Un historiador en Telemarketing

Una graciosa historia en un mundo competitivo

Mi vida profesional ha tenido gratas experiencias y momentos realmente duros. Lamentablemente la pandemia ha traído a colación lo frágil de nuestro sistema y profesión. ¿Por qué? Por depender del gobierno para hacer virtualmente casi todo proyecto. Aunque reconozco que mis errores han provocado problemas profesionales, las causas externas no han ayudado.

Pero, tras una serie de conflictos personales, laborales y de ver frustradas algunas situaciones ajenas y propias de HC, decidí que debía abrir mis horizontes de nuevo a la iniciativa privada: me uní a una empresa de telemercadeo.

Asumiendo la decisión.

Una profunda crisis en mi vida personal me llevó a buscar la ayuda de un familiar cercano y pedirle ayuda en encontrar un trabajo donde labora. No me dio la plaza ni nada, solo la oportunidad de la entrevista. Tras esto, vinieron las llamadas por computadora, exámenes, pruebas, capacitación y finalmente un contrato. No fue un proceso fácil, ni mucho menos, pero debo explicar el porqué.

Por un lado, en el lado de mi orgullo,  admití que mi maestría me había abierto tantas oportunidades laborales como ir a tocar una pared en la Torre Latino. Amo mi carrera y me gustó el posgrado, pero estoy diciendo la verdad. Luego, entender que aquí de nada iba a servir la historia cultural, los grandes ensayos historiográficos ni mucho menos. Fue un duro golpe. Muy duro. No es fácil asimilar que a veces las cosas no salen como uno quiere, pero tras un breve periodo de reflexión y ver lo que ganaba y perdía si no hacía esto, tuve que tragarme ese inútil orgullo y emprender esta aventura.

¿Entonces qué haces ahí?

Primero, ganar dinero relativamente fácil. La empresa da oportunidades, prestaciones y ciertas ventajas y desventajas que sopesé y decidí tomar para mi propio bienestar emocional, económico y laboral. Al contrario de mi empleo gubernamental, PUEDO CRECER. ¿Cuántos pueden decir esto en las oficinas de gobierno? Ojo: no estoy diciendo que sea justo lo que pasa, pero es la realidad. Y caray, me cansé de pedir cosas mínimas.

Ahora, en la empresa pues me están capacitando, me ayudan y orientan en mi labor… y me exigen. He cometido errores y, como le dije a mi superior, los seguiré cometiendo porque soy un humano y solo así aprenderé. Aunque hay una gran diferencia entre cometer errores y ser incompetente, pero la saben y estoy consciente de  mi papel.

OJO: NO ES PERFECTO. Hay asuntos que sin duda me arquean la ceja, pero después de lo vivido en el gobierno, ¿creen que no puedo soportar algo más por buscar una mejora en mi vida? Ahora viene lo bueno, que es cómo adaptarse…

Mis habilidades al rescate

Afortunadamente, el empleo requiere búsqueda de conceptos, fuentes, palabras clave, bases de datos, uso de inglés y construir una narrativa en torno a los diferentes casos que se atiende. Gracias a mi formación como historiador, pude realizar distintas localizaciones y atención de personas, aunado a que dada mi capacidad de escribir mucho en el gobierno, pude responder de manera rápida y efectiva los problemas.

¿Es el lugar ideal para un historiador? NO. Pero debido a que los lugares ideales donde yo podía estar fui explotado, ignorado o de plano humillado, ¿de verdad es tan mala la idea de estar en una oficina de telemercadeo con opciones de crecer laboralmente? Yo creo que no, no es tan mala idea.

-Hal Jordan.

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¿Los mitos fundacionales han caducado?

¿Qué son los mitos?

Los mitos son uno de los medios que emplean las sociedades humanas para interpretar las fuerzas creativas, los fenómenos naturales y los acontecimientos que escapan a su control. Procurar explicar, por ejemplo, cómo llegaron al mundo la maldad y la muerte, o la relación entre el tiempo y eternidad; también describen sucesos tales como el comienzo o el fin del mundo, o las hazañas  de los héroes culturales y fundacionales. A su vez, ofrecen una visión de la condición humana y constituyen una fuente de inspiración y consuelo, cuando los seres humanos se enfrentan con lo desconocido y lo aparentemente irreconciliable.

Pero también pueden funcionar para legitimar el poder, una posición dentro de una sociedad y recubrir de misticismo el origen de una civilización. Entonces les llamamos mitos fundacionales.

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Mito fundacional de Roma

¿Qué es un mito fundacional?

Se considera mito fundacional a la estructura simbólica correspondiente a la vida y cultura del ser humano y presente desde el origen de las civilizaciones. Tienen una doble función: dar sentido y explicar a las instituciones existentes remitiendo a los tiempos originales en la historia de la humanidad. Recurrimos a ellas para encontrar una solución, sentido o respuesta a alguna interrogante de nuestros tiempos.

Poseen características que ayudan al entendimiento de ideas, costumbres, creencias o la formación de naciones.

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La leyenda de la fundación de México-Tenochtitlán como ejemplo de mito de fundacional

La mayoría de las sociedades y/o culturas comparten mitos fundacionales, ideas de cómo una “fuerza divina” los escogió para legitimarlos en el poder y poder establecer una jerarquía social con base en los mismos.

Pero, ¿Por qué recurrir a ellos?  

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La espada en la piedra. ¿Mito fundacional?

En algunas sociedades formaban parte del control y sumisión de los súbditos,  ayudaban en las batallas como factor psicológico cuando se daban los enfrentamientos, motivaban a crear un sentimiento de grandeza frente a otras sociedades, pero también ayudaban a fomentar una identidad nacional y sentido de pertenencia.

Entonces ¿los mitos fundacionales son parte de un pasado un tanto lejano? No podríamos asegurar esto, ya que siguió siendo ocupado hasta inicios del siglo pasado, para crear la identidad de potencias europeas que se encontraban emergiendo. Pero no solo eso, muchos países que buscaban democratizar sus sistemas tomaron como bandera mitos fundacionales para lograrlo y poder construir un nuevo programa de nación con base en sus renovados mitos, ideas y sistemas económicos,  que servirían para fundar las nuevas naciones que serían faro inspirador para más naciones.  En esto podemos enumerar a Alemania,  la Unión Soviética, Italia, Cuba, China y en la actualidad a Corea del Norte.

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Ernesto Guevara y Fidel Castro

¿Se usan actualmente los mitos fundacionales?

La idea del mito fundacional no solamente queda aquí, se ha modernizado y adaptado a las nuevas demandas tecnológicas, sociales y de ideologías en nuestros días, dejando el halo de misticismo y sobrenatural para pasar al marketing y la publicidad, dotando a identidades y personajes de redes sociales de una estructura social (llámale followers, amigos, seguidores, suscriptores, etc.) para formar sus propias aldeas virtuales en este mundo globalizado, donde sus mitos fundacionales quedan registrados en la nube y estos se legitiman como los pioneros de tal o cual tendencia.

Pero esa esa es otra historia que les tocará estudiar y analizar a las siguientes generaciones de historiadores.

Por cierto, ¿nos pueden invitar una tacita de café? Se los agradeceríamos mucho.

-Barbarella

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Buffalo Soldier

La práctica pedagógica y la Historia

Hessianos

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¿Es posible estudiar la Edad Media desde Latinoamérica?

Este ensayo podría terminar de una manera muy rápida y concisa con una respuesta, ya sea afirmativa o negativa, y otorgando una breve explicación de por qué es o no posible hacerlo; sin embargo, en HC nos gustaría desarrollar una respuesta bastante más compleja,  que aporte información sobre las diferentes propuestas que hay sobre el tema, y, principalmente,  rompiendo ese tabú que aqueja a los medievalistas latinoamericanos desde hace ya muchos años, y que puede notarse fácilmente en la academia y en las publicaciones históricas de nuestro continente.

¿Qué entendemos por Edad Media?

Somos conscientes de que entre nuestro querido público lector se encuentran expertos en la materia que podrían darnos cursos enteros sobre la Edad Media, pero también hay estudiantes que están cursando la carrera, aficionados de la historia y, por supuesto, aspirantes a la universidad que aún no están seguros si escoger la Licenciatura en Historia o no. Sin importar el nivel que uno tenga en cuanto a conocimientos históricos, medievales en este caso, es importante aclarar los conceptos que se están utilizando a la hora de debatir, ya que existen muchos elementos, como las etapas históricas, que cuentan con una definición tradicional y generalmente aceptada, pero que al mismo tiempo existe un debate sobre su significado, su fecha de inicio y de final, y que en todo caso es conveniente acotar antes de desarrollar nuestro tema principal.

Tradicionalmente, la Edad Media es la etapa histórica situada después de la Antigüedad y antes de la Modernidad. Tiene su inicio en el 476 d.C. y su final en el 1453 d.C., es decir, empieza y termina con la caída de los Imperios Romanos, de occidente y de oriente, respectivamente. Ahora bien, estas fechas pueden y suelen variar, dependiendo del enfoque el investigador le está dando a su obra, de forma que hay quien propone que el inicio del medievo puede situarse en el siglo III, o en el VIII, mientras que su final varía entre los siglos XV, XVI y hasta XVIII. Si bien, es pertinente tener esto en cuenta, nosotros utilizaremos la división del tiempo más aceptada, que sitúa a la edad que nos interesa entre los siglos V y XV.

El nombre de esta edad fue acuñado durante el Renacimiento, y ya desde ese tiempo, pero sobre todo durante el periodo de la Ilustración, se consideró que la Edad Media era un tiempo de atraso, una pausa en el desarrollo cultural e intelectual de la humanidad, y un abismo que separaba a los “avanzadísimos” griegos y romanos, de los renacentistas e ilustrados; es decir, el nombre de esta época responde a un discurso que concibe a la historia de manera lineal y progresista, en la que debería cumplirse con una agenda de desarrollo directamente ligada con el tiempo que se vive. Hoy en día esta concepción de la historia no es tan aceptada por los historiadores profesionales, y se ha demostrado en múltiples ocasiones que esa idea tan negativa de la Edad Media no podría estar más alejada de la realidad; sin embargo, quedó plasmada en el imaginario colectivo y persiste hasta nuestros días.

¿Por qué fue tan poco estudiada durante tanto tiempo?

Como explicamos en el apartado anterior, la Edad Media era vista como una etapa llena de violencia, de barbarie, de guerras, enfermedades y muy poca higiene. Algo así como un momento traumático del que no se puede aprender nada y que es mejor olvidar cuanto antes. Durante mucho tiempo, ésa fue la idea que predominó sobre la Edad Media, a la cual incluso llegaban a llamar el Oscurantismo. Paulatinamente esa situación fue cambiando; con la llegada del Romanticismo podemos ver una exaltación de los valores occidentales, cuyo origen se encuentra, sin duda alguna en la Edad Media; y con el surgimiento de los estados nación modernos, los países europeos comenzaron a buscar el inicio de su identidad y de su legitimidad, nada más y nada menos que en la Edad Media, y, por si fuera poco, para mediados del siglo XX muchos historiadores dirigieron su mirada a esta etapa en busca de la comprensión de algunos fenómenos sociales y culturales de la época en que ellos mismos vivieron. De hecho, entre ellos se encuentran algunos de los más grandes medievalistas que hemos tenido, como es el notable caso de Marc Bloch y Jacques LeGoff.

En este sentido, resulta muy sencillo comprender por qué la Edad Media es tan importante y tan estudiada por los historiadores europeos; básicamente toda su estructura social surge durante ese tiempo. La consolidación de la hegemonía cristiana comienza desde la Alta Edad Media, el capitalismo comercial se gesta desde los últimos siglos de la Baja Edad Media, y antes de eso tenemos inventos como las universidades, el método científico, técnicas de agricultura y de navegación, rutas comerciales, templado del acero, la champaña, y la lista podría seguir, pero entonces, ¿tiene algo que ver la Edad Media con Latinoamérica? Generalmente, suele pensarse que la Edad Media es un periodo demasiado remoto, y que se llevó a cabo en un continente totalmente ajeno, por lo que tiene poco que ver con nosotros y por lo tanto, su estudio desde esta parte del mundo es irrelevante; sin embargo, existen grandes estudiosos de culturas orientales, del Imperio Romano, de los griegos y de muchos otros temas más que no son juzgados ni puestos en duda tan fuertemente como ocurre con los medievalistas, ¡Como si de alguna manera el Imperio Romano fuera más cercano a nuestra sociedad que los 10 siglos que le suceden! Sin duda alguna, esta última afirmación puede despertar en el lector una muy interesante pregunta…¿Hay vestigios medievales en la sociedad latinoamericana? Por su puesto que los hay, y para no sesgar ímpetu de investigación que puede estar surgiendo con respecto al tema, mencionaremos solamente unos cuantos.

Vestigios medievales en Latinoamérica

Algunos autores (Baschet, Jerome, ¿Por qué interesarse en la Europa Medieval?) se remontan al tiempo de las Cruzadas, en las cuales la la Península Ibérica tuvo una participación considerablemente menor a la de Francia, Inglaterra, del Sacro Imperio Romano Germánico; y sugieren que esto despertó un profundo anhelo por comenzar una campaña de recuperación de Tierra Santa; sin embargo, después de la reconquista hispana, la situación económica de la península estaba muy lejos de ser favorable, por lo que era necesario conseguir oro y plata a como diera lugar. Ésta es una posible explicación de por qué los conquistadores del Nuevo Mundo buscaban los metales preciosos con tanta desesperación; pero el asunto no termina ahí, y es que al poco tiempo de haber sido consumada la Conquista de México, muchos frailes, principalmente franciscanos (cuya orden también tiene un origen medieval), comenzaron a hacer profundos estudios de las sociedades mesoamericanas. El resultado de sus investigaciones fue plasmado en grandes libros que han llegado hasta nuestros días, y que después de un breve análisis comparativo, podemos determinar que están basados completamente en un modelo medieval que puede remontarse, por lo menos, hasta las Etimologías de San Isidoro de Sevilla, obra en la cual el autor comienza explicando cuestiones relativas a Dios, y posteriormente de otros seres celestiales, después trata temas sobre el ser humano y su historia, y finaliza hablando de los asuntos geográficos y de la fauna y la flora; precisamente el mismo esquema que podemos ver en obras como la de fray Bernardino de Sahagún. Todo esto escrito en tres columnas, que durante la Edad Media solían estar en los idiomas griego, latín y la lengua vernácula del lugar, pero que para el caso mexicano se cambió a náhuatl, latín y español.

Ahora bien, después de la destrucción de México-Tenochtitlan era necesario la construcción de una nueva ciudad, no bajo los esquemas mexicas, sino de los españoles; con el poder eclesiástico y el poder imperial en el centro de la nueva urbe, en la forma de la Catedral Metropolitana y el Palacio Virreinal, siendo éste último la sede del virrey, el alter ego del monarca legitimado por la Iglesia, que a su vez representaba el vínculo más fuerte con el Imperio Romano y con los tiempos de Constantino I.

Analizando este último apartado podemos concluir que la estructura misma de la sociedad latinoamericana, sus costumbres y tradiciones, sus valores morales y hasta su diseño urbano está estrechamente vinculado con los cánones medievales, lo cual significa que estudiar aquella edad desde nuestro continente no solamente es interesante, sino que es algo muy necesario, lo cual nos lleva a la última cuestión de este ensayo… ¿Es posible hacerlo desde aquí?

Hasta hace poco, los estudios medievales desde Latinoamérica eran en extremo difíciles, ya que la mayoría de los documentos y vestigios arqueológicos que al historiador le son de interés y utilidad se encontraban, por obvias razones, en archivos y en zonas europeas, por lo que para consultarlos era necesario un muy largo viaje y una estadía de tiempo considerable, lo cual representaba un gasto importante tanto de dinero como de tiempo, todo esto suponiendo que el historiador ya tenía los conocimientos necesarios para realizar su investigación, como era el dominio del latín y de la paleografía medieval, así como del contexto de su tema de estudio. Claro, esto no suena para nada sencillo; sin embargo, hoy en día tenemos muchos adelantos tecnológicos que nos han facilitado enormemente esta labor. Una enorme cantidad de archivos europeos, así como algunas universidades, se han dado a la tarea de escanear, clasificar y digitalizar sus colecciones medievales, lo cual hizo posible que una persona desde casi cualquier parte del mundo acceda a estos documentos sin la necesidad de salir de su casa. De la misma manera, existen cursos tanto en universidades latinoamericanas como europeas que pretenden otorgar a los estudiantes las herramientas necesarias para el estudio de la Edad Media, entre los cuales hay lectura y traducción de latín, paleografía, diplomática, etc. y, por si fuera poco, existen programas de intercambio, los cuales aunados a la posibilidad de cruzar el Atlántico volando en unas cuantas horas y no en un barco que haría varios días, crea un ambiente mucho más amigable para el medievalista que se ve en la necesidad de viajar físicamente al archivo.

Éstas han sido solo algunas consideraciones que hemos tomado en cuenta con respecto a los estudios medievales desde nuestra tierra, pero si tienes alguna otra que te gustaría proponer o te han surgido dudas con respecto al tema, por favor, no dudes en contactarnos, seguirnos en redes sociales y suscribirte a nuestro canal de Youtube.

-El Erudito.

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¿Por qué estamos festejando un Bicentenario en 2021?

“Si comenzamos una discusión entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro”. Sir Winston Churchill.  Discurso pronunciado en: La mejor hora en la Cámara de los Comunes 18 de junio de 1940.

El oficio de ser historiador nunca es sencillo. Desde las rencillas típicas con los colegas-hace poco me ocurrió una muy infortunada-; el saber que no sabes todo: comprender que tu interpretación será destazada por los académicos, no tener dinero , etc.

Sin embargo, no hay sentimiento descriptible en ver cómo el gobierno en turno busca recurrir a la historia, sin entender de qué va esa disciplina. Por ello, me parece oportuno hablar de los ¿planeados? festejos del bicentenario que se están gestando en México. Los invito a leerme y comprender, al final, de qué es de lo que hablo.

¿Cómo ve la historia el gobierno?

El presidente de México, Andrés López, “ama” la historia. Pero no LA HISTORIA, sino la historia, esa de bronce que es tan difícil de desmentir entre los estudiantes de este país y, sobre todo, tan compleja de erradicar en la mente de las personas en general. ¿Por qué es tan difundida? Por esta razón:

La historia de bronce es una forma en la que las naciones pueden tener su propio sistema histórico, y lo que busca en particular es el enaltecer las figuras patrióticas de una nación mediante la historia de la misma, en algunos casos engalanando la verdad de forma que todo quede de la mejor forma posible, lo que puede mejorar el sistema patriótico que se conoce en dicho país.

Entiendo que esto no es un fenómeno exclusivo de México, pero me interesa abordar esta situación debido a que es la nación donde vivo y, como Maestro en Historia, me importa lo que suceda en la enseñanza de la historia. La visión de la historia del Ejecutivo es de buenos contra malos, liberales contra conservadores. Y él, evidentemente, está del lado de los buenos. En su percepción, claro está. ¿Y esto qué tiene que ver con los festejos? Precisamente, debido a esta visión, es que se quieren hacer diferentes festividades en torno a un Bicentenario.

Pero esto tiene como origen mucho antes, el año 2006 para ser precisos. Debido a la reñida contienda electoral, donde quedó electo Felipe Calderón Hinojosa como Ejecutivo de México, el entonces perdedor de la disputa, Andrés López, alegó fraude y de ahí no lo hemos sacado. Pero curiosamente, a su rival le tocó organizar los festejos del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana y el Bicentenario del comienzo de la lucha por la independencia.

Como profesional, puedo decir que hubo cosas muy interesantes y otras francamente paupérrimas en estos festejos, pero bueno, al final se lograron y se criticaron en su debido momento. Sin embargo, el actual titular, que sostiene que su gobierno es una transformación a la par de la independencia, la reforma y la revolución, quiere dejar su legado en festejos históricos

 

El diseño de los festejos

Habría que primero preguntarse si hay un diseño real de por medio o es, como suele suceder, producto de una ocurrencia de alguien en el gobierno. Por un lado , se acordaron que en el 2021 se celebran 200 años de la consumación de la Independencia… lograda en gran medida por un personaje incómodo como lo es Agustín de Iturbide. Presentaron un calendario de actividades el 30 de septiembre de 2020, donde resaltaron estas actividades:

  1. Homenaje a Vicente Guerrero, el 14 de febrero en Cuilápam de Guerrero, Oaxaca. Hicimos un video en Youtube al respecto de la figura de Guerrero
  2.  Ceremonia de conmemoración por los 200 años de la promulgación del Plan de Iguala, el 24 de febrero en esa localidad. Como parte del evento, el Gobierno organizará una exposición de las banderas que fueron utilizadas originalmente en el movimiento independentista. Estos lábaros realizarán una gira en 15 estados del país, que visitará 17 ciudades.
  3.  Día de la resistencia de los pueblos originarios, el 25 de marzo en Champotón, Campeche. Robledo señaló que, de acuerdo con las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, la primera victoria de un pueblo originario contra las fuerzas invasoras ocurrió en esa localidad. Aquí cabe señalar que ni eran fuerzas invasoras, porque eran un puñado de navegantes. Ya ni digamos del absurdo de la resistencia y de la terquedad de interpretar sucesos a los ojos de hoy.
  4.  Ceremonia de la Cruz Parlante y el fin de la guerra de castas, el 3 de mayo en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo. El director del IMSS comentó que en ese evento se realizará una ceremonia del perdón a los pueblos mayas y otras culturas originarias. No les debemos perdón de nada, porque nosotros ni nadie les hizo algo en este tiempo.
  5. Los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, el 12 de mayo en la Ciudad de México. Esto es una falsedad, porque la ciudad se fundó en 1325.
  6. Los 500 años de la memoria histórica de México-Tenochtitlán, el 13 de agosto en la capital del país.  Robledo comentó que esta es la fecha central de la resistencia mexica. Se planea escenificar la caída de la ciudad y la apertura de ventanas históricas arqueológicas. ¿Memoria de qué o cómo funciona eso de memoria histórica? ¿Y cómo vas a escenificar la caída de algo que era un islote en algo que ya no existe?
  7. Conmemoración de los 200 años de la firma de los tratados de Córdoba, el 24 de agosto en esa ciudad de Veracruz.
  8. Ceremonia del Grito de la Independencia, el 15 de septiembre en la Ciudad de México. El funcionario adelantó que en el evento se espera la participación de las delegaciones invitadas por el Gobierno de México. A partir de esa fecha, esas representaciones participarán en otras actividades en distintas ciudades de la República. ¿En pandemia?
  9.  Desfile cívico-militar por la Independencia de México, el 16 de septiembre en la capital del país. En la ceremonia participarán representaciones de fuerzas armadas de las naciones invitadas. Esto ya se hizo en el 2010.
  10. Conmemoración de los 200 años de la consumación de la Independencia de México, el 27 de septiembre en la Ciudad de México. Para celebrar esta fecha, el Gobierno recreará la entrada del Ejército Trigarante a la capital del país. El evento iniciará en el Castillo de Chapultepec y entrará al Zócalo por la calle de Madero. De acuerdo a la revista Relatos e Historias, esta fue la entrada del Ejército Trigarante

    El Ejército Trigarante entró a la ciudad, marchó por Bucareli, dio la vuelta a la derecha por la calle del Calvario y en la calle de Corpus Christi (hoy avenida Juárez) prosiguió su marcha por un costado de la Alameda. Cruzó la calle de Santa Isabel (hoy Eje Central Lázaro Cárdenas), pasó junto al convento de San Francisco y frente a la casa de los Azulejos, y por Plateros (hoy Madero) finalmente entró a la Plaza Mayor (hoy conocida como Zócalo).

    Ya no digamos de que hablemos de la representación más fiel posible. Por cierto, no se puede recrear algo que ya ocurrió, porque no es lo mismo en el tiempo y el espacio, ni siquiera sus protagonistas. Vamos, ni siquiera existen los conventos por donde pasaron los Trigarantes.

  11.  Promulgación del Acta de Independencia. Se realizará una nueva ceremonia del perdón a las minorías culturales. Entre ellas, está un evento en alguno de los pueblos originarios yaquis de Sonora. ¿Y qué tienen que ver las culturas originarias con la Promulgación del Acta? En este artículo, ni siquiera se habla de los pueblos originarios. O sea, se convierte un sin sentido que le quita significado a la gesta independentista y a la misma firma del documento. Por cierto, no lo firmaron ni Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria o Nicolás Bravo, para que entendamos el alcance real que tuvo el acto de Iturbide.
  12. Natalicio de José María Morelos y Pavón. Esta será la ceremonia con la que el Gobierno concluya los festejos especiales y se hará en Morelia, Michoacán. Aunque entiendo la importancia del personaje, ¿realmente era necesario ponerlo aquí?

 

¿Perdón al horizonte?

Al final, con el inicio de los “festejos” por el bicentenario, el mandamás de México indicó que buscan que haya disculpas de parte de España y el Vaticano por la conquista de México -que no existía hasta 1821- , así como ofrecer disculpas a los pueblos originarios.  En síntesis, termina siendo un ejercicio más de egolatría que de permitir una conciencia histórica a la población mexicana. Yo no niego que haya habido excesos en la Conquista, pero sí es necesario entender que no fueron solo los castellanos, sino todos los involucrados.

Por lo que podemos apreciar en el listado, el origen de varias de las fechas resulta, cuando menos, cuestionable. ¿Hay una herramienta pedagógica y de aprendizaje en los festejos? No. Y máxime que la pandemia de Covid- 19 ha devastado al de por sí frágil sistema educativo de nuestro país. ¿Qué podemos hacer los historiadores ante esto? ¿Cuál es nuestra labor?

Puedo comentarles como conclusión que un servidor seguirá desde su trinchera llevándoles la mejor versión posible de mí como profesional de la historia y, de ser posible, retroalimentarme de sus conocimientos y, si me lo permiten, instruirlos cuando note falencias en sus conocimientos. HC Historia Contemporánea. está por y para la audiencia y, por ello, queremos que se lleven un pedacito del conocimiento del pasado a través de nuestras distintas plataformas.

-Hal Jordan.

 

Fuentes:

Si quieres leer más textos de este autor, te invitamos a consultar los siguientes enlaces:

  1. 12 de Septiembre ¡Día del historiador! ¿Nos morimos de hambre?
  2. El Colegio Electoral de EEUU ¿Qué es y cómo funciona?
  3. Cuando los tacos de carnitas definen la memoria histórica…

¿Es una amenaza el feminismo?

En los últimos años ha habido un repunte de la tercera ola del feminismo (aunque algunos ya la clasifican en la cuarta) que sin duda, sea donde nos metamos, ya sea en las redes sociales, en la prensa, en la televisión e incluso el cine. Todo ello no está exento de reivindicaciones y sin duda, hace mucho ruido.

Ojo, no quiero decir que hacer ruido en este aspecto sea malo, ya que gracias al feminismo, muchas personas han mejorado ciertas conductas y se está luchando con lacras como la violencia de género o el acoso sexual normalizado, adquiriendo una problemática relevante que hace años pocos tenían en cuenta.

No obstante, las conductas machistas y patriarcales están fuertemente arraigadas en el colectivo y muchos de ellos ven al feminismo como una amenaza y otras corrientes feministas como la radical (no debe entenderse el feminismo como uno solo, sino como varios y de todos ellos se debe aprender), debido a su modo de difundirse, no suele gustar a un público generalizado y no son pocos los comentarios despectivos e intimidatorios que reciben muchas activistas y personas afines.

Pero me gustaría lanzar una pregunta, ¿es peligroso el feminismo? desde sus orígenes, pasando por la educación igualitaria ideada por Mary Wolstonecraft, el movimiento sufragista u hoy en día, la lucha con las desigualdades y la aplicación de la perspectiva de género a todo, esta corriente de pensamiento (como historiadora no puedo evitar verlo como tal) tiene sus seguidores y sus detractores. Estos últimos, debido a la falta de información y al verse cuestionados desde sus conductas arraigadas, creen que el feminismo es desde el machismo inverso hasta un conjunto de “feminazis” (término que no comparto en absoluto y que no debería usarse) movidas por la izquierda para acabar con el orden establecido.

Por tanto, no, no creo que el feminismo, aplicado desde una perspectiva histórica, sea peligroso ni suponga una amenaza. De hecho creo que deconstruyéndonos todos de nuestras actitudes, informándonos correctamente, ya que gran parte de las malinterpretaciones que se da es precisamente por no informarse debidamente y sin caer en el dogma y aplicando la perspectiva de género a donde puede aplicarse (uno de los defectos que encuentro en el feminismo es que se aplica a prácticamente todo y desde el punto de vista histórico, no resulta factible en muchos casos), creo que puede llegar a ser totalmente necesario y creo que todos podemos y debemos aprender de él, pero eso sí, debe estar en nuestra mano querer cambiar eso. Sin duda, no es un camino fácil, pero con esfuerzo y perseverancia, creo que poco a poco se puede conseguir.

-Alex DeLarge

 

Si quieres saber más de esta autor, lee sus artículos en HC

¿Es correcto revisionar la historia?

Tribulaciones del historiador eurocentrista

(Reseña) El gran delirio – Norman Ohler

¿Por qué estudiamos historia?

O el porqué decidimos torturarnos en esta carrera.

Estimado lector que se pregunta por qué estudiamos historia:

  • ¿Quieres estudiar historia porque te gustan las fechas “importantes” del pasado?
  • ¿Crees que estudiar historia es solo memorizar nombres y lugares?
  • ¿Consideras que hay una historia verdadera y auténtica?

Pues déjame decirte que todas estas ideas son erróneas, pero te platicaré el porqué de esto.

Esa cosa llamada licenciatura en historia.

Cuando yo decidí estudiar esta carrera en el año 2005, realmente no sabía a lo que iba. Desde el primer día me enseñaron que la historia no es una ciencia, sino una disciplina con una constante lectura de fuentes, 1Ricardo Rodríguez. ¿Qué es una fuente histórica? En HC Historia Contemporánea. 2020.interpretación, crítica de textos, metodología, etc. Con el paso de los años entendí también que es una narrativa que depende de la subjetividad de quien escriba, que a su vez está viciada de las diversas fuentes que consultamos, por lo tanto NO ESTUDIAMOS el pasado, sino una versión que nos llegue de él.

 

¿Confundido?

Yo igual.

Recapitulemos un poco:

La historia NO es aprenderse fechas.

¿Por qué?

Porque una fecha por sí sola es irrelevante. En HC tenemos nuestra sección diaria de efemérides, con el objetivo de que se comprenda que DIARIO ocurrió algo en nuestro devenir y, de igual manera, quedó algún registro. Solo que tenemos que recordar que puede haber algún error al haber sido rememorado.

La historia no SIRVE para memorizarse eventos, lugares o fechas del pasado.

De nada nos sirve recitar de memoria lo enunciado anteriormente si no lo COMPRENDEMOS. ¿Qué quiero decir con esto? Si no aplicamos reflexión, análisis y una postura crítica al respecto de nuestros objetos de estudio, seremos como Funes el Memorioso, que podía repetir un libro de cabo a rabo, pero sin entender absolutamente nada de lo dicho ahí. Y eso que lo repetía.

Sin una formación, el ejercicio de hacer historia se vuelve una afición glorificada, aunque sea bien intencionada. Y eso no quiere decir que los historiadores seamos propietarios de la Historia, pero sí entendemos los pormenores detrás de su escritura.

NO hay una historia verdadera y auténtica.

No hay que decir

Con esto no estoy afirmando que la historia sea falsa o que no haya falsedad en algunos escritores ; sino que esto depende del relato y la INTENCIONALIDAD de quien escriba. Reconozco que alguna vez creí que al hacer historiografía escribía la verdad o, como diría Herodoto:

La publicación que Herodoto de Halicarnaso va a presentar de su historia, se dirige principalmente a que no llegue a desvanecerse con el tiempo la memoria de los hechos públicos de los hombres, ni menos a oscurecer las grandes hazañas, así de los griegos, como de los bárbaros. Con este objeto refiere una infinidad de sucesos varios e interesantes, y expone con esmero las causas y motivos de las guerras que se hicieron mutuamente los unos a los otros.

Con esto vemos que la intencionalidad de Herodoto es relatar las causas y motivos de las guerras de griegos y persas. ¿Él pudo haber obtenido todos los testimonios? ¿Cuáles eran sus fuentes? Estas cuestiones nos hacen poner en duda su obra, no por su seriedad, sino por lo difícil que debió haber sido en su época el lograr compilar los datos. Aunque el uso crítico de fuentes es considerado hasta Tucídides, pero pongo a Herodoto para darnos una idea de la creación de la historiografía.

Por lo tanto, no existe UNA HISTORIA VERDADERA, porque no sabemos cuántas fuentes se utilizaron para escribir un texto, pero sí podemos saber las intenciones de quien plasme sus ideas. Es por esta razón que es cuestionable cuando algún autor actual  diga HISTORIA VERDADERA o algo similar, pues su contenido ya está sesgado desde su falsa creencia de que tiene LA VERDAD, aunado a que generalmente está acompañado de una carga ideológica importante. No va en el mismo sentido Historia Verdadera de la Conquista de Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, porque su texto y su tiempo son totalmente distintos a la actualidad-así como su intencionalidad-

¿Entonces no existe la VERDAD en la historia? No en el sentido que muchos creen. Sino más bien en no permitir falseos de situaciones históricas y errores ridículos.  Pero lo que siempre serán innegables son ciertos HECHOS HISTÓRICOS, como la independencia de México, la Conquista o la pérdida de territorios frente a EEUU, por poner algunos ejemplos.

Y luego entonces, ¿para qué estudiamos historia?

Bueno, es una cuestión que he tenido que reflexionar y puedo compartir la siguiente conclusión:

Para conocer porqué nuestro presente es como tal. Asumiendo que el presente deja de existir constantemente, el ayer explica el hoy en gran parte, por lo que merece la pena revisar las fuentes de éste, comprenderlas y, en consecuencia, explicar cómo detalles aparentemente tan insignificantes pueden definir a un país entero, como el hecho de que unos semi nómadas buscaran un águila o que un político fundara un partido y estableciera por “accidente” una semi dictadura de 70 años.

Empero, esto no se hace solo “leyendo”, sino con herramientas profesionales que ayudan a dejar un discurso narrativo de mayor conciencia crítica y nada objetivo. Pero con la intención de que cada autor use su metodología y apartado teórico de preferencia, proporcionando un texto historiográfico que pueda servir para otros interesados en sus consultar o sus escrituras. Aunque me centré en la narración escrita, no podemos dejar de lado la historia oral, la historia del tiempo presente, los registros de audio, videos, etc.

Al final, estudiamos historia para dar un poco de sentido a nuestra realidad, sin dejar de lado nuestro entorno que nos define, siendo éste uno de los determinantes en nuestra búsqueda de respuestas.

-Hal Jordan.

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Réquiem por un Penacho

¿España debe pedir perdón por la Conquista?

El triste y corrupto sexenio de José López Portillo y su informe de gobierno de 1982.

 

¿Es correcto revisionar la historia?

La mal llamada Revolución Libertadora - Infobae
Argentinos celebrando la Revolución Libertadora

Cuando un historiador investiga fuentes, encuentra que no todas siguen un dogma determinado, sino que cada historiador, según a qué corriente historiográfica pertenezca, se adscribe a su criterio para escribir y hacer Historia, aunque hoy en día, según aprendí en una asignatura llamada Fuentes para la Historia Moderna, el historiador ya no tiene en cuenta la historiografía, sino que va estudiando artículos que pertenecen a distintas corrientes y va creando sus propias conclusiones.

Perteneciendo a una corriente historiográfica o no, lo que sí hacemos los historiadores de hoy en día es analizar con lupa todo lo histórico, porque también la Historia está sujeta a manipulaciones, tergiversaciones y negacionismos que nos vemos obligados a contrastar y muchas veces se disfraza de revisionismo o, incluso presentismo.

Robert Allen - NYU Abu Dhabi
Robert C. Allen

Pero, ¿qué es el revisionismo? revisionar la historia tiene varias connotaciones: según la historiografía anglosajona (principalmente) es responder mediante artículos a otros artículos con los que no se está de acuerdo, siempre de manera educada y es una forma más para aprender sobre distintos puntos de vista en la Historia. Por ejemplo: el historiador estadounidense Robert C. Allen escribió en su artículo Revolución en los campos: La reinterpretación de la Revolución Agrícola inglesa varias respuestas a los métodos de otros historiadores que menciona en el mismo.

Sin embargo, como ya he mencionado, el revisionismo puede ser confundido fácilmente con negacionismo y manipulación. Es decir: además de responder puntos de vista, hay en los últimos años una tendencia a revisar la Historia para escribirla de manera más objetiva y evitar manipulaciones, tal y como es el caso del revisionismo hacia la figura de Stalin en los últimos años (sin llegar a negarla) o el revisionismo argentino tanto en el peronismo como en la Revolución Libertadora, usando para ello la prensa como modo principal de difusión.

No obstante, el caso más conocido de negacionismo histórico y que muchos de sus adeptos afirman que es revisionismo es el relacionado con el III Reich y el Holocausto, siendo David Irving el historiador negacionista más notable. Irving defiende que Hitler no era consciente de la magnitud de los crímenes que cometió, ya que los que los perpetraron eran sus seguidores, aunque más peligroso resulta quienes creen que el Holocausto nunca tuvo lugar, pese a que hay pruebas de que sí hubo un genocidio contra determinados grupos religiosos y étnicos para conseguir una “raza superior”.

David Irving - Wikipedia, la enciclopedia libre
David Irving

Y es ahí donde hasta hace poco yo misma creía que revisionar era sinónima de negar, ya que casi siempre cuando he leído artículos revisionistas, se tiende a negar parte de la situación, pero si atenemos por ejemplo a la historiografía anglosajona, de la cual se puede aprender mucho, el revisionismo es positivo y se puede aprender de uno u otro historiador, pero debemos dejar de llamar revisionismo al negacionismo y llamarlo como tal, ya que como he dicho, puede dar lugar a manipulaciones o tergiversaciones. tal y como sucede en la historiografía argentina durante los años 50/60.

Entonces es cuando os planteo la siguiente cuestión, ¿es lícito revisionar la historia? ¿creéis que al permitirse las revisiones es más vulnerable a manipulaciones? En mi opinión, si se revisiona para aportar nuevos datos, siempre y cuando no se nieguen los hechos demostrados y sea objetiva, entonces sí, bienvenidas sean las revisiones, pero si se utiliza para manipular y negar, ya es otra cosa.

ALGUNOS ENLACES DE INTERÉS Y QUE HAN AYUDADO A ELABORAR ESTA ENTRADA

 

-Alex de Large.

 

 

 

 

 

 

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Tribulaciones del historiador eurocentrista

(Reseña) El gran delirio – Norman Ohler

¿Quiénes eran los Sonderkommando?

Yuri Knórozov, el ruso que descifró los misterios mayas

¿Qué relación hay entre la República Mexicana y Rusia? La diplomacia entre ambos países es cordial desde 1890 y, aunque durante el siglo XX hubo algunos desacuerdos, ha existido más cooperación mutua que diferencias. Desde ser el primer país en el continente americano que reconociera a la Unión Soviética hasta que el representante oficial de Lenin visitara tierras mexicanas para la toma de posesión del gobernador socialista Felipe Carrillo Puerto, la relación bilateral ha marchado por buen camino pese a la enorme distancia que separa a ambos países.

Uno de los hitos más representativos de esa colaboración perpetua es la siguiente: ¿Sabías que un ruso etnólogo fue el encargado de descifrar el misterio de la escritura maya, siendo todo un acontecimiento científico del siglo XX? Y lo más sorprendente, ¡lo hizo sin conocer México ni Centroamérica! ¿Cómo lo hizo? Hay toda una historia detrás de ello.

Привет, я Юрий Кнурозов

Como ratón de biblioteca

Desde el siglo XIX, los jeroglíficos mayas fueron un enigma para estudiosos de esta cultura precolombina. Pese a que varios investigadores lograron tener acercamientos en el desciframiento de los numerales y el calendario maya, no hubo un consenso científico que demostrara del todo el significado de los signos.

Yuri Knórozov fue un lingüista, etnólogo e historiador que nació en 1922 y gran parte de su vida se desarrolló durante el auge y ocaso de la Unión Soviética. Muy joven participó en la Segunda Guerra Mundial y después se volvió un académico prominente en el área de la lingüística y etnología. En su infancia mostró ser muy brillante; era aficionado de la lectura, tocaba violín y poseía una imaginación que le permitía dibujar animales imaginarios. Sus padres promovieron su inteligencia al enseñarle a escribir con las dos manos. En el núcleo familiar era el hijo menor y creció en la provincia de la antigua Unión Soviética  que hoy conforma Ucrania.

Tan guapo

En la mayoría de las fotografías como adulto, posa con un perfil serio poco amigable y que simula carecer de sentimientos. Pero en realidad poseía un gran sentido del humor, adoraba a los gatos y sobre México se refería así: “En mi corazón siempre seré mexicano”, frase que dijo al recibir la más alta condecoración que el gobierno entrega a un extranjero; la Orden del Águila Azteca.

Su génesis profesional se remonta cuando intentó ingresar a la Facultad de Medicina aunque posteriormente estudia la carrera de Historia en la Universidad de Járkov. Sin embargo, dejó sus estudios inconclusos cuando comenzó la Segunda Guerra, a la que se enlistó a los 19, estando activo durante cuatro años en el ejército.

Sobre su participación durante la guerra hay versiones confusas. Una es que debido a que era un recluta enfermizo, ejerció la docencia dentro del ejército ruso y se dedicó a cavar trincheras, por lo que no estuvo al frente del campo de batalla. Otra versión señala que fue miembro del batallón 580 de la artillería pesada, siendo de los primeros soldados soviéticos en entrar a la ciudad de Berlín cuando se producía su caída en mayo de 1945. Sea cual sea la versión real de su participación, fue durante su periodo como recluta que tendría el primer acercamiento con la cultura maya.

Una vez finalizada la guerra, Knórozov abandona el estudio de la historia  y se dedica a estudiar etnografía en la Universidad de Moscú, allí se especializa en egiptología, lenguas antiguas y chamanismo oriental.

¿Cómo fue que desde un escritorio, atrapado en la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría logró descifrar los códices sin conocerlos directamente? Empecemos por conocer como fue que conoció los jeroglíficos mayas.

Inicios del estudio de los jeroglíficos

Estudioso

Durante el avance soviético a la capital de Berlín, antes de la rendición del ejército alemán, la ciudad se encontraba en un caos generalizado, con algunos edificios en llamas y confusión por doquier. La Biblioteca Nacional tenía fuego en su interior. Según se creía, Yuri Knórozov entraría al edificio para rescatar los dos únicos ejemplares que tuvo a su alcance. Uno era la icónica obra de fray Diego de Landa, la Relación de las cosas de Yucatán y el otro una edición facsimilar de Los Códices Mayas. Ambos libros los guardó como botín de guerra para luego regresar al combate. Esta fue una primera versión del encuentro de dos mundos – el de Knórozov y el de los mayas- , pero años después él mismo desmentiría el suceso: “Es una leyenda. No hubo ningún incendio. Las autoridades alemanas prepararon la biblioteca para su evacuación y para llevarla, supuestamente, a los Alpes, en Austria. Los libros colocados en cajas estaban en medio de la calle. Entonces escogí dos.”

El interés profundo de Knórozov por el estudio de los jeroglíficos nació mientras recolectaba bibliografía para un ensayo, y dentro de esa búsqueda encontró un artículo científico que llamó su atención. Se trata de “El desciframiento de las escrituras mayas, ¿un problema insoluble?” De Paul Schellhas, un investigador alemán de la cultura maya. En este texto se mostraba a manera de conclusión el enorme reto que implicaba descifrar los códices mayas, pero el autor logró ubicar gráficamente a los dioses y deidades. Tal artículo resultó para Knórozov un reto importante, por lo que decidió abandonar sus proyectos egipcios y adentrarse enteramente al estudio de la escritura maya.

En un primer momento colegas y docentes de la Universidad de Moscú desestimaron el nuevo proyecto de Knórozov, creyendo irrealizable que en su calidad de extranjero, sin conocer la región del sur de México y ni siquiera hablar español lograría entender los códices. Únicamente recibió el apoyo de su maestro el arqueólogo Serguéi Tókarev.

 

Abocándose a la lectura

La travesía del ahora etnólogo mayista tardaría una década, y se dedicaría no solo a descifrar los códices, sino también en adentrarse en la vida y obra de fray Diego de Landa, quien pasó a la historia como el fraile que quemó valiosos códices y objetos de culto para los mayas por considerarlo herejías y encargado de evangelizar a la fuerza a los indígenas. Knórozov le daría la vuelta a la polémica de De Landa, ya que argumentaría que lo que hizo fue bajo la presión de sus superiores y de los conquistadores que tenían interés económicos en la región. Fue así que después se dedicó a reconstruir la historia de los mayas en su emblemática obra Relación de las Cosas de Yucatán.

El trabajo de Knórozov como lingüista no solo se dedicó a estudiar los signos, sino que fue más allá al aprender español y conocer la historia de la cultura maya. Quizá lo más sorprendente de esta tarea lingüística fue el hecho de que Knórozov no conocía a México, ni había visto a los documentos en vivo ni las inscripciones y no lo hizo hasta el final de su vida, casi 40 años después de haber descifrado los códices.

Por obvias cuestiones políticas del bloque soviético y el contexto de la Guerra Fría, Knórozov no logró tener permiso para salir de su país a estudiar físicamente los códices. Solo en una ocasión tuvo la oportunidad para impartir una conferencia maya en Copenhague. Pese a la gran distancia e incomunicación con el mundo occidental, para nuestro lingüista no hubo impedimento para estudiar y resolver el lenguaje maya. En una entrevista Knórozov declaró: “Yo soy un científico de despacho. Para trabajar con los textos no es necesario retozar sobre las pirámides” Toda la información impresa en facsímiles los recibió desde París, Madrid y la ciudad alemana Dresden.

El método Knorozov

La gran diferencia con los otros científicos que trataron de interpretar los signos mayas es que eran arqueólogos y trataban de dar una equivalencia de los signos mayas con el alfabeto. Cosa que inmediatamente desechó Knórozov, pues en su calidad de lingüista sabía que cada signo tenía un valor vocal diferente, siendo un sistema silábico. Fue así que realizó un sistema estructural para identificar la frecuencia con la que se repetía un signo dentro de un texto, llegando a existir hasta 355 tipos distribuidos entre fonéticos y morfémico-silábicos. Knórozov llegó a declarar confiado que cualquier código y sistema elaborado por un ser humano podría ser resuelto por otro humano, por lo que nunca desistió de su labor.

¿Es porque soy soviético?

Todo un bohemio

Pese a sus grandes avances en el terreno de los estudios mayas, el gran lingüista fue menospreciado por diversos comités académicos occidentales. En 1950, el también mayista británico Eric Thompson, principal referente de los estudiosos del tema, publicó su obra Escritura jeroglífica maya: una introducción, en la que negaba el fonetismo de los mayas. Dos años después,  Knórozov refutaría esa teoría en su ensayo: “La escritura antigua en América Central”, el cual fue publicado en una revista de la URSS. Su aporte fue cuestionado y poco tomado en cuenta, sobre todo por provenir de las cúpulas científicas soviéticas cuando la fobia comunista estaba al por mayor. Una de las tantas críticas que recibió es ser declarado un propagador marxista y farsante. Pese a los ataques, Knórozov nunca desistió y continuó enviando a congresos europeos sus avances de sus estudios mayas.

Fue hasta 1970 que por fin alcanzaría el reconocimiento merecido, siendo su método de descifrado aceptado y aplicado por todos los mayistas, llegando a ser considerado como un gran progreso científico del siglo XX. Sus estudios sirvieron como base para realizar nuevas excavaciones arqueológicas y describir la historia de la Zona de Palenque en Chiapas, solo por mencionar un ejemplo de lo importante que fue su método de traducción. Sus investigaciones tuvieron gran relevancia en la Unión Soviética, promoviendo que muchos estudiantes y nuevas generaciones se interesaran sobre el tema.

¡Por fin pudo conocer a los mayas!

Turisteando

Ante la disolución de la Unión Soviética, tuvo la oportunidad de salir en el año de 1990. Primero visitaría Guatemala y conocería las zonas arqueológicas de Tikal y Uaxacatán, recibiendo distinciones oficiales por parte del gobierno guatemalteco. Tikal fue uno de los centros ceremoniales más importantes de los mayas y, una vez allí, Knórozov quedaría contemplativo ante la inmensidad de la zona. En 1994 por fin conocería México, visitando los sitios arqueológicos más importantes: Palenque, Bonampak, Teotihuacán entre otros. A partir de la década de los 90 las visitas a nuestro país fueron muy frecuentes y, un año después, en 1995 sería condecorado con la Orden Mexicana del Águila Azteca, por sus enormes aportaciones al estudio de la cultura maya. Tristemente solo cuatro años más tarde, moriría en San Petesburgo a los 79 años, lugar desde donde un escritorio descifró el gran misterio maya que perduró más de cinco siglos sin resolver.

Asterión

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Una Reina para siempre, Isabel II en México 

El brazo perdido de Álvaro Obregón

Fidencio, el milagroso

La estatua de Winston Churchill

Y otros monumentos que pueden o no ser tirados.

Este año 2020 ha sido convulso en el mundo. La pandemia de Covid-19 fuera de control en varios países, crisis económica, sanitaria y social. Uno de los detonantes de esto último fue el asesinato de una persona llamada George Floyd a manos de un policía norteamericano, desatando protestas multitudinarias que se han salido de control y han provocado diversos problemas en EEUU, siendo el principal de ellos que sigue la tensión entre personas de distintos orígenes en el vecino del norte.

Sin embargo, la multitud decidió en varias ciudades del mundo destruir algunos monumentos por sus pasados turbios o por medio de juicios de valor de dudoso rigor y de una fuerte tendencia anacrónica. ¿Pero por qué tumbar un monumento? Bueno, la respuesta a esto son diversas razones que quisiera comentar a grandes rasgos.

 

Según la RAE un monumento es:

1. m. Obra pública y patente, en memoria de alguien o de algo.

2. m. Construcción que posee valor artístico, arqueológico, histórico, etc.

3. m. Objeto o documento de gran valor para la historia, o para la averiguación de cualquier hecho.

4. m. Obra científica, artística o literaria, memorable por su mérito excepcional.

5. m. sepulcro (‖ obra para dar sepultura a un cadáver).

6. m. Rel. En una iglesia católica, altar muy adornado en el que se coloca el arca eucarística el día de Jueves Santo.

7. m. coloq. Persona bien proporcionada físicamente y de belleza llamativa.

monumento nacional

1. m. Obra o edificio que por su importancia histórica o artística toma bajo su protección el Estado.

monumento natural

1. m. Espacio natural constituido por formaciones geológicasyacimientos paleontológicos y otros elementos dela geaquepor su singularidadimportancia o bellezaes objeto de protección legal para garantizar suconservación.

Dicho eso, en EEUU hay o hubo varios de estos que son controversiales, por ser de personajes del Bando Confederado de la Guerra de Secesión de dicho país. El lado sureño decidió establecer algunos de estos para recordar su Causa Perdida (Lost Cause en inglés), que es una forma de negar que la separación de los estados esclavistas fue para preservar dicha institución. Y también se han erigido grandes obras para honrar a generales de dicho conflicto, aunque hayan sido derrotados. ¿Es esto apropiado o correcto para entender el pasado? No realmente.

Si bien yo estoy consciente que la historia es un relato en constante construcción, tampoco estoy para apoyar visiones supremacistas de un tipo de persona sobre otra. Dicho eso, los monumentos confederados son para recordarles a la población afrodescendiente que son inferiores a los caucásicos y eso, me parece reprobable. Con el establecimiento de las leyes Jim Carrow, esta situación de dominio se mantuvo de facto y de jure. Sin embargo, creo que merece la pena establecer una pregunta: ¿se vale quitar todos los monumentos? Habría que analizar sus intenciones y su mensaje. Pongamos de ejemplo la estatua de Robert E. Lee en Richmond, Virginia.

Robert E. Lee, vandalizado.

Sin duda el General Lee fue un excelente militar, que defendió una causa que hoy en día no podemos justificar, pero en su mente, era lo correcto. Puso sus servicios a su Estado natal de Virginia antes que a su país-cosa que lo conflictuó- y encabezó los ejércitos de la Confederación, pero esto trajo consigo defender la esclavitud -situación con la que puede o no haber estado de acuerdo- Sin embargo, después se volvió el presidente de la Universidad de Washington que luego se volvió Washington & Lee en Virginia, donde según las crónicas y la propia universidad, estableció pautas que llevaron a que se volviera una universidad de excelencia. Pero queda el problema de la esclavitud, ¿cierto? Y bueno, como pueden apreciar en la imagen, está la bandera confederada, que se considera un símbolo de racismo. ¿Pero no acaso podemos apreciar al hombre sin ese foco de odio o de excesivas alabanzas? Era un ser humano y, como tal tuvo aciertos y errores.

Cuerpo de Robert E. Lee en la Universidad

Al final de la Guerra Civil no tenía ciudadanía estadounidense y ésta se perdió durante muchos años, hasta el año de 1970 cuando fue encontrada en los archivos gubernamentales. Aparentemente fue perdida adrede desde 1865. Para 1975, el presidente Gerald Ford extendió el perdón y la ciudadanía restaurada de manera póstume al personaje sureño. ¿Esto no permite que haya un perdón generalizado a sus actos? ¿Hasta qué punto se le debe seguir juzgando?

 

 

Este mismo razonamiento podemos aplicar a Winston Churchill. Durante un tiempo se ha puesto de moda juzgarlo de genocida y me parece que es una percepción  errónea. En 1943 se desató una hambruna en Bengala en medio de la Segunda Guerra Mundial. Sin duda alguna, las políticas de guerra de Churchill agravaron el asunto, porque o eran completamente ignorantes del asunto-que es una línea historiográfica que me parece dudosa-  o mataron deliberadamente de hambre a la población su visión colonialista -que me parece un tanto victimista-; o, no aliviaron la hambruna porque privilegiaron el esfuerzo bélico.

Churchill

Según las fuentes, se realizó una política de tierra rasada y se decomisaron grandes cantidades de comida, debido a la amenaza japonesa sobre la colonia india. El resultado fue la muerte de hambre de más de 3 millones de personas que se pudo -o no- haber evitado. La prioridad del gobierno británico fue el esfuerzo de guerra que requería grandes cantidades de alimentos y recursos, lo cual no excusa su incompetencia. ¿Esto hace a Churchill un genocida? No realmente, porque no se hizo para castigar a una zona, como lo hizo Stalin con los ucranianos. De lo que sí se le podría catalogar es ser un irresponsable a la hora de administrar el imperio, sin duda alguna. Porque no solo velaba por los ingleses, sino todos los súbditos del rey. Pero no me corresponde juzgarlo con mi visión actual, sino  señalar sus falencias. ¿Esto hace que deba derrumbar su estatua? La respuesta a esta cuestión es sencilla:

NO

Porque el hombre representa un momento importante para Inglaterra y el mundo Occidental: en una crisis sin precedentes y desesperanza generalizada, mantuvo firme a sus gobernados. Obvio, fue un ser humano con todos los defectos del mundo, pero en el momento de la verdad, se convirtió en el símbolo de la lucha inglesa y contuvo a una maquinaria de guerra que parecía en esos momentos imparable. Si seguimos juzgando a todos los personajes con nuestros criterios actuales, al final nos quedaremos con quien se acomode a nuestro gusto. Y ojo,  si bien el señor era un hombre que creía en la supremacía caucásica protestante, también es cierto que no estableció exterminios masivos basándose en esto. Según la International Churchill Society sí se expresó de manera brutal acerca de los indios, pero sus principales biógrafos establecen que era un tipo de un pésimo humor y carácter, pero que se arrepentía de lo que decía y actuaba de manera contraria. ¿Ven por qué debemos entender que los personajes históricos son humanos?

Churchill viéndote llorar por decirle racista

Por último en este aspecto, hay que recordar algo de la historia: no es una búsqueda de LA VERDAD, sino una constante interpretación de fuentes. Para personas de la India -que siguen queriendo vivir con un complejo de la colonia tal vez un poco más justificado que el de los victimistas latinoamericanos- Churchill es un monstruo... Para otras personas en el mundo, es un héroe. Para mí: es un personaje interesante y complejo que merece su estatua porque hizo algo correcto en el momento más oportuno del mundo. A diferencia de Robert E. Lee que puede no merecer una estatua, Churchill terminó defendiendo algo que muchos juran defender y solo atropellan: libertad, democracia y un ataque frontal al fascismo.

Y si bien las expresiones de Churchill son infortunadas, ha habido personajes que admiran algunos como Marx o Guevara que tuvieron análisis o comentarios tan o más reprobables que las de Winston, pero de ellos no se cuestiona siquiera poner o quitar una estatua. Por ello los invito a reflexionar acerca de lo que queremos hacer como sociedad respecto a las estatuas y monumentos. ¿Debemos quitarlas porque no nos agradan los personajes o solo porque nos creemos con la estatura moral de ser mejores que personas que veían la realidad de otra forma?

Marx y su legado

 

-Hal Jordan.

Si quieres leer más textos del autor, visita los siguientes enlaces:

¿España debe pedir perdón por la Conquista?

¿Qué es una fuente histórica?

1917: Una película histórica NO INCLUYENTE

Fuentes:

  1. https://my.wlu.edu/presidents-office/about-the-presidents-office/history-and-governance/past-presidents/robert-e-lee
  2. https://www.archives.gov/publications/prologue/2005/spring/piece-lee
  3. https://www.atlasobscura.com/articles/indian-food-writing
  4. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/01/150124_reino_unido_cinco_principales_controversias_winston_churchill_lv
  5. https://www.theguardian.com/world/2019/mar/29/winston-churchill-policies-contributed-to-1943-bengal-famine-study

Leading Churchill Myths

12 de Septiembre ¡Día del historiador! ¿Nos morimos de hambre?

El 12 de septiembre en México festejamos el Día del Historiador y, en un ejercicio de reflexión, en HC Historia Contemporánea. quisimos hablar a nuestros lectores acerca de algunas de nuestras vivencias y cómo hemos sobrellevado esta labor de dedicarnos al estudio de las fuentes del pasado. Sin más, comenzamos.

Hal Jordan

¿Ser historiador? Es una pregunta que me hice en la preparatoria/bachillerato cuando aun era un mozalbete y no sabía bien de qué iba eso de ser “historiador”. Cuando compartí mi inquietud con mi familia, uno de los integrantes me dijo: ¿para ser pinche maestrito? Entonces en ese momento decidí que me iba a dedicar a ser un historiador.
Al entrar en el 2005 a la universidad aun creía que la historia es una ciencia-no lo es- y creía que estudiábamos el pasado-el pasado no existe- Tras 15 años de haber empezado esta aventura en la UNAM y librarme de sus garras ideológicas, puedo decir que soy feliz como un historiador y sí, ahora soy un pinche maestrito…con cédula que lo comprueba y un empleo estable.
¿Puedo estar mejor? Sin duda, pero es cosa de trabajarle durísimo y decidirse a hacer una consultoría y ser un poco loco.

Texto de Hal: 1917: Una película histórica NO INCLUYENTE

Momo

Mi aventura por la historia del arte tuvo un inicio literario: el personaje Robert Langdon de Dan Brown me llevó a enamorarme de distintas piezas artísticas y del arte en sí mismo. Sus aventuras me atraparon y me convertí en fanática de él-y quise imitarlo de la misma manera en que varios arqueólogos se inspiraron en Indiana Jones. Cuando me enteré en la preparatoria que esta fantasía de libros no solo podía quedarse en eso, sino que podía llevarlo a la práctica con la carrera de Estudios e Historia del Arte en el Claustro de Sor Juana, mi corazón dio un vuelvo tal que me puse como propósito estudiar esta disciplina y ser como mi ídolo de lectura.

Para los lectores de HC, solo me queda decirles lo siguiente: estudiar arte es analizar como vemos y representamos las cosas y ponemos en orden nuestro mundo. Es necesario saber cómo lo hacemos.

Texto de Momo: Top 5. Mujeres de arte

El Erudito

El simple hecho de haber comenzado la carrera de Historia ya es un acto de valentía; no representa solamente el dedicarse a algo que verdaderamente nos gusta y por lo que sentimos una gran vocación, sino enfrentarse a un futuro laboral no muy definido y, sobre todo, a una fuerte y constante crítica por parte de la sociedad, la cual suele criticar a las carreras que, algunos piensan, son menos lucrativas o tienen un menor campo de acción. Sin duda alguna a todos nos han hecho esas incómodas preguntas sobre la utilidad de la Historia, las oportunidades laborales que pueda tener o exactamente qué es lo que hace un historiador. Si bien, algunos estudiantes de esta licenciatura tienen ya muy claro qué respuestas dar a estas preguntas, muchos otros tienen que reformularse esto constantemente durante formación.
Para aquellos interesados en la Edad Media y temas afines la cosa puede ser un poco más complicada aún, ya que, siendo latinoamericanos, a las preguntas anteriores se les puede agregar la interrogante de cómo podría alguien que no es europeo, estudiar la Edad Media, y para qué. Aunque la pregunta pueda parecer bastante lógica en un primer momento, lo cierto es que podríamos hacérsela a cualquier otro historiador sobre su tema de estudio y pronto parecerá algo ridículo: ¿Cómo puede alguien que no es romano estudiar dicho imperio? ¿cómo puede un agnóstico estudiar las religiones del Medio Oriente? ¿Por qué alguien estudiaría lo ocurrido en un país ajeno durante la Segunda Guerra Mundial? Pues bien, el hecho de no pertenecer a un tiempo y un espacio en concreto, pero desarrollar todas las habilidades necesarias para estudiarlo, interpretarlo y darle un significado importante para nuestros tiempos es precisamente lo que un historiador aprende a hacer durante la carrera; y es justamente por eso que cada objeto de estudio tiene una larga lista de muy específicos requisitos para poder ser abordado y, si bien, todo esto puede parecer abrumador al principio, lo cierto es que brinda una de las mayores satisfacciones cuando se nota un avance en el desarrollo de estas habilidades.

Texto de El Erudito: Algunos inventos de origen medieval (o anterior) que siguen siendo vigentes hoy en día

Barbarella

Cuando alguien se decanta por el área de las humanidades, la primera pregunta a la que se enfrenta es: ¿voy a poder vivir de esto? Y me gustaría darte esperanzas pero NINGUNA profesión te asegura una buena remuneración.

Si decides dedicarte a esta profesión porque te gusta la Historia y eras bueno (a) en la medio superior en la materia o porque “ha de ser fácil“. Prepárate para una buena desilusión.

Si tú referente para decidirte por estudiarla es repetir el fenómeno Marx, Krauzen, Braudel o incluso Comte. Ellos fueron resultado de diferentes factores en su contexto y tiempo. No te aseguro que consigas ese nivel de reconocimiento dentro del campo.

Entonces, ¿por qué estudiar algo que no te dará un gran reconocimiento, que no es fácil o lo que esperas y que no te dará estabilidad económica?

La respuesta es amor, amor a la Historia.

El campo de trabajo del historiador se divide en 3 aspectos: investigación, divulgación y docencia. Y tienes que saber que para cada uno de ellos debes de tener vocación.

La mía fue la docencia en la Historia y déjame decir que no todo historiador puede ser profesor así como no todo profesor de Historia puede ser Historiador.

Aprender Historia requiere ciertas habilidades que adquieres con la formación académica. Enseñar Historia es que tú tengas esas habilidades y puedas transmitirlas de manera eficiente a quienes aprenden.

Si en este momento de tu vida te encuentras en esa disyuntiva de si estudiar o no Historia, me atrevo a darte una sugerencias: visualiza que es lo que quieres obtener y que vas a hacer con eso que obtengas dentro de la profesión.

Texto de Barbarella: Las películas en la memoria histórica

Zarco

Escoger ser historiador no siempre es fácil, muchas personas tienen miedo sobre cómo será su futuro o si acaso tienen uno. Algunos tienen expectativas muy bajas o al contrario muy altas. Pero en el tiempo que llevo conociendo la vida como historiador he aprendido que la satisfacción no es solo material.
El conocimiento, técnicas y aprendizaje adquirido es un bien invaluable que solo algunos saben apreciar. Sumergirse en lecturas, realizar investigaciones profundas y conocer la historia es un viaje que más que cansarte te emociona. Aprender sobre la humanidad, sobre su historia y lo tremendamente complicada que es, es un privilegio del cual solo gozan los historiadores. Ser historiador no es solo saber datos y fechas, es entender, o intentar entender la Historia, y todo lo que ello conlleva.

Texto de Zarco: Tulipomanía la enfermedad Holandesa que infectó a México.

Asterión

Durante mi tiempo como historiador he tenido experiencias gratas y otras no tanto. Es una gran satisfacción cuando te dedicas a la investigación y empiezas desde una pregunta, y terminas encontrando el hilo de lo que busques a partir de una carta, una fotografía o una lápida. Es como ser un detective entre los muertos, con el poder de hacer hablar a los que ya no pueden hacerlo . Lo complicado viene cuando tu trabajo no es valorado y terminas cuestionándote sobre el valor de la Historia para los ajenos a esta disciplina. Pero allí viene el reto cotidiano para quienes ejercemos esta loable profesión; darle valor agregado a el pasado y hacerlo cada vez más accesible a el ciudadano común que cree que el estudio de la Historia se limita solo a fechas.

Es una gran satisfacción presentarte como historiador y que después te señalen como El Historiador. Y lo mejor de todo, eres la primer referencia a consultar para tus conocidos y más cercanos cuando surge una duda ajena a las fechas y datos exactos: todos te creen, aunque no estés muy seguro de lo que dices. Por eso se vuelve una especie de responsabilidad saberlo casi todo, y si no, parecer que lo sabes o lo sabrás pronto.
A los que se aventuren por esta constante odisea de libros y escritura, les recomiendo que sean pacientes, escojan un tema y enamórense de él, pero no dejen de cerrarle el ojo a otros y platiquen con disciplinas y sobre todo lean, lean mucho.

Texto de Asterión: Una Reina para siempre, Isabel II en México

Alex

Mi experiencia como historiadora está un poco lejos de ser utópica. En mi entorno, aunque ponga fuentes, siguen dudando de la veracidad y qué decir en las redes sociales. Pero aún así, me gusta difundir mis conocimientos y ampliarlos. Eso sí, tengo que decir que en la carrera no todo es color de rosa. Hay que olvidar todo lo aprendido en el colegio e instituto porque no tiene nada que ver. Otra perspectiva.
Pero si os gusta la historia y queréis dedicaros a ella, no lo dudéis y no dejéis que la opinión de los demás os eche abajo vuestros sueños. Lloraréis un poco, pero el esfuerzo vale la pena.

Texto de Alex: ¿Quiénes eran los Sonderkommando?

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