianos, envolver al ejército ruso y destruirlo, para quitarse una amenaza más de avance.
El 9 de febrero, la artillería rusa estaba en su mayor parte fuera de combate por falta de municiones para seguir operando. La fortuna sonrió un poco a los rusos tras la captura de Lyck por parte de los germanos el 14 de febrero. El día 15, empezó a llover torrencialmente, cambiando los caminos de nieve a lodo a nivel de rodillas, dificultando el desplazamiento de tropa y los movimientos de artillería y caballería requeridos para seguir el ataque… aunque esto no detuvo realmente a los alemanes. 9
El día 17 de febrero, Alemania había capturado durante esta batalla más de 60,000 prisioneros, el doble que en la primera batalla. El comandante Pavel Bulgakov y su XX Cuerpo del Ejército compuesto de 70,000 hombres intentaron retirarse más hacia el este, fracasando en su intento y él junto con sus hombres fueron capturados el 19 de febrero en el bosque de Augustow. Un detalle importante fue que el XXII cuerpo del Ejército ruso peleó en este bosque con gran bravura, manteniendo a raya durante una semana a su contraparte alemana. De hecho, una carga de caballería en este frente casi cambia el curso de la guerra, pues estuvieron muy cerca de atrapar al Káiser Guillermo II, que visitaba el frente de guerra en ese momento.
Gracias al sacrificio de Bulgakov y sus hombres, logró darle el tiempo suficiente a lo que restaba del X Ejército para tomar posiciones defensivas en la Polonia Rusa y pelear otro día. Sin embargo, las pérdidas fueron bastante considerables. Cerca de 300 piezas de artillería fueron capturadas o destruidas, se perdieron provisiones alimentarias que, paradójicamente, ayudaron a los alemanes a continuar la ofensiva. Más de 130,000 muertos, capturados o desaparecidos y, salvo algunos pequeños reductos, y tras todo esto, se llegó al final de la campaña de captura de Prusia Oriental. 10
El lado alemán tampoco quedó indemne, a pesar de la gran victoria estratégica que significaron ambas batallas, en la segunda perdieron más de 15,000 hombres y media centena de piezas de artillería, junto con caballos y provisiones destruidas por el mal tiempo. Aunque se buscó emular otro Tannenberg rodeando a los rusos, esta oportunidad se escapó una vez más y los ataques alemanes desde su propio territorio y el agotamiento de la tropa impidieron, tal vez de manera prudente, cualquier avance mayor. Y algo que no mencionamos mucho en este video, es el hecho de que el desastre que era Austria-Hungría contra los rusos impedía una consolidación real de las victorias alemanas, pues mientras eran expulsados del territorio teutón, penetraban con fiereza a la monarquía dual y exhibían su inoperancia bélica. El Frente Oriental sin duda alguna permitió una mayor movilidad en la Primera Guerra Mundial, donde los campos de batalla más amplios eran ideales para este tipo de enfrentamiento. Por lo mientras, en estos choques, Hindenburg y Ludendorff junto con sus generales a cargo mostraron su capacidad de ganar batallas y fueron pavimentando el camino hacia la victoria alemana en el frente oriental. Pese a todo, los rusos estaban preparándose para una nueva ofensiva, y cuando la misma llegara, las potencias centrales temblarán, pero esa es otra historia, para otro día. 11
Fuentes.
- Catherwood, Christopher. The Battles of World War I (Everything You Need to Know) . Allison & Busby. Edición de Kindle.
- Stevenson, David. 1914-1918. Historia de la Primera Guerra Mundial (Spanish Edition) . Penguin Random House Grupo Editorial España. Edición de Kindle.
- Geoffrey Jukes. (2002). The First World War (I) The Eastern Front 1914-1918. Oxford: Osprey.
- Michael S. Neiberg, David Jordan. (2008). The Eastern Front 1914-1920. From Tannenberg to the Russo-Polish War. London: Amber Books.