Las Dos Batallas de los Lagos Masurianos en la Primera Guerra Mundial

Renunciaré gustosamente a las tropas siempre que sepa que se utilizarán en el lugar correcto para lograr la victoria.

 

Erich Ludendorff.

 

Septiembre de 1914, tras la batalla de Tannenberg los germanos lograron darle un poderoso revés al ejército ruso, cubriendo las armas alemanas de gloria al detener en seco al invasor eslavo. El II Ejército ruso ha sido destruido y las tropas del káiser avanzan para chocar nuevamente con el enemigo. Enfrente están los Lagos Masurianos, una zona de Prusia Oriental que es de vital importancia conservar.

 

Los lagos masurianos representan un último punto de resistencia ruso, expulsarlos representará el golpe que tal vez tenga la fuerza para hacer avanzar al ejército alemán por inercia hasta alcanzar la rendición de sus enemigos, y solo tal vez, parar la guerra en el frente oriental, o al menos, eso es lo que los soldados teutones creyeron en un primer momento.

 

Como consecuencia de lo sucedido en Tannenberg, el general Paul von Rennenkampf del ejército Ruso lleva al Primer Ejército que tiene a su mando  a posiciones defensivas cerca de Königsberg, cancelando el avance que había emprendido sobre Prusia Oriental y buscando conservar las ganancias que habían obtenido semanas antes. Paul colocó a distintos cuerpos de su ejército para cubrir los flancos, como fue el caso del X ejército que tuvo que llenar el vacío dejado por el II ejército del General Samsonov que fue devastado por los alemanes unos días antes. Estaba compuesto por fineses, tropas del Cáucaso, de Turkestán y otras tantas partes del Imperio Ruso.

 

Hindenburg era consciente de buena parte de los movimientos de su rival, por lo que recibió con gusto dos cuerpos de ejércitos enviados por von Moltke desde el frente Occidental, permitiéndole tener una ventaja numérica sobre Rennenkampf. Sus generales, Ludendorff y Hermann von François, quienes habían combatido en Tannenberg, tenían sus cuerpos del ejército listos por el norte y sur del flanco ruso, respectivamente.2

 

La situación de Rennenkampf no era la ideal, sobre todo si tomamos en cuenta que los soldados tenían como estándar el rifle de 7.62 mm Mosin-Nagant, de 1891. Si bien no era una arma deficiente en manos de veteranos, dado que la mayoría de la tropa no tenía tanta experiencia, resultaba de poca utilidad para combatir con eficacia, aunque posteriormente sería perfeccionado durante los primeros años de la Rusia soviética. Aunado a eso, los problemas de provisiones eran una constante, pero la unidad de caballería a su disposición era eficaz en los amplios terrenos de Prusia Oriental. La problemática radicaba en pelear enmedio de cuerpos de agua tan grandes como los lagos.

 

El 4 de septiembre iniciaron los combates preparativos de la ofensiva principal, cuando se capturó la ciudad de Mlawa por la 1.ª División Landwehr y la 35.ª División de Infantería de Reserva, el 5 de septiembre.

 

Al día siguiente, cayeron de nuevo en manos alemanas Arys, y la 2.ª División de Infantería capturó Nikolaiken, mientras que su 1.ª División de Infantería capturó Johannisburg y su 3.ª División de Infantería de Reserva capturó Biała Piska el 7 de septiembre. 3

 

La Primera Batalla de los Lagos Masurianos, se libró entre el 7 y el 14 de septiembre, iniciando con un ataque de artillería alemana de 105 mm, quienes bombardearon las posiciones defensivas rusas. Aunque Rennenkampf esperaba el ataque, la fuerza del combate no fue menos intensa.

 

Francois marchó con su cuerpo 113 km en cuatro días para ubicarse en el sur de Rennenkampf, atacándolos el 7 de septiembre. Esto provocó que el general ruso tuviera que mover sus tropas hacia esa posición, pero teniendo cuidado de no quedar expuesto ante las formidables defensas que se encontraban en Königsberg; además, quería evitar el mismo destino de su colega Samsonov. La infantería alemana trituraba a las tropas con el uso de la ametralladora Spandau de 7.62 mm y no es porque no conocieran esta arma, sino por lo bien utilizada que era por los germanos. Los rusos usaban la Maxim, pero los problemas de provisiones que eran una constante en su frente, impedían hacer uso efectivo de su artillería y ametralladoras gracias a la escasez de munición.4

 

Mientras tanto, Ludendorff dio la vuelta con sus tropas y las dirigió contra el I Ejército ruso, que había tomado posiciones al este de la región de los lagos. Por otro lado,  François arremetió contra el flanco izquierdo ruso,logrando abrirse paso detrás de ellos. Sin embargo, Ludendorff no logró llevar a cabo otra maniobra de envolvimiento completa, dándole a Rennenkampf la oportunidad de retirarse a tiempo, pero no sin considerables bajas. Mientras que los teutones contaron aproximadamente 10,000 unidades perdidas, heridas o desaparecidas, por el lado ruso el número rondó los 100,000 soldados abatidos, heridos o capturados, además de que los alemanes hicieron 30.000 prisioneros.

 

Debido a la decisión de retirarse, Rennenkampf pudo huir con 45,000 soldados aún en estado de combatir otro día. Tras la victoria en los Lagos Masurianos, los vencedores emprendieron la persecución al otro lado de la frontera, sufriendo por las provisiones y, en consecuencia, quedando mal parados ante el contraataque ruso iniciado el 25 de septiembre, haciendo retroceder a los alemanes hacia Prusia Oriental de nuevo, siendo víctimas de su propio éxito, aunque no fue un resultado desastroso ni decisivo. 5

 

La situación parecía ser relativamente estable para el ejército alemán en el frente oriental, pero había unos problemas más allá de los Lagos: Austria-Hungría estaba siendo exhibida por Rusia en Galitzia, corriendo peligro la estabilidad del Frente Oriental en ese momento. Aunado a eso, Helmuth von Moltke sufrió un colapso nervioso por el resultado de la Batalla de Marne y dejó de ser Jefe del Estado Mayor Alemán, siendo reemplazado el 14 de septiembre por Erich von Falkenhayn, el cual tuvo serios desencuentros con Hindenburg y Ludendorff.

 

El teatro bélico no se quedó estático en este escenario. Hubo diversos choques y enfrentamientos, los cuales analizaremos en otros videos, historiadores, pero es importante señalar que Hindenburg y Ludendorff planearon en el invierno cómo, una vez más, sacar a los rusos de Prusia Oriental. Y, mientras tanto, en enero de 1915, Bethmann Hollweg, Hindenburg y Ludendorff hicieron una conspiración palaciega para destituir a Falkenhayn como consecuencia del decepcionante resultado de la primera batalla de Ypres. Esto trajo graves problemas en la organización, puesto que Hindenburg amenazó con presentar su dimisión si no se atendían sus demandas de tropa y de suministros. 6

 

Las cosas se calmaron mediante un compromiso en virtud del cual Falkenhayn debía dejar su puesto como ministro de la Guerra en manos de su lugarteniente, Adolph Wild von Hohenborn, pero continuaría como Jefe de Estado Mayor. Siguió gozando del apoyo del emperador y de su entorno, y durante 1915 acordó con otros líderes alemanes que el Frente Oriental debía tener prioridad, al contrario de la idea generalizada de que la guerra se ganaría en Francia.

 

Falkenhayn adoptó esta postura a regañadientes, pues sus preferencias se encontraban en el occidente, pero debido a la amenaza de la conspiración de sus “colegas” y al eterno problema de Austria-Hungría, decidió acceder a los deseos de los generales.

 

Quitó un regimiento a cada división del frente occidental y dos cañones por cada 6 de los grupos de artillería, dejando más ametralladoras y munición para compensar. Del lado ruso, la situación era delicada, aunque no del todo desesperada. Se habían logrado importantes victorias frente a los austríacos, y estaban de nuevo sobre Prusia Oriental.  Nikolai Ruzsky, Thadeus von Sievers y Pavel Plehve eran los generales de la fuerza rusa, que contaba en ese momento con 16 batallones,  que se enfrentarían a 12 de los germanos. Ya sabían de los movimientos de la tropa contraria, pero no tenían los pertrechos necesarios.7

 

Como parte de los preparativos, Hindenburg alentó el rumor de que Varsovia sería capturada como regalo de cumpleaños para el Káiser el 27 de enero, además ordenando al General Augusto Von Mackensen que moviera sus tropas hacia la zona de la Polonia rusa, además de apoyar a su aliado Austria-Hungría para desviar un poco la atención de su frente de guerra. 600 unidades de artillería bombardearon las posiciones rusas el 4 de febrero y durante una tormenta de nieve, lograron avanzar 8 km hacia Varsovia, yendo a paso lento pero seguro. Hindenburg vio complacido que los rusos se tragaron el cebo, por lo que movilizó 300,000 hombres a Prusia Oriental y los dividió en dos  Ejércitos, usando como base Tilsit, cerca de Königsberg. Como detalle curioso, el mismísimo Káiser Guillermo II fue a ver cómo sus ejércitos se batían con el enemigo eslavo. 8

 

La llamada segunda batalla o batalla invernal de los lagos Masurianos, ocurrió del 7 al 21 de febrero, tomando por sorpresa a los rusos, quienes creían que la acción se centraría en Varsovia y no en la zona donde ya habían sido derrotados anteriormente. El flanco del general Sievers estaba mal protegido y con poco alambre de púas, porque las provisiones no habían llegado a tiempo para consolidar las posiciones defensivas del ejército ruso. A pesar de las intensas nevadas y de que la nieve casi cubría a los hombres, los alemanes fueron capaces de expulsar de Stallupönen hacia Luck a los invasores rusos. El Décimo Ejército Alemán atacó el día 8 el flanco norte e infligió más pérdidas al enemigo, logrando una y otra vez hacer retroceder hasta que, tras una semana de intensos combates, los alemanes recuperaron 113 km de territorio. La intención era, como en Tannenberg y en la Primera Batalla de los Lagos Masurianos, envolver al ejército ruso y destruirlo, para quitarse una amenaza más de avance.

 

El 9 de febrero, la artillería rusa estaba en su mayor parte fuera de combate por falta de municiones para seguir operando. La fortuna sonrió un poco a los rusos tras la captura de Lyck por parte de los germanos el 14 de febrero. El día 15, empezó a llover torrencialmente, cambiando los caminos de nieve a lodo a nivel de rodillas, dificultando el desplazamiento de tropa y los movimientos de artillería y caballería requeridos para seguir el ataque… aunque esto no detuvo realmente a los alemanes. 9

 

El día 17 de febrero, Alemania había capturado durante esta batalla más de 60,000 prisioneros, el doble que en la primera batalla. El comandante Pavel Bulgakov y su XX Cuerpo del Ejército compuesto de 70,000 hombres intentaron retirarse más hacia el este, fracasando en su intento y él junto con sus hombres fueron capturados el 19 de febrero en el bosque de Augustow. Un detalle importante fue que el XXII cuerpo del Ejército ruso  peleó en este bosque con gran bravura, manteniendo a raya durante una semana a su contraparte alemana. De hecho, una carga de caballería en este frente casi cambia el curso de la guerra, pues estuvieron muy cerca de atrapar al Káiser Guillermo II, que visitaba el frente de guerra en ese momento.

 

Gracias al sacrificio de Bulgakov y sus hombres, logró darle el tiempo suficiente a lo que restaba del X Ejército para tomar posiciones defensivas en la Polonia Rusa y pelear otro día. Sin embargo, las pérdidas fueron bastante considerables. Cerca de 300 piezas de artillería fueron capturadas o destruidas, se perdieron provisiones alimentarias que, paradójicamente, ayudaron a los alemanes a continuar la ofensiva. Más de 130,000 muertos, capturados o desaparecidos y, salvo algunos pequeños reductos, y tras todo esto, se llegó al final de la campaña de captura de Prusia Oriental.  10

 

El lado alemán tampoco quedó indemne, a pesar de la gran victoria estratégica que significaron ambas batallas, en la segunda perdieron más de 15,000 hombres y media centena de piezas de artillería, junto con caballos y provisiones destruidas por el mal tiempo. Aunque se buscó emular otro Tannenberg rodeando a los rusos, esta oportunidad se escapó una vez más y los ataques alemanes desde su propio territorio y el agotamiento de la tropa impidieron, tal vez de manera prudente, cualquier avance mayor. Y algo que no mencionamos mucho en este video, es el hecho de que el desastre que era Austria-Hungría contra los rusos impedía una consolidación real de las victorias alemanas, pues mientras eran expulsados del territorio teutón, penetraban con fiereza a la monarquía dual y exhibían su inoperancia bélica. El Frente Oriental sin duda alguna permitió una mayor movilidad en la Primera Guerra Mundial, donde los campos de batalla más amplios eran ideales para este tipo de enfrentamiento. Por lo mientras, en estos choques, Hindenburg y Ludendorff junto con sus generales a cargo mostraron su capacidad de ganar batallas y fueron pavimentando el camino hacia la victoria alemana en el frente oriental. Pese a todo, los rusos estaban preparándose para una nueva ofensiva, y cuando la misma llegara, las potencias centrales temblarán, pero esa es otra historia, para otro día. 11

 

Fuentes.

  • Catherwood, Christopher. The Battles of World War I (Everything You Need to Know) . Allison & Busby. Edición de Kindle.
  • Stevenson, David. 1914-1918. Historia de la Primera Guerra Mundial (Spanish Edition) . Penguin Random House Grupo Editorial España. Edición de Kindle.
  • Geoffrey Jukes. (2002). The First World War (I) The Eastern Front 1914-1918. Oxford: Osprey.
  • Michael S. Neiberg, David Jordan. (2008). The Eastern Front 1914-1920. From Tannenberg to the Russo-Polish War. London: Amber Books.

Schneider CA1: El primer tanque francés

A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más insignificante decide la suerte de una batalla.

Napoleón Bonaparte.

 

La primera Guerra Mundial ha costado millones de vidas y, en el Frente Occidental, es un punto muerto que bien puede asemejarse a una trituradora de carne por la cantidad de soldados y vidas que se han perdido en ella. Por ello, es necesario crear un arma que permita avanzar las posiciones y tomar por asalto al enemigo, protegido del inclemente fuego y poder pasar con vida la tierra de nadie. La respuesta: El Schneider CA1, el primer tanque francés.

 

Bienvenidos historiadores a una nueva entrega de Máquinas de Guerra,hoy viajaremos un siglo atrás para conocer la interesante historia del ya mencionado Schneider CA1, el que es reconocido como el primer tanque francés y que tuvo acción en varias batallas. Sin mayor preámbulo, entremos al tanque del día de hoy 1

Producción.

Los planes para crear vehículos que atravesaran el frente empezaron desde 1914, cuando la Gran Guerra pasó a ser un estancamiento de trincheras y combates sin una clara victoria. Es por esta razón, que la compañía Schneider a partir de enero de 1915 encomendó al ingeniero Eugenio Brillié para  estudiar los tractores mecanizados estadounidenses  de la compañía Holt con la finalidad de crear artillería con tracción. De este modo, en mayo de ese año, empezaron a experimentar con estas orugas de tractores, siendo elegido el modelo Baby Holt, con sus 45 caballos de fuerza. Fue entonces que se decidió armar 10 de estos vehículos con una cubierta blindada que pudiera cortar los alambres de las trincheras. El 9 de diciembre de 1915 se desarrolló el experimento Souain, donde un prototipo Schneider fue demostrado al ejército francés, teniendo presentes a figuras de la talla del General Phillippe Petáin. 2

El Coronel Estienne, un ingeniero de artillería muy apreciado de las fuerzas galas, vio satisfecho esta demostración, aunque notó que la oruga se quedaba corta de las posibles zanjas que se encontraría el vehículo, proponiendo el 12 de diciembre una idea para mejorar este vehículo, que debía pesar, según sus indicaciones, 12 toneladas, con un blindaje de 15 a 20 milímetros de ancho y 4 metros de largo, 2.6 de ancho y 1.6 de alto. Además, se indicaba que debía poder cruzar trincheras de dos metros de ancho, equipado con dos metralletas y un cañón de 37 mm, con una tripulación de 4 hombres.

Algunas de sus indicaciones se tomaron en cuenta cuando la compañía Schneider anunció el 22 de diciembre que empezaría la producción del blindado, buscando hacer un vehículo de diez toneladas, 7 km por hora de velocidad, motor de 50 caballos de fuerzas, un cañón de 75 mm y blindaje de acero de 10 mm. Se realizaron pruebas y correcciones con la colaboración del coronel Estienne, aprobadas por el general Joffre. 3

En febrero de 1916 se hicieron nuevas pruebas y, tras comprobar que se podría enfrentar a los retos de las trincheras, se ordenaron 400 unidades de los tractores blindados Schneider, con un precio de más de 50000 francos de la época por vehículo. Se le dio un diseño muy similar a los barcos, de hecho, asemejaban demasiado a los acorazados británicos, siendo denominados acorazados terrestres por Joffre. Se le puso una caja de velocidades con tres cambios y una reversa, aunque el principal problema de este diseño era que la tripulación podía abordar el vehículo con muchos problemas.

En sentido práctico, el Schneider es una caja blindada de acero encima de una oruga de tractor. Esto no lo hace un mal diseño, ni algo inferior a su contraparte contemporánea, el tanque británico de la época, sino que fue creado con la idea de ser un vehículo que abriera paso a la infantería en la tierra de nadie y protegiera a los soldados del fuego enemigo. El diseño final fue un poco distinto a la idea original: 13.6 toneladas de peso, 6.32 m de largo, 2.05 de ancho, 2.30 de alto y 6 tripulantes para manejarlo, con un oficial que fungía de conductor, un artillero, dos encargados de la metralletas, un cargador para asistir con la recarga de las armas y un mecánico que también fungía como cargador de las metralletas. Tenían que acomodarse 4 en un espacio reducido de 1.5 metros entre el techo y el piso del tanque. El blindaje alrededor era de 11.4 mm. 4

Se le adaptó un cañón de 75 mm Blockhaus Schneider como arma principal y 2 metralletas de 8 mm Hotchkiss M1914. Su motor fue un Schneider de 4 cilindros y 60 caballos de fuerza, con una velocidad máxima de 8 km por hora. Su autonomía, dependiendo del terreno… y que no se descompusiera, era de hasta 80 km, pero debido a la naturaleza misma de la guerra, fue rara la ocasión que llegara a tal distancia. El estilo de punta que, como dijimos, asemejaba un barco, estaba pensado para destruir el alambrado alemán para permitir a la infantería francesa pasar hacia el enemigo.

Aunque la compañía Schneider tenía el compromiso de crear 400 de estos blindados en 1916, no tenía experiencia real en construir no digamos el tanque, sino la oruga necesaria para moverlo, así que las primeras entregas fueron realmente escuetas. En noviembre de ese año, solo había 8 vehículos disponibles y en enero de 1917, 32 en total, que ni siquiera eran la versión de combate, sino la de entrenamiento. Fueron tales los problemas de producción, que la producción comprometida de 400 no fue completada hasta agosto de 1918, cuando el interés por el tanque se había disipado e incluso, ya se trabajaba en ideas superiores a la del barco de tierra. 5

Como dato curioso, uno de estos Schneider fue enviado a Italia en 1917. Había despertado el interés del ejército italiano en 1916 y se probó en la zona de combate, dejando satisfechos a los militares. Sin embargo, la Batalla de Caporetto enterró este proyecto y, aunque se tenía la intención de pedir 1500 Schneider, vieron la imposibilidad de la industria francesa de producirlos, por lo que mejor encargaron un Renault FT y copiarlo,para crear el Fiat 3000, del cual ya hablamos en un video pasado.

Otro de sus usuarios fue España, primero como reino y luego como república, teniendo acción en distintos escenarios. Actualmente está el último Schneider en funciones en el Museo de los Blindados en Saumur, Francia. Es el tanque funcional más viejo del mundo y fue restaurado totalmente en el museo francés por los estadounidenses en 1985.  A continuación veremos su acción en el campo de batalla. 6

Combate.

En la Primera Guerra Mundial, entró formalmente en combate el 16 de abril de 1917 en la Ofensiva Nivelle, con los 132 tanques disponibles listos para la batalla. Aunque tuvieron un éxito inicial en alcanzar las trincheras alemanas, el factor sorpresa se había disipado con el uso anterior de los ingleses en 1916 y los germanos simplemente lo esperaron y se dieron cuenta que era un perfecto objetivo para su artillería, así como para sus fusiles, pudiendo alcanzar con cierta facilidad su depósito de combustible, convirtiéndolo en un espectáculo en llamas cuando eso pasaba. Para los soldados franceses, esto resultó en una otra amarga experiencia, llamando amargamente a su vehículo el crematorio móvil. El ataque, como fue evidente, fue un fracaso, perdiendo 76 de sus vehículos. No solo fueron víctimas del fuego enemigo, sino de las fallas propias de su diseño y que el terreno resultaba demasiado para el pesado blindado, quedando expuesto ante sus enemigos. 7

Siguió combatiendo en distintos escenarios, aunque el mejor resultado fue en mayo de 1917, cuando solo perdieron 3 de sus 30 tanques. La buena noticia dentro de estos enfrentamientos es que sí se pudieron rescatar varios del campo de batalla, permitiéndoles combatir otro día. Lamentablemente, el Schneider, que fue una innovación en su momento, para 1918 era un tanque francamente obsoleto. El Renault FT lo había superado y por mucho, pero no había los números suficientes para sustituir al barco de tierra, por lo que siguieron apoyando el esfuerzo bélico, siendo la novedad la cooperación de la infantería estadounidense con tanques, un hito en la historia bélica del país norteamericano. En octubre, debido al daño sufrido durante las constantes ofensivas francesas, se necesitaba reparar los tanques, por lo cual no vieron nuevos combates, dejando sus números en 308 pérdidas en el transcurso de la guerra. 8

España le dio un uso considerable a los seis Schneider que compró en su colonia africana. Primero, en la guerra del Rif, los designaron como Carro de Asalto Schneider M16 y los modificaron lo suficiente para permitirle una mejor vista al conductor. En 1922 vieron el primer choque con los nativos, apoyando a la infantería española y siendo usado como artillería móvil por los oficiales. También tomaron parte del desembarco anfibio en Al Hoceima, destacándose en el combate y retirándose del frente en 1926 donde, curiosamente, no se perdió ni uno de estos tanques. Aunque cumplieron su cometido, estaban en malas condiciones y fueron retornados a España, relegados a reserva y para entrenamiento. Su último combate fue en la Guerra Civil Española, donde tomaron parte en los combates del Cuartel de la Montaña, siendo algunos manejados por las milicias republicanas de la Unión General de Trabajadores y la Unión de Hermanos Proletarios. Se estima que fueron destruidos en los combates de 1936. 9

Aunque fue un proyecto creativo en su origen, debido a su diseño y lento andar, quedó obsoleto en un relativo corto tiempo, pero esto se puede deber también a que los cambios tecnológicos de la época en cuestiones militares crecían a pasos agigantados, encontrándose en la incómoda posición de ser superado por ideas más prácticas y debido a la experiencia proporcionada por el combate en las trincheras. Sin duda queda para la historia como el primer tanque francés que, aunque de manera limitada, tuvo éxito en enfrentar al enemigo y cumplir sus objetivos de traspasar la fatídica tierra de nadie.

Ricardo Rodríguez

Fuentes:

Intercepción del telegrama Zimmermann.

El 16 de enero de 1917 la inteligencia británica interceptó un telegrama enviado desde la oficina de asuntos exteriores de la Cancillería alemana, con destino a su institución homóloga en México, el fin de esto era aliviar la presión ejercida por la entente en el frente occidental, por medio de interrumpir el apoyo estadounidense a los aliados de la entente.

En esta decisión influyó que el presidente derrocado por Carranza (Huerta), fue apoyado por Alemania con la venta de equipo, armamento y municiones, esto recordando que Huerta mantuvo las relaciones con Von Papen, funcionario que influía en la política exterior alemana.

Al ver las políticas de no intervención y de autodeterminación de los pueblos, que había propuesto carranza, se pensó que el nacionalismo y la centralización en México obedecía a una postura ideológica que necesitaba reafirmarse ante su pueblo.

Esto se ve muy claro en este fragmento del telegrama:

“Tenemos la intención de comenzar la guerra submarina sin restricciones a partir del primero de febrero. Se intentará, no obstante, que los Estados Unidos se mantengan neutrales. Para el caso de que no sea posible lograrlo, ofrecemos a México una alianza sobre las siguientes bases: guerra conjunta, tratado de paz conjunto, generosa ayuda financiera y acuerdo por nuestra parte de que México podrá reconquistar los territorios de Texas, Nuevo México y Arizona. Dejo los detalles a su excelencia. Sírvase usted comunicar lo anteriormente dicho al presidente, en el más absoluto secreto,” (Zimmermann, 1917)

La intercepción de este documento se dio mediante un trabajo conjunto de la inteligencia británica y la marina, ya que el cable trasatlántico de telégrafos estaba custodiado por la marina alemana, el telegrama se mostró al presidente Wilson como prueba de que necesitaba abandonar la neutralidad que tanto había defendido y hasta fue un lema de su campaña de reelección, ante la amenaza inminente de una posible adhesión de México a las potencias centrales.

El presidente Carranza rechazó la oferta alemana ya que necesitaba no interferir en la guerra europea, así como el apoyo estadounidense para construir mejores relaciones diplomáticas, sumando a esto que a su rival político Huerta lo habían apoyado los alemanes.

Fuentes:

  1. Boghardt. The Zimmermann Telegram: Intelligence, Diplomacy, and Americas Entry into World War I. Naval Institute Press, 2012.

W.F. Friedman and C.J. Mendelsohn. The Zimmermann Telegram of January 16, 1917 and Its Cryptographic Background. Cryptographic Series. Aegean Park Press, 1976.

#Efemeride: 05 de agosto de 1914: Batalla de Lieja: Erich Ludendorff comanda a las fuerzas alemanas en el ataque a Bélgica.

05 de agosto de 1914: Batalla de Lieja: Erich Ludendorff comanda a las fuerzas alemanas en el ataque a Bélgica

Si bien se considera el incidente de Sarajevo (la muerte del archiduque austro-húngaro Francisco Fernando el 28 de junio de 1914) el acontecimiento que causó el estallido de la I Guerra Mundial, lo cierto es que el inicio formal de la misma se dio un día como hoy pero de 1914, cuando las tropas alemanas al mando de Erich Ludendorff iniciaran la campaña en contra de Bélgica, con el objetivo de invadirla y controlar su territorio como un primer paso en la campaña militar de las potencias centrales, el llamado Plan Schlieffen.

La invasión a Bélgica, que se dio el 5 de agosto en la ciudad de Lieja, obligó al Reino Unido, aliado histórico de los belgas y con quienes tenían un acuerdo de neutralidad y protección (Tratado de Londres), a declarar inmediatamente la guerra a Alemania, razón por la que este hecho se considera el detonante final de la Gran Guerra. El Plan Schlieffen planteaba la inmediata invasión y dominio del territorio belga a fin de avanzar al verdadero objetivo que era Francia y trasladar las tropas por el territorio ocupado belga, sin embargo, el ejército belga enfrentó gran resistencia y aunque finalmente sucumbió ante las fuerzas de Ludendorff, le dio tiempo suficiente a los franceses y británicos de organizar la defensa contra los alemanes en su frente.

Parte de este éxito se dio por la instalación de 12 fuertes belgas a las afueras de la ciudad de Lieja, mismos que estaban construidos de manera subterránea y, pese a estar incomunicados y no haber sido construidos con la mejor calidad para resistir a la artillería alemana, resistieron lo suficiente para extender la defensa y prolongar el avance la infantería alemana que no esperaba encontrar resistencia en Lieja. Como parte de la batalla, Ludendorff ordenó el bombardeo aéreo de la ciudad a través de globos aerostáticos, (Zeppelins), uno de los primeros hechos bélicos de este tipo en la historia.

La batalla culminó el 16 de agosto de 1914, cuando el último fuerte ubicado en Boncelles capituló y los alemanes ocuparon Lieja, obligaron a los defensores a huir y capturaron Bruselas el 20 de agosto, sólo para seguir su camino rumbo a Paris como parte del Plan Schlieffen.

#Efeméride: 29 de julio de 1954: Publicación del primer libro de la saga El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, de J. R. R. Tolkien

29 de julio de 1954

Publicación del primer libro de la saga El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, de J. R. R. Tolkien

El 29 de julio de 1954, la editorial británica George Allen & Unwin publicó la primera de las tres novelas de El Señor de los Anillos, obra del filólogo británico John Ronald Reuel Tolkien y que es considerada la mejor o cuando menos la más amplia de las sagas de fantasia épica que creó todo un mundo que después se fue ampliando y que no ha perdido vigencia, más aún después de que fue convertida en una reconocida y ganadora trilogia cinematográfica dirigida por Peter Jackson.

De hecho, Tolkien escribió El Señor de los Anillos como un único libro, sin embargo, fue la editorial la que por fines de edición y de mercado decidió venderla en 3 volumenes. El primero, La Comunidad del Anillo, vió la luz el 29 de julio de 1954 y a finales del mismo año, resultado del éxito editorial y las críticas (no todas positivas, pero si las suficientes), se publicó la segunda, Las Dos Torres. La tercera parte, El Retorno del Rey, se publicó el año sigiente (1955) para completar la trilogia original.

Curiosamente, la historia narrada en la trilogía es de hecho la parte final del mundo y la mitología que Tolkien había ido creando desde 1917, cuando estaba postrado tras sus lesiones sufridas en la I Guerra Mundial. El Señor de los Anillos era el épico final a una saga que Tolkien fue definiendo y escribiendo, por lo que tras la publicación en 1954-1955 de la trilogía y antes en 1937 de El Hobbit, el mundo al que había abierto la puerta (y bautizado por Tolkien como el legendarium) pidió más y eso permitió que las demás obras de Tolkien que narraban la épica previa y detrás de El Señor de los Anillos, empezaran a ser publicadas poco a poco.

 

#Efemérides: 1 de agosto de 1914: el emperador Guillermo II de Alemania le declara la guerra a su primo el zar Nicolas II de Rusia

El 1 de agosto de 1914, el emperador Guillermo II ordena servir vino espumoso a su entorno civil y militar: le acaba de declarar la guerra a Rusia, está a punto de atacar a Francia y su embajador en Londres le ha asegurado que Gran Bretaña se mantendrá neutral.

El ejército germano confía en que el conflicto será un paseo de unas pocas semanas. Pero se trata apenas de las primicias de la Primera Guerra Mundial, que durará cuatro años, le costará dos millones de muertos y provocará la caída del Imperio alemán.

Horas antes, el káiser había ordenado la movilización general, en respuesta a la decretada el 30 de julio por el zar Nicolás II para intimidar a Austria-Hungría, que acababa de atacar a la pequeña Serbia.

Desde hacía dos días, la guerra se anunciaba inminente en Alemania, obsesionada por un posible cerco por parte de Rusia, Francia y Gran Bretaña, aliadas en el seno de la Triple Entente.

Por miedo a penurias, los ciudadanos hacen acopio de reservas de alimentos, y los precios se disparan.

El emperador firma la declaración de guerra bajo la mirada satisfecha de sus estrategas militares, algunos de ellos llorando de alegría al ver llegar por fin el conflicto para el que tanto se han preparado.

Guillermo II se dirige entonces a la muchedumbre entusiasta, congregada frente al balcón del castillo de los Reyes de Prusia en Berlín, joya de la arquitectura barroca, diciendo: “si nuestro vecino no acepta la paz, espero que el pueblo alemán y el imperio unido salgan victoriosos de este conflicto, con la ayuda de Dios”.

“No conozco partidos, sólo conozco alemanes”, agrega el káiser, prusiano y protestante, llamando a la unidad a los socialdemócratas y católicos, reticentes a la guerra.

Con la orden de movilización contra Rusia, se activa la maquinaria de guerra alemana, pero, paradójicamente, la mayoría de los soldados deben dirigirse hacia el oeste.

Y es que el “plan Schlieffen”, preparado con minuciosidad durante años ante un posible conflicto con Rusia, prevé empezar por atacar a Francia, aliada del Imperio de los zares.

El objetivo es aplastar al ejército francés en unas semanas, atacando masivamente desde el norte tras invadir Bélgica, para luego enviar las tropas contra el ejército ruso.

Berlín piensa que así evitará librar una guerra de dos frentes, convencido además de la neutralidad de Gran Bretaña.

Pero un telegrama del príncipe Lichnowsky, embajador de Alemania en Londres, recibido hacia las cinco de la tarde, ensombrece repentinamente el clima de optimismo, dice Roehl.

Según el diplomático, Gran Bretaña podría mantenerse neutral sólo si Alemania atacara únicamente Rusia y no Francia.

Guillermo II sugiere entonces al jefe del ejército Helmuth von Moltke lanzar todas sus tropas contra Rusia. Pero éste no tiene alternativa al “plan Schlieffen” y protesta.

Estima que cambiar de estrategia en el último momento para atacar primeramente el este pone en riesgo al dispositivo militar germano en su conjunto y subraya que los rusos no constituyen un peligro tan inmediato como los franceses.

Llevado por la ira, según testigos, von Moltke clama que está perfectamente preparado para combatir al enemigo, pero no a semejante emperador.

Un poco más tarde, llega un segundo telegrama de Lichnowsky: Gran Bretaña permanecerá probablemente neutral, incluso si Alemania ataca a Francia. Berlín respira aliviada: la guerra puede llevarse a cabo según lo previsto. Guillermo II ordena servir el vino espumoso.

Pero el rey Jorge V aclara definitivamente la postura británica, comunicando al emperador que su embajador no lo ha entendido bien: Gran Bretaña no puede quedarse de brazos cruzados mientras Alemania destruye a Francia.

Guillermo II, en pijama, ordena resignado a Moltke: “Haced lo que os plazca”.

Un siglo más tarde, la memoria colectiva alemana habrá prácticamente olvidado este primer conflicto mundial, pese a los dos millones de soldados muertos en el campo de batalla y el sufrimiento de la población, que conocerá la hambruna.

El recuerdo de esta guerra perdida, librada sobre todo fuera de territorio alemán, quedará aún más diluido después de 1945 por el trauma infinitamente mayor del nazismo y de la Segunda Guerra Mundial.

Para evocarla, los alemanes no hablan de la Gran Guerra como en Francia o Gran Bretaña, sino de la “Catástrofe original”, que llevará en 1933 a Hitler al poder.

  • Crespo Jama Edri Alexander

#Efeméride: 01 de julio de 1916: Primer día de la Batalla de Somme, Francia, en la I Guerra Mundial

01 de julio de 1916

Primer día de la Batalla de Somme, Francia, en la I Guerra Mundial

El día de hoy conmemoramos el primer día de una de las batallas más significativas de la I Guerra Mundial, así como una de las más sangrientas e, irremediablemente, de las más infructuosas en términos de lo que verdaderamente significó en los planes de batalla de ambas alianzas en conflicto.

Hablamos de la Batalla del Somme, que dio inicio un primero de julio de 1916. Si bien no es la más sangrienta de la Gran Guerra (privilegio que tiene la Batalla de Verdún), tiene una proeza aún más difícil de asimilar: en su primer día, hoy hace 106 años, murieron más personas que en cualquier otro día de la guerra sumando todos los frentes: un total de 19 mil soldados británicos.

¿Cómo ocurrió esto? En primer lugar, es preciso decir que la Batalla del Somme fue planeada por los aliados en diciembre de 1915, en un esfuerzo por lanzar un ataque conjunto en los tres frentes (occidental o francés, italiano y ruso) que neutralizara a los alemanes y, de paso, que los distrayera u obligara a retirar sus tropas de Verdún, batalla estancada desde esos días.

El lugar elegido para el ataque en el frente occidental fue la zona bañada por el Río Somme. Allí, un importante contingente británico se traslado y atacó con artillería las defensas alemanas, las que creyó destruidas y con el camino libre para el avance de la infantería.

No fue así: la artillería alemana estaba intacta y despedazó a olas y olas de soldados británicos que avanzaban y sucumbian ante los alambres de púas, la artillería y las metrallas alemanas. Como ya dijimos, en un espacio de un día y, de hecho, de minutos, 19 mil hombres perdieron la vida y el ejército británico contabilizó poco menos de 50 mil bajas en total (sumando heridos y desaparecidos), la peor cifra en cualquier batalla de su historia.

Pese al desastroso inicio, los aliados continuaron el ataque y la Batalla del Somme se prolongó hasta noviembre de 1916, sumando un total de 600 mil bajas aliadas y 400 mil alemanas.

A la fecha, es imposible determinar que uno de los bandos ganó la batalla. Está claro que no sirvió para los objetivos aliados y que tampoco resultó provechoso para las potencias centrales, sin embargo, la Batalla del Somme se considera una victoria táctica para la Triple Entente y terminó por influir indirectamente en el desenlace de la guerra, a favor de este bando.

#Efeméride: 6 de mayo de 1910: Inicio del reinado de Jorge V de Gran Bretaña, el primero en usar el nombre Windsor

6 de mayo de 1910

Inicio del reinado de Jorge V de Gran Bretaña, el primero en usar el nombre Windsor

Hoy conmemoramos el inicio del reinado de Jorge V, Rey del Reino Unido y los dominios de la Mancomunidad Británica y emperador de la India, quién ascendió el trono el 6 de mayo de 1910, el mismo día en que falleció su padre, el rey Eduardo VII. Si bien su coronación se dio hasta el 22 de junio de 1911, el reinado siempre se considera a partir de que sucede al rey anterior ya sea por muerte o abdicación.

Es importante resaltar que su padre Eduardo VII, usaba el apellido “de Sajonia” ya que pertenecía a la familia real de la casa de Sajonia-Coburgo y Gotha, ya que su madre, la reina Victoria (1837-1901) se había casado con Alberto, miembro de esa casa y así había sumado su nombre a la corona británica en lugar del anterior, la Casa De Hannover. Sin embargo, cuando Jorge V accedió al trono, el Reino Unido era un rival político de Alemania gracias a la I Guerra Mundial y se consideró que tener un apellido de origen alemán no era correcto, por lo que mediante una proclama real en 1917 se cambió el apellido a Windsor, creando así la Casa de Windsor que rige hasta hoy con Isabel II.

Jorge V nació como Jorge Federico Ernesto Alberto y era nieto de la vigente monarca Victoria, al ser el segundo hijo de Alberto Eduardo, el primogénito de la reina. De hecho, Jorge era el tercero en la sucesión después del propio Alberto Eduardo y su hermano mayor, Alberto Víctor, sin embargo, cuando este murió en 1892, Jorge ascendió en la línea sucesoria solo detrás de su padre.

El rey Jorge V gobernó un imperio británico en expansión y relativa prosperidad hasta su muerte en 1936 y quizá su mayor legado fue la capacidad con la que entendió lo que significaba el Imperio Británico y las acciones que hizo para fortalecerlo y crear una comunidad de naciones durante su reinado y que perseveró aún después y hasta la fecha. Además, comandó con éxito a los británicos en la Gran Guerra y fue capaz de adaptar la corona a los nacientes cambios e ideas políticas como el socialismo, republicanismo o laborismo y, por supuesto, oponerse a otras como el fascismo o el comunismo.

Para conocer más sobre este monarca británico y el inicio de su reinado, visita:

#Efemerides: 4 de marzo de 1923: Último artículo publicado de Lenin en Pravda

4 de marzo de 1923

Último artículo publicado de Lenin en Pravda

El día de hoy recordamos la última vez que Vladímir Ilich Uliánov Lenin publicó en Pravda, el periódico de combate de los bolcheviques (es decir, del Partido Comunista) durante la Revolución Rusa, y que después sería el órgano de comunicación oficial del régimen soviético.

El periódico había sido fundado por León Trostsky en Viena en 1917. Después fue trasladado a San Petersburgo y finalmente a Moscú en 1918. De hecho, Trotsky no estuvo de acuerdo en que el periódico se convirtiera en un órgano oficial del Partido y renunció a su dirección, quedando ésta en manos de Lenin hasta su muerte en 1924.

Como dato curioso, durante el viaje en tren de Lenin desde la frontera suizo-alemana hasta Rusia en abril de 1917, que es considerado el evento consumador de la Revolución Rusa, se sabe que Lenin informaba por telegrama a su hermana en Moscú sobre los avances de su traslado y su eventual llegada, con la intención de que ella publicara en Pravda y convocara así a los comunistas que estaban al pendiente de la publicación.

La salud de Lenin se deterioró irremediablemente desde mediados de 1921 por lo que, aunque permanecía en el poder (como Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la Unión Soviética o Sovnarkom), poco a poco fue relevando sus funciones y escribiendo menos, tanto correspondencia como artículos para el periódico oficial.

Así, el 4 de marzo Pravda publicó su último artículo, que llevaba por cierto un par de semanas en el tintero, pero se publicó hasta ese día, aparentemente, por razones políticas pues Lenin atacaba al propio régimen. El ensayo se tituló “Mejor menos, pero mejor” (Better Fewer, But Better), y en él señalaba que el aparato estatal se encontraba en un estado deplorable y que los comunistas debían pensar en  cómo combatir sus defectos, arraigados en el pasado que se había derribado, pero no superado. Por si eso no bastase, criticó la inclinación por el “progreso demasiado rápido” que inducía a las personas en posiciones de liderazgo a pasar por alto las imperfecciones, los errores y los fracasos.

Lenin no volvería a escribir en Pravda nunca más. El periódico se transformaría en el órgano oficial del régimen comunista e incluso tras la caída de la Unión Soviética y un breve periodo de ilegalidad decretado por el presidente ruso Boris Yeltsin, fue rescatado en 1999 y relanzado en su versión física y en línea, con una línea editorial nacionalista y de izquierda.

Puedes leer el último artículo de Lenin en Pravda, en su traducción al inglés de Brian Baggins, aquí:

Y, para conocer más sobre el tema, te recomendamos consultar:

#Efemérides: 18 de febrero de 1917: Primer huelga de la “Revolución de Febrero” en Petrogrado, Rusia

18 de febrero de 1917

Primer huelga de la “Revolución de Febrero” en Petrogrado, Rusia

Al hablar de la Revolución Rusa, que acabó con el régimen zarista y permitió la formación del primer estado soclialista del mundo (la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, URSS), siempre se oye mencionar a la “Revolución de Octubre” y a las acciones de Vladimi Lennin a finales de 1917 como las que marcaron ese movimiento, sin embargo, este inició meses antes y hoy lo conmemoramos.

De hecho, la “Revolución de Octubre” debe ser considerada la segunda y final fase de la Revolución Rusa, pues esta empezó realmente con la “Revolución de Febrero” y tuvo su primera manifestación importante un día como hoy, 18 de febrero, en la ciudad de Petrogrado (así conocida entonces, hoy llamada San Petersburgo) que para entonces era, por decir lo menos, el centro financiero e industrial del Imperio ruso.

El descontento generalizado que se vivía en Rusia durante los albores del siglo pasado, se intensificó en 1916 gracias a la situación de hambre y pobreza que subsistia y que hacía insostenible al régimen zarista. Esto se agravó con la entrada de Rusia a la I Guerra Mundial, que implicó un esfuerzo económico y militar que desgastó a la población. Diversas manifestaciones aisladas se hicieron cada vez más recurrente y la negativa del gobierno a ceder o aplicar reformas para contrarrestar la situación, agravaron el descontento. Incluso a fines de 1916 había habido intentos desde la cúpula del poder para deponer a Nicolas II.

Todos ellos eran los ingredientes perfectos para un levantamiento obrero popular, y la ciudad de San Peterburgo era, digamoslo así, el campo de cultivo perfecto. Su gran industralización (era la principal ciudad productora de armamentos, así como de metalurgia y téxtiles, y su volumen de obreros en activo era el más grande toda Rusia), el descontento por las malas condiciones de trabajo y el conocimiento de que los obreros en Europa, por aquellos años, empezaban a gozar de los beneficios sindicales y laboraes que el zar se negaba a conceder, derivaron en manifestaciones políticas y huelgas.

El 18 de febrero de 1917 tuvo lugar la primera de ellas de gran relevancia, en la fábrica metalúrgica Putilov. En respuesta, los dueños de la fábrica prefirieron cerrarla y despedir a los obreros en huelga (casi treinta mil), lo que lejos de calmar las cosas, las complicó: los obreros alzados se contactaron con obreros de otras fábricas para empezar a diseñar un levantamiento político que no sólo atendiera las demandas de una fábrica, sino de todo el sector.

En consecuencia, el 23 de febrero, en ocasión del Día Internacional de la Mujer Trabajadora (fecha que siempre se conmemoraba con marchas y manifestaciones obreras), iniciaron las manifestaciones y levantamientos, que fueron subiendo de tono y relevancia y que a los pocos días terminarían logrando la abdicación de Nicolas II y la instalación de un Gobierno Provisional (establecido por los mismos políticos del régimen) que intentaría sin éxito solucionar el conflicto.

Así empezaba la Revolución Rusa y así se formaría, en Petrogrado, el primer Soviet (asamblea de obreros), que empezaría a orquestar los planes e ideas que se materializarán seís meses después, en la Revolución de Octubre.

Para saber más sobre este tema y su relevancia, consulta: