Hoy recordamos uno de los eventos españoles mas importantes en su historia, pues el 8 de septiembre de 1933 se instauraba el segundo bienio del segundo gobierno republicano español tras la caída de Manuel Azaña.
El segundo Gobierno Republicano iniciaría el 14 de abril de 1931 sustituyendo a la monarquia de Alfonso XIII, el 9 de diciembre del mismo año la Constitucion seria aprobada y tras ello seria designado Manuel Azaña como el Presidente de Gobierno.
A este período se le conocería como Primer Bienio o Bienio Social-Azañista en donde se daba la coalición entre Republicanos y Socialistas, mientras Niceto Alcalá Zamora sería elegido Presidente de la República. Azaña buscaba modernizar la realidad económica, social, política y cultura española, sin embargo en múltiples ocasiones se encontró con resistencia por parte de diferentes grupos sociales. Una de las primeras reformas fue deslindar de ciertas responsabilidades a la Iglesia que le pertenecían al gobierno además de nacionalizar gran parte de sus bienes para ser gestionados por un patronato, mismo que se llevaría a cabo el 23 de enero de 1932, para que siete dias después, el 30 de enero del mismo año, serían secularizados los cementerios de los cuales el ayuntamiento se haría cargo. Finalmente el 2 de febrero aprobarían la Ley de Divorcio.
Por otra parte, para fomentar la educación y acabar con el agónico analfabetismo, se dieron a la tarea de construir escuelas primarias públicas, mismas que iban siendo construidas a un ritmo acelerado, mismo que se vería truncado debido a la crisis económica del país. En el aspecto social, se aprobarían dos reformas, las cuales eran la Ley de Contratos de Trabajo y la de Jurados mixtos, desafortunadamente no salieron como esperaban y esto acarreo diversas manifestaciones y huelgas generando aún más problemas. La rama militar no estaría exenta de reformas tal como la Ley de Defensa de la República , pero así como en otros ámbitos, no serían recibidas con los brazos abiertos y también generarían problemas, pero también tendrían ciertos aciertos tales como la disminución del servicio militar obligatorio y la aplicación de jurisdicción militar a individuos civiles por parte también de la Guardia Civil.
La caída del gobierno de Azaña seria en 1933, tras la primera revolución del año el 8 de enero de 1933, se levantarían en armas algunos anarquistas con la intención de instaurar el Comunismo Libertario, finalmente se darían las elecciones en septiembre, dando así el fin de el Bienio de Azaña y dado entrada al segundo bienio o tambien conocido como el Bienio Radical-Cedista
Marruecos, conocido oficialmente como Reino de Marruecos, es un país soberano que se encuentra al norte de África, justo en la región de Magreb. Se ubica en las costas en el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, además de que está separado de Europa por medio del Estrecho de Gibraltar.
Se independizó de Francia el 2 de marzo de 1956 y de España el 7 de abril del mismo año, principalmente se convirtió en un sultanato, pero tiempo después se proclamó como reino. Su gobernante Mohammed V cambiaría su título de “Sultán” a “Rey”.
Retrospectiva.
El Tratado de Fez (firmado el 30 de marzo de 1912) convirtió a Marruecos en un protectorado de Francia, dónde el Sultán Abdelhafid cedía la soberanía del país a Francia. Por el mismo tratado, a partir del 27 de noviembre del mismo año, los territorios del norte (en torno a las ciudades de Ceuta y Melilla) y del sur (fronterizos con el Sáhara Español) se convirtieron en el protectorado español de Marruecos. Francia y España controlan la Hacienda, el ejército y la política exterior de Marruecos en sus respectivos protectorados.
En teoría éstos no suponían ocupación colonial, estaban regulados por tratados y Marruecos era un Estado autónomo protegido por Francia y España pero bajo soberanía del sultán. En la práctica Marruecos se convirtió en colonia de Francia y España, especialmente desde 1930. La ciudad de Tánger, junto al estrecho de Gibraltar, obtuvo carácter de ciudad internacional por el estatuto de 1923.
Marruecos logró su independencia política de Francia y de España el día 2 de marzo de 1956; y el día 7 de abril del mismo año el país ibérico abandonó oficialmente su protectorado en Marruecos. Con acuerdos con España en 1956 y 1958, Marruecos recuperó territorios antes controlados por dicho país. Marruecos es miembro de la ONU desde el 12 de noviembre de 1956.
La ciudad internacional de Tánger fue reintegrada a través del Protocolo de Tánger el 29 de octubre de 1956. En 1957 emprendió la Guerra de Ifni para conquistar otros territorios coloniales españoles cedidos por el Tratado de Wad-Ras de 1860, por el sultán Mohammed IV. En 1958 Marruecos recupera de España la provincia de Cabo Juby. A raíz del deceso del Rey Mohammed, su hijo Hassan II se proclamó rey de Marruecos el día 3 de marzo de 1961. Marruecos se constituyó como una monarquía constitucional y de derecho divino al mismo tiempo. La monarquía es el referente nacional.
Napoleón Bonaparte logró grandes conquistas en Europa, pero nunca pudo subyugar a sus rivales ingleses. Por ello, estableció un bloqueo continental, que simplemente no respetó el reino de Portugal.
A raíz de esto, el emperador francés decidió pasar a arreglar este inconveniente, pidiendo amablemente al reino español que le permitiera pasar por su territorio para alcanzar a los lusitanos.
Aunque en un momento se dudó en otorgar este permiso, se concedió debido a la delicada situación financiera y política de España. Para dar legalidad a esto, se firmó el Tratado de Fontainebleau el 27 de octubre de 1807, donde se repartieron el reino de Portugal entre Francia y España.
La trama se complica.
Pero en 1808, las tropas francesas empezaron a inquietar al valido del rey, Manuel Godoy, que veía cómo 65000 soldados estaban ocupando ciudades españolas. Lamentablemente para España, el Rey Carlos IV estaba en un punto tambaleante de su gobierno, debido a las fricciones que tenía con su hijo Fernando, que además tenía sus fanáticos que lo veían como un cambio necesario en el reino.
Previendo Godoy esta situación, así como la preocupante presencia francesa, llevó a la familia real a Aranjuez, para poder salir de España como sus contrapartes portuguesas. Sin embargo, el rumor se soltó entre la muchedumbre, alentado en gran parte por los adictos a Fernando
El 17 y 18 de marzo atacaron la casa de Godoy prendiéndole fuego, ocultándose éste de sus agresores, pero siendo encontrado el 19 del mismo, por lo que fue llevado entre golpes ante los Borbones, salvándolo de ser linchado Fernando. Su padre, el soberano, decidió abdicar por la presión de la población, quedando coronado su vástago como Fernando VII.
Consecuencias
El problema vino después, cuando a raíz de esta peculiar situación, todo fue cayendo como piezas de dominó. La invasión de Francia a España, la abdicación de la Casa de Borbón, la guerra de independencia del reino hispánico, la independencia de América-y sus consecuentes conflictos bélicos- una Constitución liberal en 1812 y ser un auténtico infierno para el imperio napoleónico.
Y todo, por invadir a Portugal. Curioso, ¿no creen?
El 28 de septiembre de 1831, el gobierno mexicano se dio por satisfecho de la aclaración que el gobierno colombiano le había hecho, también el día 28 pero de enero de ese mismo año, con respecto a que no estaba en condiciones de ayudar a México en el proyecto de independizar a Cuba y a Puerto Rico que ambos gobiernos habían acordado y habían plasmado en un convenio el 17 de marzo de 1826, bajo el título de “Plan de Operaciones para la Escuadra Combinada de México y Colombia”
Con dicho comunicado se ponía fin al sainete diplomático que, desde la independencia de los Estados Unidos, se empezó a armar y que, pasando los años involucraría a España, México, Colombia y los Estados Unidos. “Sainete diplomático”es el mejor nombre ya que no llegó a materializarse para ninguno de los interesados, salvo, en cierta manera, para los estadounidenses quienes, momentáneamente, aseguraron sus ambiciones sobre estas islas caribeñas.
El plan tenía lógica. Después de las derrotas españolas en el continente americano, había un ejército considerable en Cuba, y España no aceptaba la independencia de sus colonias. Así, La Gran Colombia y México se sentían amenazados de un intento de reconquista –lo que no estaba fuera de lugar, demostrándose posteriormente, en septiembre de 1829 con el frustrado intento del brigadier Isidro Barradas, en las costas de Tampico, quien fue derrotado por el general Antonio López de Santa Anna- que la Madre Patria manifestaba a los cuatro vientos. Si estas dos nuevas naciones lograban conquistar Cuba y Puerto Rico, se mandaría al ejército español de regreso a la península ibérica, eliminando el riesgo. Por otra parte, dicha acción traería beneficios territoriales ya que las dos islas pudieran ser parte de cualquiera de los presuntos invasores. Si estos planes anexionistas no se lograban, quedaba el logro de tener dos nuevas naciones independizadas, seguramente amigas.
A quien no le gustaba nada esa jugada era a los Estados Unidos. Recién independizados, sus líderes habían manifestado su interés en apropiarse de estas islas. Razones comerciales, como el mercado del azúcar avalaban el interés, pero también razones de tipo geopolítico. La ubicación de dichas islas representa beneficios estratégicos obvios. El 27 de enero de 1786 Tomás Jefferson escribía una carta a su amigo y colega Archibald Stuart en la que decía que el interés de esta nueva nación debería centrarse en irse quedando con lo que España fuese perdiendo de sus colonias en América. El objetivo: Cuba y Texas.
La independencia de Cuba, implicaba la posibilidad de que como nación libre no pudiera ser absorbida por el nuevo imperio y , al quedar como parte, ya fuera de México o de Colombia, dificultaría sus planes. El 30 de octubre de 1810, el presidente James Madison le escribía al ministro estadounidense ante Gran Bretaña, William Pinkney, que el interés sobre Cuba era de tal importancia que no podía permitirse que pasara a ninguna otra potencia.
James Madison
Cuba comenzaba con su intranquilidad social. Entre 1810 y 1812, Román de la Luz y el negro liberto José Antonio Aponte llevarían a cabo unos primeros intentos de independencia muy mal organizados y que fracasaron.
Agustín de Iturbide, ya en el México independiente, le escribe una carta al Arzobispo de Guatemala, el 10 de octubre de 1821, participándole del interés que su gobierno tenía sobre Cuba. Un año después el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia Pedro Gual, gira órdenes de que se firme un tratada de cooperación ofensiva entre México y Colombia contra España. Obviamente todo esto era del conocimiento tanto de las autoridades españolas en Madrid y en Cuba, al igual que las autoridades estadounidenses. En efecto, el 20 de noviembre de 1822, John Forsyth ministro de Estados Unidos ante Gran Bretaña le informaba al presidente John Adams que era muy posible que Colombia y México trataran de invadir Cuba y Puerto Rico. Por si fuera poco, en la Gaceta -periódico mexicano- del 27 de Noviembre de 1822, se decía que España había concluido un tratado, cediendo la isla de Cuba a Francia, por su apoyo en la empresa que la Santa Alianza se había echado a cuestas para regresar a la América Española a su vasallaje. En 1821 hubo otro intento fallido de independencia cubana bajo el liderazgo de Francisco Lemus. En 1822, Puerto Rico tuvo injerencias haitianas que los motivaban a la independencia.
La preocupación en Estados Unidos fue creciendo. El 11 de Junio de 1823, Tomás Jefferson, quien no perdía de vista su objetivo, le escribe al Presidente James Monroe de las ventajas que se lograrían si se consiguiese que Gran Bretaña, apoyara el mantenimiento de la dependencia de Cuba hacia España y solo hacia ella, oponiéndose a cualquier intento de independencia o anexión a otro país de la isla. Ese mismo año el 30 de junio, Monroe le contesta a Jefferson, diciéndole que el participaba de la idea de que Cuba perteneciera a la Unión Americana, pero que esperaba actuar, en el momento oportuno.
James Monroe
Por su parte Lucas Alamán, ministro de Relaciones Exteriores de México y Miguel de Santa María, embajador de Colombia en nuestro país, firmaban el 3 de octubre un tratado de confederación ofensiva y defensiva contra España.
Todo esto se mantuvo durante la presidencia de Guadalupe Victoria, quien el 28 de agosto de 1824 le escribió a Anastasio Torrens, ministro mexicano en Colombia, diciéndole que el representante británico en México, Patrick Mackie, no veía con malos ojos el que Cuba se independizara, o que pasara a ser parte de México. Ya en 1825, el 27 de abril, el nuevo secretario de Estado estadounidense, Henry Clay, instruyó a su embajador ante la corte española para que gestionara la paz entre la metrópoli y sus antiguas colonias, no fuera a ser que aquella perdiera Cuba y Puerto Rico como el resto del continente. Asimismo, Clay, el 10 de mayo, instruía a John Middleton, ministro estadounidense en Rusia a que consiguiera que el Zar influyera en la corte española para lo mismo: lograr la paz entre España y sus antiguas colonias. Todo para no perder la posibilidad de quedarse, en el momento oportuno, con Cuba.
Lucas Alamán
Estando todavía la fortaleza de San Juan de Ulúa en manos españolas, Pedro Gual y Anastasio Torrens firman, el 19 de agosto, en Colombia un convenio de acción conjunta para hostilizar a los españoles en ese reducto. Esto quedó sin efecto al recuperar México esa fortaleza el 18 de noviembre siguiente, con la rendición de la guarnición española.
El 20 de diciembre Henry Clay le escribió una nota, que no podemos calificar más que de amenaza al Ministro de Relaciones Exteriores mexicano, Sebastián Camacho, en la que le decía que no debería México de seguir adelante con los planes de invasión a Cuba porque le atraería graves consecuencias. No obstante todas estas acciones, inexplicablemente Simón Bolívar rescindió el 24 de noviembre de 1827 el convenio que se tenía con México de ayuda mutua contra España.
Se sabe que el 8 de diciembre de 1827,el gobierno mexicano, sin ayuda colombiana, dio la orden de salida a dicha expedición desde el puerto de Veracruz, misma que consistió en unos cuantos lanchones que realizaron algunas acciones de hostigamiento en la costa sur de Cuba y que, sin ningún resultado importante, regresaron el 10 de diciembre a territorio mexicano. Y ese es el fin de la cronología de los hechos.
La realidad es que ni México ni Colombia tuvieron en ningún momento recursos para llevar a cabo dicha invasión. Claro, esto no lo sabía nadie; ni ellos mismos. México confiaba en realizarla con los recursos de Colombia y esta pensaba lo propio de México. Por otro lado mantuvieron objetivos diferentes; Simón Bolívar usó esta expedición como un “bluff” para lograr el reconocimiento de parte de España, México, por su parte mantuvo dos visiones, la del presidente Victoria, quien de manera humanista buscaba contribuir con la independencia de Cuba y la visión de los anexionistas como Lucas Alamán, que consideraban que por ventajas geográficas y razones históricas, Cuba debía pertenecer a México. Los Estados Unidos estuvieron preocupados por una fantasía creada por sus vecinos del sur del continente quienes no pudieron materializar nunca esos sueños. Cuba y Puerto Rico permanecieron españolas hasta la guerra hispano-estadounidense de 1898 y, salvo el intento de Barradas, no hubo intentos serios de reconquista.
Este artículo está basado, con adecuaciones y correcciones recientes, en la tesis de licenciatura del autor: García Martínez, Mariano. Intento de independencia del Caribe 1821-1831. México, Colombia y Estados Unidos confrontados por Cuba y Puerto Rico. México, ENAH, 1999.
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O por qué esta acción es un error histórico en todo sentido
El 25 de mayo de 2019, el titular del Ejecutivo Mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció en un video que solicitó que España y la Iglesia Católica ofrezcan una disculpa a los pueblos nativos de América por la Conquista, mediante una carta enviada al Rey de España, Felipe VI y a su Santidad Francisco I.
Según sus palabras,
Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos
¿Qué implica esta acción? ¿Cómo debemos reaccionar los historiadores? ¿Es esto un acto correcto? ¿Derechos humanos en el siglo XVI? Vamos por partes para comprender mejor la situación.
El texto de la Carta
Carta
Para facilitarle a los lectores el contenido de este documento, les proporcionamos una versión íntegra transcrita:
Ciudad de México, a 1 de marzo de 2019
Su Majestad, Felipe VI
Rey de España
Palacio de la Zarzuela, Madrid
Excelentísimo Señor:
Como me dirigí a Su Santidad Papa Francisco, aunque con otro fundamento, expongo a usted, Majestad, el siguiente manifiesto:
A principios del año en curso se cumplió medio milenio desde la llegada de Hernán Cortés al territorio de la actual República Mexicana y en 2021 se conmemoran los 500 años de la caída de Tenochtitlan. Asimismo, dentro de tres años México celebrará los primeros 200 años de su vida independiente. Nos encontramos, pues, en un periodo en el que resulta ineludible la reflexión ante hechos que marcaron de manera decisiva la historia de nuestras naciones y que aún generan encendidas polémicas en ambos lados del Océano.
Sin afán de ahondar en ellas, Su Majestad, me ciño a los hechos: la incursión encabezada por Cortés a nuestro actual territorio fue sin duda un acontecimiento fundacional de la actual nación mexicana, sí, pero tremendamente violento, doloroso y transgresor; comenzó como un acto de voluntad personal contra las indicaciones y marcos legales del Reino de Castilla y la conquista se realizó mediante innumerables crímenes y atropellos; así lo prueban los cargos fincados por la justicia española al propio Cortés en los Juicios de Residencia a los que fue sujeto (1518-1547), de los que es emblemático el encarcelamiento y asesinato de Cuauhtémoc, último mandatario azteca, en 1525.
Con este propósito, el Gobierno de México propone a Su Majestad que se trabaje a la brevedad, y en forma bilateral, en una hoja de ruta para lograr el objetivo de realizar en 2021 una ceremonia conjunta al más alto nivel; que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados y que ambos países acuerden y redacten un relato compartido, público y socializado de su historia común, a fin de iniciar en nuestras relaciones una nueva etapa plenamente apegada a los principios que orientan en la actualidad a nuestros respectivos Estados y brindar a las próximas generaciones de ambas orillas del Atlántico los cauces para una convivencia más estrecha, más fluida y más fraternal.
Reciba, Su Majestad, las expresiones de mi más distinguida consideración.
Andrés Manuel López Obrador
Presidente Constitucional
de los Estados Unidos Mexicanos
Vamos a ignorar los saludos protocolarios que son un adorno, para desglosar los puntos principales del texto. Empecemos con la primera parte que me interesa destacar:
Nos encontramos, pues, en un periodo en el que resulta ineludible la reflexión ante hechos que marcaron de manera decisiva la historia de nuestras naciones y que aún generan encendidas polémicas en ambos lados del Océano.
Esto es cierto. Hay una polémica cada que se acerca la fecha de la Conquista y el Descubrimiento de América. Más allá de las posturas ideológicas de cada quién, es menester entender que NADIE ES CULPABLE DE QUE HAYA HABIDO UNA CONQUISTA HACE 5 SIGLOS. Por principio, no existían México ni España propiamente dichos, sino diversas organizaciones políticas en lo que hoy denominamos Mesoamérica y Reinos distintos en la Península Ibérica.
La Conquista
Prosiguiendo con el análisis del texto, se menciona lo siguiente:
[…]la incursión encabezada por Cortés a nuestro actual territorio fue sin duda un acontecimiento fundacional de la actual nación mexicana, sí, pero tremendamente violento, doloroso y transgresor; comenzó como un acto de voluntad personal contra las indicaciones y marcos legales del Reino de Castilla y la conquista se realizó mediante innumerables crímenes y atropellos […]
Entiendo que esta afirmación sea difícil de entender hoy en día, pero hay que ponerse en el lugar de los conquistadores y los europeos de la época. Y, de nuevo, ¿por qué querríamos verlo con nuestra propia mirada? Eso habla de una ignorancia del quehacer histórico de parte de Andrés López, misma que expuso de manera obtusa en febrero de este año.
Hernán Cortés
Posteriormente, el texto prosigue de la siguiente manera:
[…]así lo prueban los cargos fincados por la justicia española al propio Cortés en los Juicios de Residencia a los que fue sujeto (1518-1547), de los que es emblemático el encarcelamiento y asesinato de Cuauhtémoc, último mandatario azteca, en 1525.
Cortés fue sujeto a Juicio de Residencia a partir de 1526, pero es cierto que ya se había contemplado una acción así desde antes; empero, no fue en 1518, porque en esa fecha Don Hernán estaba en Cuba, por lo que el dato es erróneo en su contexto. Lo que sí acaeció fue que Diego de Velázquez intentó arrestar a Cortés desde el año de 1519, pero sin éxito, iniciando este personaje la expedición hacia lo que es hoy México. OJO:su proceso legal no estuvo solamente implicado el asunto de la Conquista, sino otros problemas que tenía él por haberse granjeado gran cantidad de enemigos 1.
La cuestión de la ejecución de Cuauhtémoc –que no era azteca, sino mexica– sigue siendo motivo de especulación porque Cortés alegó una supuesta conspiración del último tlatoani. Si estuvo bien o mal este actuar, es una percepción que no nos corresponde, porque no vivimos esa época y nuestros valores son distintos. Para consultar estos documentos de los que hago mención, se puede seguir este enlace.
Códice donde se muestra a Cortés
Además de que el Ejecutivo Mexicano parece ignorar adrede las circunstancias y atenuantes aquí expuestas, en su texto concluye lo siguiente:
Con este propósito, el Gobierno de México propone a Su Majestad que se trabaje a la brevedad, y en forma bilateral, en una hoja de ruta para lograr el objetivo de realizar en 2021 una ceremonia conjunta al más alto nivel; que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados y que ambos países acuerden y redacten un relato compartido, público y socializado de su historia común
ARTICULO II. Habrá total olvido de lo pasado, y una amnistía general y completa para todos los
mexicanos y españoles, sin excepcion alguna, que puedan hallarse expulsados, ausentes, desterrados, ocultos, ó que por acaso estuvieren presos ó confinados sin conocimiento de los gobiernos respectivos, cualquiera que sea el partido que hubiesen seguido durante las guerras y disensiones felizmente terminadas por el presente tratado, en todo el tiempo de ellas, y hasta la ratificacion del mismo. Y esta amnistía se estipula y ha de darse por la alta interposicion de S.M. C., en prueba del deseo que la anima de que se cimente sobre principios de justicia y beneficencia la estrecha amistad, paz y union que desde ahora en adelante, y para siempre, han de conservarse entre sus súbditos y los ciudadanos de la república mexicana.
O sea, que desde el 29 de diciembre de 1836 México y España arreglaron sus diferencias, reconociendo ambas partes su origen en común y entendiendo que tenían que dejar de lado sus desencuentros para convivir como modernas naciones decimonónicas.
El dichoso tratado
Como dato adicional, este tratado fue firmado en el Periodo Conservador-Centralista de la República Mexicana, tumbando uno de los mitos de bronce que gusta enarbolar Andrés López de que los liberales fueron los únicos que gestaron logros interesantes para el país.
Lo que sí reconozco es que las relaciones entre ambos países no siempre han sido satisfactorias o amables, pero para eso hay que echar una leída a la historia diplomática de México-España.
La respuesta de España.
Parafraseando la Segunda Ley de Newton, se dice esto:
Siempre que una fuerza actúe sobre un cuerpo produce una aceleración en la dirección de la fuerza que es directamente proporcional a la fuerza pero inversamente proporcional a la masa.
No habrá disculpas
Felipe VI
España decidió afrontar este tema con una respuesta contundente pueden juzgarse hechos de hace cinco centurias con la visión del presente, invitando a nuestro país a seguir construyendo sus relaciones como lo han hecho desde hace tiempo.
Esta réplica me parece firme, educada y llena de bagaje histórico. Por principio, es pedir disculpas a una dinastía que no fue la que inició el proceso de Conquista, donde además la beneficiaria de este proceso fue la Corona de Castilla-León, no toda España-en su momento- aunado a que no debe pedir disculpas por actos que no le correspondieron a nadie de los hoy implicados.
No obstante, el Ejecutivo Mexicano volvió a insistir en el tema, pero fue, inteligentemente, ignorado por su contraparte hispana. Este tema es algo que aun tiene algo de tela de dónde cortar, pero los invito a reflexionar más acerca del asunto.
Conclusión
Tras este cúmulo de palabras y reflexiones de mi parte, me parece que podemos concluir lo siguiente:
El Presidente de México está equivocado desde pedir disculpas por los “agravios ocurridos durante la conquista”, pues menciona la violación a lo que hoy se conocerían como derechos humanos de los nativos. Eso es muestra de un desconocimiento total de lo que está hablando.
Los gobiernos español y mexicano tienen una excelente relación, que no se debe manchar por los reclamos de una persona que, evidentemente, desconoce a cabalidad de historia.
Lamentablemente, Andrés López no es el único que piensa así. Una senador llamada Jesusa Rodríguez hablaba del simbolismo histórico de opresión por comer tacos de carnitas. Aunque también se encontró con voces en contra y más de un insulto, la postura de ellos no cambia.
Como recordatorio a la corta memoria de los mexicanos, en esa época estaba el país en plena discusión de desaparición de estancias infantiles, cancelación de un aeropuerto, programas clientelares y un largo etcétera.
Nada tienen que ver el Holocausto, el genocidio armenio, las mujeres de consuelo coreanas y otros crímenes de lesa humanidad con un proceso de conquista de hace 500 años. Simplemente no se pueden medir con los mismos criterios, pues el apartado jurídico y la percepción histórica son totalmente distintas. Y muchas personas han salido a defender la postura del Ejecutivo argumentando estos atropellos, pero olvidan que han sido de criterios, tiempos y modos distintos.
En su carta menciona que festejaremos en el 2021 el Bicentenario de la Consumación de la Independencia. Solo como punto aclaratario, en el Acta de Independencia del Imperio Mexicano se dice que: [México es…] independiente de la antigua España, con quien en lo sucesivo, no mantendrá otra unión que la de una amistad estrecha, en los términos que prescribieren los tratados […De Córdoba…] O sea, que hará un reclamo basándose en un acta de independencia que habla de una amistad con España. Interesante, ¿no?
Si este acto fue un distractor o no, me parece vergonzoso que la comunidad de historiadores mexicanos no hayamos tomado una postura más enérgica. Me incluyo porque no pude o no quise escribir algo en su momento. Lo que no puedo dejar de mencionar es que hay historiadores serviles, como Pedro Salmerón Sanginés, que decidieron seguirle el juego al Presidente y hablar de una “invasión española”. Esto me parece aberrante, rayando en un revisionismo histórico barato y, lo que es peor, lo hicieron para ajustarse al discurso “transformador” del gobierno mexicano. Espero que, en el futuro, nos plantemos de frente a una persona que no conoce bien el pasado y lo usa como un discurso legitimador de sus ideas políticas y nacionales.
-Hal Jordan.
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____________________________________________________________________________________________1.FRANCISCO MANZO ROBLEDO, Yo, Hernán Cortés: El Juicio de Residencia, EDITORIAL PLIEGOS, MADRID. 2013, 429 pp. En Ciencia Jurídica . Universidad de Guanajuato. División de Derecho, Política y Gobierno Departamento de Derecho Año 3, número. 6, P. 15