La Edad Media es uno de los periodos históricos más susceptibles a ser romantizados; ya sea para generar la imagen de una sociedad atrasada en la que reinaban la ignorancia y la barbarie o bien, un mundo en el que abundan los héroes y los villanos, quienes se enfrentan en batallas épicas del bien contra el mal.
Lo cierto es que la Edad Media sigue siendo una gran fuente de inspiración para novelas, libros y claro, películas y series; sin embargo, los errores de interpretación, los anacronismos y las exageraciones son mucho más abundantes de lo que nos gustaría aceptar. A continuación, presentamos una lista de los errores más evidentes en representaciones y ambientaciones medievales de series y películas.
1. La ropa de los vikingos (Vikings).
Si bien esta serie ha tenido grandes aciertos tanto en su recreación de algunos elementos medievales como en el desarrollo de su trama, la cual nos mantiene entretenidos por horas y con ganas de saber más, también hay que aceptar que ha cometidos algunos grandes errores al momento de interpretar ciertos detalles. Uno de los mejores ejemplos de esto es el vestuario utilizado por algunos personajes de la serie, principalmente los protagonistas Ragnar y Lagertha, aunque hay algunos otros que no se quedan atrás.
Y es que aunque los atuendos ajustados hechos en cuero y con partes tejidas a base de cota de malla se ven realmente atractivos y cumplen la fantasía de cualquier amante del BDSM, lo cierto es que distan mucho de los atuendos utilizados por los pobladores de Escandinavia durante los siglos IX y X, incluso aquéllos diseñados para ir a la guerra. En la imagen de abajo podemos apreciar la vestimenta típica de los normandos (izquierda), y la ropa y el armamento que utilizaban durante la batalla (derecha).
2. Las guardias de combate (Cruzada)
Las Cruzadas fueron una muy importante serie de conflictos bélicos entre los reinos cristianos de Europa y el Imperio Islámico, cuyo principal objetivo se basaba en obtener y conservar el control de Tierra Santa. En la película, Godfrey le enseña a su hijo, Balian, algunas nociones básicas sobre el combate con la espada y, aunque algunos detalles son correctos, como la guardia del halcón y los ataques que de ella derivan, hay algunos que definitivamente están errados; por ejemplo, el momento en el que Godfrey afirma que en ningún momento debe usarse una guardia baja, así como que todos los ataques deben provenir desde arriba.
Fiore dei Liberi es uno de los autores más estudiados con respecto a la enseñanza de la esgrima medieval. En su manuscrito, Fiore explica un largo listado de guardias de combate y de ataques y defensas que pueden devenir desde cada una de ellas. Lo curioso aquí, es que para Fiore algunas de las guardias más importantes y más efectivas, son guardias bajas, entre las cuales se encuentran la puerta de hierro (izquierda), el diente de jabalí (medio) y la guardia corta (derecha). A partir de estas guardias puede realizarse movimientos defensivos de gran eficacia, así como poderosas estocadas, muy importantes y letales durante un combate con armas blancas.
A esto podemos agregarle el hecho de que, al igual que en muchas otras películas, el protagonista toma una sola clase sobre cómo usar la espada y de inmediato se convierte en un experto; y no, no es una exageración, ya que unas escenas más adelante vemos que logra derrotar y asesinar a un soldado árabe que parece ser mucho más experimentado que él y, posteriormente, lo vemos combatir contra varios adversarios a la vez sin sufrir ninguna herida de gravedad.
3. Anacronismo con un yelmo (Gladiador).
¿Cómo puede estar una película ambientada en la Antigüedad (siglo II d.C.) en esta lista de películas y series medievales? te preguntarás. Pues bien, la respuesta es que durante una breve escena en la cual Máximo Décimo Meridio se encuentra a punto de salir a pelear en la arena del coliseo, podemos ver una colección de armas y armaduras para uso de los gladiadores, sin embargo, uno de los yelmos ahí mostrados no coincide con la época en la que se desarrolla la película, ya que se trata de un yelmo vikingo, posiblemente del siglo IX o X d.C., por lo que faltarían varios cientos de años para que se forjara algo parecido, lo cual significa que este elemento no fue utilizado durante la Antigüedad, sino hasta bien entrada la Edad Media. Por cierto, el yelmo que usa el protagonista tampoco es muy históricamente correcto que digamos.
4. Cruz Ortodoxa (Vikings)
Alerta de spoilers, si no has visto la sexta temporada de Vikings, te recomendamos saltar al siguiente número de la lista.
La sexta temporada de esta serie trajo muchas sorpresas y, para los fans de la Historia presentó tanto detalles interesantes como algunos dolores de la cabeza. Desde los primeros capítulos podemos ver a Ivar convivir íntimamente con el príncipe Oleg y su familia, quienes gobiernan sobre Novgorod y Kiev, sin embargo, durante unas cuantas escenas podemos ver cruces ortodoxas, ya sea en los edificios, en el altar o en joyería, ¿cuál es el problema con esto? Que la trama de esta temporada se desarrolla en el siglo IX d.C., mientras que el Cisma de Oriente, en el cual se separaron la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa, sucedió hasta mediados del siglo XI d.C., es decir, ese tipo de cruces no aparecería sino hasta más de cien años más tarde, aunque no deja de ser un bonito detalle para mostrar la diferencia de latitudes en la que acontecen los hechos. Por otro lado, se cometió otro anacronismo al presentar a los rus y sus líderes como cristianos, ya que la evangelización de esta parte del mundo también se dio un poco más tarde.
5. Castigo de Alfred a su sobrino AEthelwold (The Last Kingdom).
Alerta de spoilers, si no has visto la tercera temporada de The Last Kingdom te recomendamos saltarte este número.
AEthelwold, hijo de AEthelred, y en algún momento legítimo heredero al trono de Wessex, representó una serie de problemas tanto para Uhtred como para el rey Alfred desde la primera temporada, sin embargo, sus actos se vuelven principalmente graves durante la tercera temporada de la serie, ya que siembra el caos entre los sajones y los daneses, para luego aliarse con estos últimos con el objetivo de obtener por lo menos una parte del poder que él considera le pertenece por derecho. Al ser capturado por los sajones, Alfred se cuestiona sobre cómo debe castigarlo, ya que al ser hijo de su difunto hermano considera que no puede matarlo, pero su traición es demasiado grave y no puede pasarse por alto, tras lo cual decide quemarle un ojo. Aunque parezca difícil de creer, este acontecimiento histórico parece ser de cierta forma verídico, sin embargo, esto sucedió con una familia real de Francia unas décadas más tarde, no con los sajones que protagonizan esta serie.
6. Francia y los Merovingios (El Código Da’Vinci).
Para tratarse sobre las aventuras de un historiador, la obra de Dan Brown está repleta de errores históricos y de interpretaciones que carecen de fundamento. La que nos interesa para esta lista es la historia de María Magdalena posterior a la Crucifixión. De acuerdo con el relato de Dan Brown, María Magdalena huye de Jerusalén y llega a Francia, tras lo cual emparenta con la dinastía de los Merovingios… Claro, estamos hablando de una novela y sabemos que es ficción, pero hay detalles que definitivamente no pueden pasar desapercibidos, ya que aunque alguien saliera de Jerusalén en esos tiempos y se encaminara al noroeste, no encontraría Francia y mucho menos a los Merovingios, ya que para ese entonces dicho territorio seguiría teniendo el nombre de Galia, además que los Merovingios llegarían 500 años más tarde para fundar la primera dinastía de los francos.
7. La comida (varias).
No es raro encontrar series, libros y películas ambientados en tiempos medievales en los cuales los personajes disfrutan de guisos preparados a base de papa. El problema aquí es que la papa es de origen americano, por lo que los europeos no la conocieron sino hasta bien entrado el siglo XVI d.C., razón por la cual en tiempos medievales hubiera sido imposible degustar un platillo semejante.
8. El uso del yelmo (varias).
El yelmo es una de las partes más importantes de la armadura, ya que cubre la cabeza, así como en algunas ocasiones el rostro de posibles golpes, cortes, estocadas y demás. Por obvias razones fue ampliamente utilizado por guerreros desde la Antigüedad y durante toda la Edad Media, existiendo así diseños y materiales muy variados, pero estando siempre presente en las batallas. Ahora bien, es un factor en común de muchas series y películas dejar que su protagonista y a veces un gran número de personajes secundarios, terciarios y extras, vayan a la guerra sin ningún tipo de protección en la cabeza.
Seguramente ahora que conoces estos datos no volverás a ver estas obras de la misma manera. ¿Te gustó este top? ¿Crees que hay otro error que deberíamos agregar? Cuéntanos qué opinas en los comentarios.
La historia de la Edad Media, sus cronistas e historiadores, suelen centrarse en personajes masculinos de gran poder y relevancia, reyes que se destacaron por su gobierno, como Carlomagno y Alfredo I, guerreros aparentemente invencibles que lograron subyugar a sus enemigos, como Belisario, Gaiseric o Clodoveo, o incluso en clérigos que fundaron órdenes, algunas extintas y otras que aún perduran, como San Benito de Nurcia, San Bernardo de Claraval o San Francisco de Asís; dejando de esta manera a las mujeres medievales en un segundo plano y construyendo un discurso erróneo en el cual la mujer pasa a un segundo plano en el relato histórico. Contrario a la creencia popular, las mujeres jugaron un papel fundamental en la sociedad y la cultura medieval, y no son pocos los cronistas que mencionan a una o varias de ellas, así como la importancia que sus actos tuvieron en el devenir histórico. A continuación, presentamos una lista con cinco de las mujeres más poderosas, famosas e influyentes de la Edad Media.
Teodora de Constantinopla
De acuerdo con los cronistas de la época, Teodora nació en el seno de una familia bizantina sumamente humilde, sin embargo, gracias a la astucia y habilidad política de su madre, logró escalar en la pirámide social hasta llegar a los niveles más elevados.
Teodora contrajo matrimonio con Justiniano, uno de los emperadores bizantinos más influyentes y destacados de la historia, ya que fue durante su reinado que varios territorios de África e Italia fueron recuperados de manos de los bárbaros y anexados al Imperio Bizantino. Aunado a esto, Justiniano se enfrentó y salió airoso de dos revueltas populares que amenazaban con arrebatarle el trono. Mucho se ha especulado sobre el gobierno de Justiniano y las razones que lo motivaron a luchar por su imperio cuando todo parecía perdido, sin embargo, muchos historiadores coinciden en que fue Teodora quien gobernaba realmente y fue ella misma quien convenció a su esposo de no huir y hacer todo lo posible por mantener su hegemonía. Se dice que Teodora fue una mujer increíblemente hermosa, pero que ni siquiera su belleza podía rivalizar con su inteligencia y astucia, herramientas que le permitieron establecerse como la indiscutible mujer más influyente y destacada de su época.
Representación de Teodora en un mosaico bizantino, hoy en Rávena, Italia.
Berta de Laon
Poco es lo que se conoce sobre las mujeres de la corte de los merovingios, sin embargo, los cronistas medievales e historiadores modernos han rescatado la imagen de Berta, esposa de Pipino y madre de Carlomagno. Si bien, Berta estuvo casada con un poderoso emperador al igual que Irene y Teodora, ella no nunca estuvo al frente del imperio, ya que al enviudar fueron sus dos hijos quienes ascendieron al poder: Carlomagno y Carlomán.
Era costumbre entre los francos que cuando un rey moría, éste dividía su territorio entre todos sus hijos varones, sin importar cuántos fueran éstos, cosa que con el pasar de los años terminaba desencadenando grandes guerras entre hermanos que no hacían sino debilitar al reino y atraer enemigos externos. Berta fue de vital importancia una vez que su marido, Pipino el Breve, falleció. Es sabido que Carlomagno y su hermano no se llevaban muy bien y estuvieron a punto de declararse la guerra en múltiples ocasiones, sin embargo, fue su madre quien los hizo entrar en razón y evitó una guerra que acabaría con el Imperio Carolingio. A los pocos años, Carlomán falleció y dejó a Carlomagno como el único gobernante, pero fue gracias a Berta que el Impero Carolingio no entró en una guerra interna que lo consumiría, y logró convertirse en la potencia occidental más importante de su tiempo.
Representación moderna de Berta de Laón.
Irene de Atenas
Al igual que Teodora, Irene contrajo matrimonio con el emperador bizantino de su época, en este caso, León IV, sin embargo, León murió dejando como único heredero a su hijo de 10 años, Constantino VI. Debido a la complicada situación, Irene tomó la regencia del imperio mientras su hijo alcanzaba la mayoría de edad. Una vez que esto sucedió, Irene decidió compartir el poder con su hijo, pero afirmó que ella siempre tendría la última palabra y cierta superioridad sobre su descendiente, cosa que convirtió a Constantino VI en un enemigo de Irene.
Constantino VI conspiró en contra de su madre para quitarla del trono bizantino, pero Irene descubrió la insurrección y defendió su puesto como emperatriz exitosamente. Más adelante, surgió una nueva revuelta, la cual logró deponer a Irene y establecer a su hijo como emperador de Bizancio, sin embargo, después de una serie de fracasos militares, Constantino decidió devolver el poder a su madre, quien lo castigó severamente sacándole los ojos y cortándole la nariz, estableciendo así una “moda” que perduraría muchos siglos más en el Imperio Bizantino.
Uno de los momentos más importantes en la vida de Irene fue cuando propició un acuerdo para detener el Conflicto Iconoclasta que había dañado fuertemente a la Iglesia Católica. La Emperatriz se declaró a favor de los llamados iconódulos, pero aclaró que las imágenes debían ser un refuerzo para la veneración y jamás un objeto de adoración. Razón por la cual en algunos momentos de la historia ha sido considerada santa.
Representación bizantina de Santa Irene
Leonor de Aquitania
Sin duda alguna, Leonor de Aquitania podría ser la mujer más polémica de esta lista, ya que su vida estuvo marcada por constantes enfrentamientos contra las mayores potencias y contra la ideología de su época. Ella era originaria Aquitania, y tras la muerte de su padre y su hermano se convirtió en la única heredera de aquél ducado, siendo éste uno de los más grandes de toda Europa. Al poco tiempo de convertirse en la señora de Aquitania, contrajo matrimonio con Luis VII de Francia, quien no tardaría en convertirse en rey, elevando así a Leonor al puesto de reina consorte. Es entonces cuando comienza escándalo en la vida de la duquesa, después de 8 años de matrimonio y encontrándose en el marco de la Segunda Cruzada, comienza a haber rumores sobre la relación de Leonor con su tío, tras lo cual las fricciones con Luis VII se vuelven cada vez mayores. Aunque el Papa intervino en la disputa de la pareja, Leonor y Luis terminaron por separarse, sin embargo, Leonor conservó sus títulos y con ellos, sus dominios. Más adelante, Leonor volvió a casarse, también con una persona de la alta nobleza, esta vez, Enrique II de Inglaterra. Enrique estaba destinado a convertirse en rey, lo cual sucedió al poco tiempo de casarse con la duquesa de Aquitania, y ya que ésta seguía conservando su señorío sobre su tierra natal, el reino de Inglaterra se extendió hasta abarcar una gran parte del territorio francés, causando así una serie de conflictos entre ambos reinos. Por si fuera poco, Leonor tuvo muchos hijos con el rey de Inglaterra, entre los cuales destacan dos de ellos por sus constantes apariciones tanto en la literatura de la época, como en el cine, series y novelas de nuestra época: Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra.
Leonor de Aquitania por Edmund Leighton
Hildegarda
A diferencia de todas las mujeres en esta lista, Hildegarda jamás casó ni participó o evitó grandes batallas o conflictos bélicos, ya que ella decidió renunciar a lo mundano y dedicar su vida al servicio de Dios, convirtiéndose así en una monja y posteriormente abadesa de la Orden Benedictina.
Hildegarda fue una apasionada estudiosa de una enorme variedad de temas, entre los cuales se encuentran la literatura, música, arte, ciencia y teología. Además, fue una de las escritoras más prolíficas de la Baja Edad Media, destacándose así no solamente entre las mujeres, sino también entre los hombres de la Orden de San Benito, por lo cual le fue entregado el título de Doctora de la Iglesia, entrando así a uno de los grupos más selectos benefactores reconocidos por la Iglesia Católica.
Representación de Hildegarda de Bingen, W. Marshall Sculpsit.
Bibliografía y literatura recomendada
Hindley, Geoffrey, Las Cruzadas: Peregrinaje armado y guerra santa, Ediciones B, España, 2010
McKitterick, Rosamond, The Formation of a European Identity, Cambridge, Cambridge University Press¸ 2008.
Olmedo, Daniel, Historia de la Iglesia en la Edad Media.
Oman, Charles, The Dark Ages.
– El Erudito
Si quieres conocer más trabajos de este autor, puedes leer alguno de sus siguientes artículos:
El 24 de febrero pasado, el titular del Poder Ejecutivo Mexicano, Andrés López, develó una placa en conmemoración a la Decena Trágica, solo que decidió renombrarla quincena trágica, porque, según él, no fueron 10 días, sino 15.
¿Cómo llegó a esta conclusión? Según el personaje en su interpretación y, a pesar de que académicos historiadores y demás profesionales le dijeron que no está en lo correcto, son 15 días los que abarcó el evento.
La lisonja y el montaje
Su esposa, Beatriz Gutiérrez, respaldó sus dichos siendo, supuestamente, una persona con experiencia en historia. Mencionados los hechos, quiero comentar algunas cosas que pasan por mi mente a raíz de este incidente y no espero que muchas personas estén de acuerdo conmigo:
Estoy de acuerdo en que los eventos históricos no son definidos por los historiadores… y tampoco a gusto de gobernantes narcisistas.
La terquedad del Ejecutivo Mexicano de hacer “historia”, ya evidente, solo se re confirma con su ejercicio inútil de renombrar algo que no necesitaba renombrarse.
¿De verdad es necesario seguir alabando a Madero como un paladín de la democracia? Entiendo que fue un presidente “democrático”, pero hay personajes que defendieron de mejor manera este concepto. Como Salvador Nava… ¿o es que acaso era un conservador que no merece ser mencionado? Dato verídico: alguien me dijo que los “mochos” no tenían cabida en la nueva historia de este régimen.
Beatriz Gutiérrez es solo una repetidora de lo que diga su espooa, el cual solo tiene un grado de licenciado.
El fetiche por personajes históricos de bronce, creados en gran medida por el régimen priista, es una práctica que no puede dejar de lado el presidente , formado en su infancia y en su desarrollo político en esos años.
Andrés López no entiende la disciplina histórica y no entiende que no entiende esa disciplina. Para él son fechas, personajes, monumentos, desfiles y nombrar a elefantes blancos como personajes “heroicos”. Basta con leer su tesis para corroborar su nulo entendimiento de los procesos históricos.
Al no entender los procesos históricos, hace aseveraciones que rayan en lo bolonio, donde cambia nombres dados a eventos y pensar que con eso se logra su cometido. Es por este motivo que hay un grupo de serviles historiadores que quieren nombrar invasión española al proceso de conquista que ejecutó la Corona de Castilla en territorios americanos y otros. Un despropósito.
¿Otra evidencia de que no entiende ni un ápice de historia? En respuesta a un artículo publicado en el Wall Street Journal intitulado Mexico Slides Toward One-Man Rule, el Ejecutivo mencionó que están mal, descalificó al diario y que él no es como Antonio López de Santa Anna y Porfirio Díaz Mori porque, según su visión, López de Santa Anna fue presidente 11 veces y Díaz gobernó 34 años. Son dos errores gravísimos de alguien que se presume conocedor del pasado. Santa Anna fue SEIS veces presidente, de acuerdo al historiador Will Fowler. Por otro lado, Porfirio Díaz gobernó en su primer periodo de 1877 a 1880 y, posteriormente, de 1884 a 1911, dando como resultado 30 AÑOS, no 34. Ojo, no estoy diciendo que no haya habido dictaduras en ambos casos, pero también omiten la dictadura de Benito Juárez de 14 años de duración, pero como es uno de los personajes favoritos de López, no se le toca. Con esto quiero exponer que una persona que desconoce a ese nivel los eventos, no puede ni debe andra renombrando sucesos que no alcanza a comprender en su limitada formación.
Sinceramente espero que no escriba otro libro de Historia. Sería un desperdicio de árboles y, como sé que no lo escribirá él realmente, será explotación laboral inhumana.
Es ALARMANTE el silencio generalizado de la comunidad de historiadores que hay en nuestro país. Entiendo que los problemas que atravesamos en México son gravísimos y que hay prioridades… pero no por ello debemos dejar de lado nuestra formación y denunciar actos déspotas y sin sentido.
Este breve escrito los invita a seguir informándose como historiadores y que, si alguien les dice que deben nombrar quince trágica a la decena trágica, respondan que la tragedia quincenal es la que recibimos por nuestro trabajo.
– Hal Jordan.
Si quieres conocer más trabajos de este autor, puedes leer sus siguientes artículos:
¿Se han preguntado qué desconocen de la Edad Media? ¿Será cierto que fue una época de pura barbarie? Pues has llegado al lugar correcto para responder estas y otras preguntas con 10 COSAS QUE NO CONOCÍAS SOBRE LA EDAD MEDIA.
1. ¿Los guerreros más sucios?
El año 793 d.C. estuvo marcado por el sangriento comienzo de la Era Vikinga, periodo en el cual los invasores escandinavos atacaron múltiples territorios de lo que hoy conocemos como Inglaterra, pero que en aquélla época se dividía en varios reinos sajones en su mayoría cristianizados. Debido a que los vikingos creían en una religión totalmente distinta, no tenían problema en atacar templos y monasterios, lugares que ellos preferían por sus escasas defensas, su abundancia en tesoros y la nula capacidad ofensiva de quienes ahí habitaban. Es por esta razón que hasta la fecha, se asocia a los escandinavos con la violencia, una insaciable sed de sangre y un total desconocimiento de la higiene, sin embargo, esta última característica podría estar equivocada.
De acuerdo con algunos cronistas medievales, como John of Wallingford, los hábitos de higiene de los vikingos eran considerablemente superiores a los de Europa Continental. En primer lugar, tenían un día de la semana asignado para el baño, cosa que los europeos occidentales solían evitar a toda costa, razón por la cual el olor de muchos de ellos solía ser bastante más desagradable que el de los invasores. Por si fuera poco, los vikingos también acostumbraban lavar su cara, nariz y boca todos los días, así como peinar y trenzar su cabello, Razón por la cual muchas mujeres sajonas los consideraban mucho más atractivos que los hombres ingleses.
2. Los inicios de la Edad Media
Tradicionalmente, consideramos que la Edad Media inicia en el siglo V d.C. y termina en el siglo XV d.C., sin embargo, existe mucha polémica sobre esta delimitación; principalmente debido a que los historiadores suelen vincular el final de una época y principio de otra con un acontecimiento sumamente relevante que marque un claro antes y después, cosa que no sucede con la famosa Caída del Imperio Romano de Occidente, tras la cual en poco cambió la economía, la política, e incluso la sociedad en Europa. La ocupación germana de territorios romanos había comenzado desde mucho antes, el cristianismo continuaba siendo la religión hegemónica en el territorio y paulatinamente fue adoptada por los pueblos invasores, mientras que la economía se encontraba en un estado crítico desde antes de la caída del imperio.
Con base en lo anterior, algunos estudiosos del tema han considerado más pertinente marcar el inicio de esta etapa algunos siglos antes o después, por ejemplo, en el siglo IV. cuando el cristianismo se legaliza y más adelante se convierte en la religión oficial del imperio, marcando así el final del paganismo en el territorio y dando como resultado un sistema administrativo y judicial muy diferente al anterior. Asimismo, hay quienes consideran que el inicio de la Edad Media debe situarse entre los siglos IX y X, cuando el Renacimiento Carolingio sienta las bases para un sistema monárquico más fuerte y estrechamente vinculado con los incipientes títulos nobiliarios sustentados por el juramento de lealtad.
3. La Edad Oscura
Como vimos en el dato anterior, el periodo comprendido entre los siglos V d.C. y IX d.C. representan un serio problema de clasificación, sin embargo, ésa no es la única complicación que generan. Las constantes guerras, invasiones y epidemias acaecidas durante ese tiempo trajeron consigo una serie de problemas sociales y económicos muy fuertes, razón por la cual solamente un muy reducido porcentaje de la población tenía la capacidad y las condiciones necesarias para escribir una crónica; y muchas de éstas se perdieron en la turbulencia social antes mencionada.
Debido a la fuerte escasez de fuentes escritas de dicha época, resulta sumamente complicado obtener información más o menos certera o fidedigna de los acontecimientos ahí ocurridos, por lo que los historiadores suelen llamar a este periodo la Edad Oscura, lo cual significa que se tiene poca luz o conocimientos acerca de ella. El nombre de esta edad ha provocado que en muchas ocasiones se asocie a la Edad Media con el oscurantismo, la ignorancia, el completo rechazo a la ciencia, la violencia y la poca higiene, sin embargo, esto es algo muy alejado de la realidad.
Batalla entre cristianos y musulmanes.
4. El sexo en la Edad Media
Durante la Edad Media se teorizó mucho sobre el sexo y su relación con el alma, lo espiritual, lo material y lo impuro. Algunos pensadores eclesiásticos de gran importancia, como Tertuliano (Antigüedad) y San Jerónimo, consideraban que la virginidad era un estado de máxima pureza al que había que aspirar en todo momento, incluso después del matrimonio. Otros teóricos consideraban que el sexo era necesario, ya que es fundamental para la procreación y la continuidad de la raza humana y el cristianismo, pero debía ser realizado únicamente con el fin de la reproducción y en ningún momento para obtener placer, por lo que el sexo oral y anal solían considerarse sumamente pecaminosos y debían ser siempre evitados.
Si bien, no todo el mundo, incluidos los mismos jerarcas eclesiásticos, se ponían de acuerdo en tema sexuales, lo cierto es que muchos coincidían en que el fin último del sexo era la reproducción y no el de brindar placer al cuerpo, razón por la cual se decía que la única posición adecuada era la del misionero, con el hombre yaciendo sobre la mujer y jamás detrás de ella, ya que era así como lo hacían los animales salvajes. Todo esto llevó a la creación de las Summa Confesorum, en donde se enlistaban y en algunos casos incluso se ilustraban, todo tipo de posturas sexuales, pero no con la misma intención que el Kama Sutra, sino con el fin de que los curas pudieran identificar las posturas que quienes se confesaban describían, y así poderes asignar una penitencia adecuada. Además, la Iglesia no permitía que se tuvieran relaciones sexuales varios días del año, por ejemplo, los viernes y los domingos, durante la Cuaresma y los días después del Pentecostés, tampoco los días que hubiera alguna celebración muy relevante, así que de los 365 días del año, únicamente estaba permitido hacerlo aproximadamente 80 días. Ahora bien, el hecho de que existieran todas estas prohibiciones, no significa que la gente las siguiera; en realidad, se tienen muchas estadísticas que apuntan a que hubo un enorme crecimiento poblacional a partir del siglo X d.C. cosa que hubiera resultado prácticamente imposible de haberse seguido todas estas normas.
Interpretación medieval de la historia de José y la esposa de Putifar.
5. Censura en el arte
Contrario a lo que el dato anterior nos podría hacer creer, no existía tanto control en las expresiones artísticas de la época, principalmente las ilustraciones de los manuscritos medievales, pero también los tapices, pinturas, frescos y grabados. Si bien, el sexo no era uno de los temas más recurrentes, los pasajes bíblicos sí lo eran, y en muchas ocasiones se buscaba ser tan fiel como fuera posible al relato de las Sagradas Escrituras. Es por esto que cuando la Biblia describía situaciones en las que posiblemente los participantes estaban desnudos o en paños menores, así se les representaba en las artes plásticas. Algunos ejemplos de esto son Adán y Eva, José y la esposa de Putifar, el Rey David y Betsabé, Susana y los viejos, y Herodes y Salomé. Aunque algunos artistas optaban por representar a los personajes en posiciones donde mostraran demasiado, sin embargo, muchos otros no tenían problema con ilustrar la escena con lujo de detalle.
El contenido violento tampoco representaba un impedimento para los artistas de la época, podemos encontrar una infinidad de obras de origen medieval en las que la sangre corre a ríos, los mártires son quemados vivos, acuchillados, asaetados, degollados y asados vivos, mientras que las batallas muestran claros ejemplos de decapitación, desmembramiento y todo tipo de heridas que solían recibirse en la guerra.
En la imagen podemos ver el episodio en el que el Rey David, desde su palacio, observa cómo Betsabé se baña al aire libre.
6. El papel de la mujer
Aunque en algunas ocasiones nos resulte difícil pensar en mujeres que se destacaron y llegaron a cambiar el curso de la historia durante la Edad Media, lo cierto es que existieron muchas de ellas y en incontables situaciones jugaron un papel determinante en el desarrollo de los hechos. Ya desde los primeros años de la Alta Edad Media se tienen noticias de varias mujeres que, siendo grandes guerreras y estrategas, devinieron en líderes de los reinos germanos que comenzaban a asentarse y a consolidar sus dominios en lo que hoy conocemos como España, Francia e Italia, pero posiblemente la mujer más famosa de dicha época no haya pertenecido a Occidente, sino que era ciudadana del Imperio Bizantino. Se cuenta que la Emperatriz Teodora tuvo orígenes muy humildes, sin embargo, gracias a la instrucción y astucia de su madre, fue escalando en la pirámide social de la época hasta convertirse en la esposa de Justiniano, quien fue nombrado Emperador de Bizancio. De acuerdo con las fuentes de la época, Teodora poseía una aguda inteligencia y un carácter férreo, características que le permitieron hacerse de cierta reputación e incluso, según cuentan algunos cronistas, ser quien realmente gobernaba en Constantinopla.
Otra mujer de la realeza, cuya fama fácilmente podría rivalizar con la de Teodora fue Leonor de Aquitania, quien durante una de las Cruzadas decidió abandonar a su esposo, el Rey de Francia, para contraer matrimonio con el Rey de Inglaterra, con quien engendró al famoso Ricardo Corazón de León y su hermano, Juan Sin Tierra. Pero Leonor de Aquitania, más que por su descendencia, es recordada principalmente por sus habilidades sociales y genio político, que le permitieron llevar a cabo sus cometidos sin que nadie se le interpusiera.
No podríamos cerrar esta lista de mujeres medievales emblemáticas sin hablar de Juana de Arco, cuya fuerza y poder de liderazgo guiaron a los guerreros franceses en una de sus muchas guerras contra los ingleses. Aunque Juana de Arco tuvo un trágico final, siendo quemada en la hoguera, varios siglos después la Iglesia decidió reconocerla como un modelo a seguir para la cristiandad y hoy en día ya está considerada dentro del selecto grupo de los santos y los beatos.
Leonor de Aquitania, por Edmund Leighton.
7. La navegación
Durante la gran crisis económica sufrida durante los últimos años del Imperio Romano de Occidente, y más aún después de su desastrosa caída, la navegación en el Mar Mediterráneo se convirtió en poco más que un recuerdo; incluso se tienen noticias de que los árabes se burlaban de los europeos diciendo que no podían hacer flotar ni un madero, cosa que aisló al continente Europeo del resto del mundo durante muchos, muchos años. La economía, otrora basada en el comercio marítimo y las batallas navales ya no era posible y se tuvo que buscar otras alternativas que terminaron por crear un nuevo eje geopolítico en las zonas continentales muy alejadas de la costa.
Los escasos conocimientos de navegación en Europa dieron una enorme ventaja a los vikingos que comenzaron sus invasiones en el año 793 d.C. ya que ellos sí eran expertos construyendo embarcaciones y viajando en ellas. Los barcos vikingos, conocidos como drakar, eran considerablemente pequeños y ligeros, lo cual permitía a sus usuarios trasladarse rápidamente por el mar y, en caso de ser necesario, cargar su embarcación para después navegar sobre un rio, por lo cual ningún territorio europeo estaba fuera de su alcance y tenían una retirada a salvo asegurada.
Conforme la Era Vikinga llegaba a su fin y los habitantes de Escandinavia abrazaban el cristianismo, los europeos aprendieron sus técnicas de navegación y de construcción de naves, las cuales fueron evolucionando hasta dar paso a las galeras y carabelas, como las que muchos siglos más adelante permitirían el viaje de Cristóbal Colón al continente americano.
8. La espada larga
No es ningún secreto que las armas, tácticas y estrategias bélicas evolucionan al mismo ritmo que la civilización que las utiliza. En el caso de la Edad Media, la espada tiene un lugar muy importante, tanto en la realidad como en el imaginario colectivo, antes que una lanza, un mazo o incluso que un hacha, solemos vincular a cualquier guerrero medieval con el uso de la espada, sea ésta del tipo que sea. La espada que parece haber sido la predominante durante aquéllos tiempos, fue la espada corta o espada de guerra, cuyas modestas dimensiones permitían un manejo relativamente sencillo y un costo más económico. Las espadas cortas funcionaban muy bien para la infantería, en donde continuamente se combatía cuerpo a cuerpo contra varios oponentes, por lo que el arma debía ser apta para maniobrarse en espacios muy concurridos y lo suficientemente ligera para que quien la empuñe no se canse a los pocos minutos.
La espada larga o longsword, que requiere el uso de las dos manos para su manejo y que se ha vuelto muy popular en películas, series y videojuegos, no se popularizó sino hasta aproximadamente el siglo XIV, cuando la caballería retomó importancia y era necesario poder atacar desde el suelo a un jinete montado. La espada larga tendría un costo más elevado que la espada corta y generalmente se le vinculaba con la nobleza, quienes no solamente podían costearse la manufactura de una, sino que también podían contratar a uno de los muy famosos maestros itinerantes, quienes después de haber participado en varias batallas y estudiado con otros maestros, vendían sus conocimientos de ciudad en ciudad. Uno de los instructores más conocidos hasta nuestros días fue Fiore dei Liberi, cuyos manuales aún pueden ser consultaos.
También es destacable que, contrario a la creencia popular, en la Edad Media no todo el mundo iba armado en su vida cotidiana, ya que usar y portar espadas y armaduras solía estar prohibido en un buen número de las ciudades europeas. Al habitante promedio se le permitía portar un cuchillo, pensado más como herramienta que como arma, aunque eso no lo eximiera de un posible uso violento.
9. El primer “Renacimiento”
Si hablamos del Renacimiento, es probable que asociemos el término con los siglos XIV y XV, así como con ideologías antropocentristas, grandes avances en las ciencias y las artes y la supuesta recuperación de cánones clásicos; sin embargo, existe otro periodo que recibe el mismo nombre y dista mucho del Renacimiento con el que todos estamos familiarizados. Se trata del Renacimiento Carolingio, situado en el siglo VIII y, aunque parezca difícil de creer, consiste en algo muy parecido a su homónimo.
El Renacimiento Carolingio, impulsado principalmente por Carlomagno, también buscaba retomar algunas posturas de griegos y romanos, fundó instituciones como la Escuela Palatina, en donde era posible aprender a leer y a escribir, cosa que propició un intercambio cultural muy importante.
Los monjes jugaron un papel fundamental en este momento, ya que era posible que tanto estudiantes como maestros de un monasterio se trasladaran a otro para intercambiar conocimientos, asesorar a grandes figuras de la época y copiar libros cuyo valor nos resulta inimaginable hoy en día. Uno de los casos más emblemáticos es el de Alcuino de York, quien a pesar de tener orígenes ingleses, radicó mucho tiempo en el Imperio Carolingio (actuales Francia y Alemania), y debido a su alto nivel de cultura llegó a ser parte de la corte de Carlomagno.
Retrato de Carlomagno por Gustave Doré.
10. ¿Quién fue el primer Papa de la Historia?
De acuerdo con la tradición piadosa, San Pedro fue el primer Papa y por lo tanto, el máximo representante de Dios en la Tierra, sin embargo, esto puede matizarse. Durante los primeros siglos de nuestra era, el Cristianismo consolidó tres jerarquías eclesiásticas primigenias, los Diáconos, Presbíteros y Obispos, siendo estos últimos quienes ostentaban el cargo más alto. A cada Obispo le correspondía hacerse cargo de una diócesis, y según nos narran los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles, San Pedro fue el primero en hacerse cargo de la diócesis de Roma, capital del Imperio Romano; es ahí en donde está el detalle, ya que el Apóstol fue el primero Obispo de Roma, pero en ese entonces no se utilizaba el término Papa.
Desde la Antigüedad, pero principalmente durante la Alta Edad Media, varios Obispos consideraban que debían tener más autoridad que sus homólogos en otras partes del mundo, pero para el siglo VI ya solamente quedaban dos contendientes por la hegemonía, el Obispo de Roma y el de Constantinopla. Después de una serie de debates, y cartas enviadas e incluso amenazas, se determinó que la autoridad máxima de la Iglesia Católica es el Obispo de Roma, y entre finales del siglo VI y principios del VII comenzó a utilizarse la palabra Papa para referirse a él. En ese sentido, San Pedro sí fue el primer dirigente de la Iglesia, pero fue San Gregorio Magno el primero a quien se le atribuye el título que hoy todos conocemos.
Bibliografía
Biblia de Jerusalén, Editorial Bescleé de Brower, trad. Equipo de traductores de la Biblia de Jerusalén en España, España, 2009.
Halphen, Louis, Carlomagno y el imperio carolingio, México, UTHEA, 1953.
Pirenne, Henri, Historia social y económica de la Edad Media, México, Fondo de Cultura Económica, 1986.
Perrotet, Tony, 2500 años de historia al desnudo: Las más disparatadas, estrafalarias y singulares anécdotas de la historia de la humanidad.,
Huizinga, Johan, El otoño de la Edad Media, Alianza Editorial, España, 2012.
Crónica de John of Wallingford.
– El Erudito.
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